El número de españoles presos en el exterior se rebaja de 2.519 a 1.328 en los últimos cinco años

El número de españoles presos en cárceles extranjeras descendió a la mitad desde 2011, al pasar de 2.519 a los 1.328, según datos facilitados por el Ministerio del Interior para responder a la información que le solicitaron los diputados socialistas Guillermo Antonio Meijón, María Martín González y María Dolores Galovart, sobre el número total de españoles cumpliendo penas de prisión en otros países.

El número de españoles presos en el exterior se rebaja de 2.519 a 1.328 en los últimos cinco años

El número de españoles presos en cárceles extranjeras descendió a la mitad desde 2011, al pasar de 2.519 a los 1.328, según datos facilitados por el Ministerio del Interior para responder a la información que le solicitaron los diputados socialistas Guillermo Antonio Meijón, María Martín González y María Dolores Galovart, sobre el número total de españoles cumpliendo penas de prisión en otros países.

De los datos se deduce que Perú, con 243, es el país que acumula mayor número, seguido por Francia (188), Portugal (115), Alemania (97) e Italia (96).

Cinco años antes, en 2011, cuando el número total de reclusos españoles en el extranjero ascendía a 2.519, los principales países eran Perú, con 266, Brasil (203), Francia (203), Colombia (200), Italia (214) y Marruecos (191).

Notables son los descensos que se han producido en países como Argentina, que pasó de 153 a 18; Brasil (de 203 a 48), Colombia (de 200 a 58), Italia (de 214 a 96) o Marruecos (de 191 a 93).

Javier Casado, director de la Fundación +34, dedicada a asesorar a los condenados en otros países y a sus familiares, considera que los descensos pueden ser explicados a través de los efectos que tuvo la crisis económica de 2008, ya que fue durante el periodo 2008-2010 cuando se produjo "un repunte" en el número de españoles procesados en el extranjero, especialmente en Suramérica, por causas relacionadas con el tráfico de drogas.

Casado asegura que estas mismas redes criminales utilizaban las notificaciones públicas de embargo para seleccionar a sus víctimas, que respondían al perfil de trabajadores que acababan de perder su casa, coche o empresa y eran presa fácil, a los que contactaban para ofrecerles la oportunidad de ‘entrar en el negocio.

Una vez convencidos, estas personas eran detenidas en los países de destino y debían permanecer entre dos y tres años en prisión preventiva, a la espera de una condena en firme que les permitiese solicitar el traslado y cumplir la pena en España.

Otro de los factores que han determinado el alto número de españoles en cárceles extranjeras, sobre todo en América, alude a la dificultad de tramitar el procedimiento de traslado.

En estos momentos, España tiene acuerdos con 96 Estados para permitir el traslado de reos. El pasado mes de marzo, el ministro español de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, y su homólogo peruano, Ricardo Luna, firmaron un acuerdo para la repatriación de 30 presos españoles.