EL LIBRO, ESCRITO POR MANUEL MOURELLE DE LEMA, DESCUBRE LA HISTORIA DE UN CORUÑÉS POCO CONOCIDO

Presentan ‘Santiago Iglesias Pantín. Un político circunstancial gallego en Puerto Rico’

La peripecia vital del emigrante gallego Santiago Iglesias Pantín fue recordada recientemente en la Casa de Galicia en Madrid en la presentación del libro ‘Santiago Iglesias Pantín. Un político circunstancial gallego en Puerto Rico’, de Manuel Mourelle de Lema.
Presentan ‘Santiago Iglesias Pantín. Un político circunstancial gallego en Puerto Rico’
 Manuel Mourelle de Lema, José Ramón Ónega, Carlos Robles y Ramón Darío Molinary, durante la presentación.
Manuel Mourelle de Lema, José Ramón Ónega, Carlos Robles y Ramón Darío Molinary, durante la presentación.

La peripecia vital del emigrante gallego Santiago Iglesias Pantín fue recordada recientemente en la Casa de Galicia en Madrid en la presentación del libro ‘Santiago Iglesias Pantín. Un político circunstancial gallego en Puerto Rico’, de Manuel Mourelle de Lema. Intervinieron en el acto el autor de la obra; el delegado de la Xunta en Madrid, José Ramón Ónega; el diplomático, escritor y director de la Casa de Puerto Rico de España, Ramón Darío Molinary; y el ex ministro de Educación y Ciencia y embajador de España Carlos Robles Piquer.

 

Ónega se refirió a la obra, editada por Grugalma Ediciones, como “un libro bien escrito y mejor documentado, sobre un personaje atractivo, singular y casi legendario”. Ramón Darío Molinary, que puso a Mourelle en la pista sobre el personaje, resaltó el origen modesto del personaje y dijo que el libro trata también de un proceso que tiene que ver con la emigración entre Galicia y Puerto Rico, pues desde ambos sitios “han ido, allende nuestras fronteras, a buscar el sustento”. Junto a Iglesias Pantín, Molinary nombró a otros dos gallegos emigrantes con trascendencia en Puerto Rico, el padre Rufo, santiagués, y Sebastián González García, pontevedrés.


Relevante y apreciado
Robles Piquer reconoció a Mourelle el esfuerzo que ha hecho por dar a conocer a Iglesias Pantín, un líder sindical gallego cuya relevancia y aprecio por parte de sus conciudadanos ilustró recordando que alrededor de 200.000 personas acudieron al Capitolio portorriqueño a despedirle cuando falleció por una enfermedad mal curada y otras 50.000 asistieron a su entierro en el cementerio de San Juan de Puerto Rico, así como que la bandera del Congreso estuvo a media asta en señal de duelo.
Además, el Senado portorriqueño celebró una sesión pública en honor de Pantín a la que acudieron ilustres representantes de Estados Unidos. “Unas honras fúnebres más que excepcionales si pensamos en su modesto origen”, observó.
Mourelle de Lema, vimiancés, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y fundador y presidente del Grupo Cultural Galicia en Madrid, señaló que “la misma vida de Santiago Iglesias Pantín es en sí una novela que bien podría ser llevada al cinematógrafo” y que su obra se acerca a la novela histórica “pero sin que haya alteraciones importantes creadas por el novelista”.


Biografía de Iglesias Pantín
Los intervinientes recordaron que Santiago Iglesias Pantín nació en A Coruña en 1872. Huyó a los 14 años, escondido en una nave de emigrantes, llegó a Cuba, para regresar al año siguiente (1887) A Coruña y partir, de nuevo (1888), para La Habana. Allí participó en el movimiento obrero, lo que continuó haciendo, tras su llegada a Puerto Rico (diciembre de 1896), perseguido por la política oficial cubana. En esta última isla, intervino desde el principio en el obrerismo y sindicalismo como principal promotor y líder, que lo llevaría a la cárcel (1998): aquí, fue, además de organizador del sindicalismo de corte norteamericano, del socialismo puertorriqueño; fundador de periódicos de este carácter, fundador de la Federación Libre de los Trabajadores y del Partido Obrero Socialista, autor de folletos y algún libro de esta ideología. No dejó, por esto, de jurar fidelidad a los Estados Unidos en 1900.
Amigo del sindicalista americano Gompers, desempeñó un gran número de puestos dentro del mundo sindical norteamericano y en los países que pertenecieron a la Corona de España: senador por el Partido Socialista de Puerto Rico (1917-1932), formó parte del primer Comité de Conferencias que dirigió un Manifiesto a los Trabajadores de la América Latina en 1918, entre otros muchísimos cargos en el ámbito del obrerismo. Falleció en Washington el 5 de diciembre de 1939, tras ser designado en este mismo año Observador en la Conferencia de la Organización del Trabajo en La Habana y presidente del Partido Socialista y de la Federación Libre de los Trabajadores de Puerto Rico.
Hombre de ideología cristiana, fue padre de once hijos habidos con Justa Pastora Bocanegra, con quien contrajo matrimonio en 1902.