La participación desde el exterior se quedó en un exiguo 6,1%

Sólo 129.271 de los 2.009.336 españoles en el exterior lograron sortear las trabas impuestas y votar en las generales

Sólo el 6,1% de los españoles en el exterior ha podido sortear todas las trabas y ejercer su derecho a voto desde el exterior en estas elecciones generales. De los 2.099.336 españoles que están registrados en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) fueron aprobadas un total de 182.545 solicitudes de voto y pudieron votar 129.271 personas, es decir consiguió votar el 70,8% de los electores cuyas solicitudes fueron admitidas.

Sólo 129.271 de los 2.009.336 españoles en el exterior lograron sortear las trabas impuestas y votar en las generales
ELECCIONES 28-A 2019CONSULADO GENERAL DE ESPA•A EN CARACAS 3
La joven Gabriela Marcos González deposita su voto en el consulado de Venezuela.

Sólo el 6,1% de los españoles en el exterior ha podido sortear todas las trabas y ejercer su derecho a voto desde el exterior en estas elecciones generales. De los 2.099.336 españoles que están registrados en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) fueron aprobadas un total de 182.545 solicitudes de voto y pudieron votar 129.271 personas, es decir consiguió votar el 70,8% de los electores cuyas solicitudes fueron admitidas.

Estos datos de participación en el exterior son similares a los de las elecciones generales de junio de 2016, donde la participación fue del 6,2% y, en todo caso, muy alejados de los datos anteriores a la implantación del voto rogado en 2011, cuando la participación del exterior se situaba en torno al 35%.

La movilización desde diferentes ámbitos y desde las redes sociales para estas elecciones fue muy amplia y las protestas respecto al voto rogado muy numerosas. Las quejas ya comenzaron en la dificultad de rogar el voto a tiempo, ya que se encontraban con problemas por no tener fax, por no poder confirmar si el fax mandado llegaba a tiempo o por el mal funcionamiento de la página del Instituto Nacional del Estadística (INE), que impidieron rogar el voto.

Una vez solicitado, los españoles tenían que esperar que les llegasen las papeletas y aquí las cosas se complicaban todavía más, ya que muchas papeletas no llegaban por servicios de correos poco eficientes en muchos países o directamente inexistentes como el caso de Panamá que no cuenta con reparto domiciliario. También hubo casos en que la documentación llegó sin los sobres necesarios para poder votar.

Muchos se han quedado a las puertas de poder votar y se quejaban a través de las redes sociales de que las papeletas para ejercer este derecho le llegaron al día siguiente de que finalizara el plazo para poder hacerlo.

Una vez que los electores estaban en posesión de sus papeletas les quedaba el trámite más sencillo votar por correo –algunas veces teniendo que pagar por un correo certificado– o votar en los consulados y embajadas, con las colas que se formaron en algunos de ellos.

Al acabar todo este farragoso proceso, muchos se preguntaban si valía la pena porque no tenían certeza de que su voto llegase a tiempo para entrar en el recuento electoral que comenzó este miércoles. En este sentido, la plataforma Marea Granate aseguró que hay valijas diplomáticas que no han llegado a tiempo para el recuerdo del voto exterior.

Supresión del voto rogado

Esta gran demanda social respecto al voto rogado ha calado en los partidos políticos que habían alcanzado un acuerdo para su supresión, pero la convocatoria adelantada de elecciones hizo que se paralizase el cambio en la Ley Electoral.

Ahora, todos los sectores de la emigración le recuerdan a Pedro Sánchez su compromiso con la supresión del voto rogado y le piden que sea una prioridad. El objetivo es que, una vez pasadas las elecciones municipales, autonómicas y europeas, se suprima el voto rogado de manera inmediata y no se espere hasta el final de la legislatura.

La esperanza de estos colectivos es que estos dos procesos electorales –abril y mayo– sean los últimos del voto rogado.