Gran acogida a la representación de la obra teatral ‘Venecia’ en la Asociación Española de Laprida

Con la sala aplaudiendo de pie como sucede cada vez que el teatro vocacional de Laprida pone sus pies sobre un escenario, el grupo La Buya del Complejo Cultural Rayuela se presentó el fin de semana, en la sala del Teatro Hispano Argentino de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Laprida, con la obra ‘Venecia’, del porteño/jujeño Jorge Accame.

Gran acogida a la representación de la obra teatral ‘Venecia’ en la Asociación Española de Laprida
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Un momento de la representación de la obra.

Con la sala aplaudiendo de pie como sucede cada vez que el teatro vocacional de Laprida pone sus pies sobre un escenario, el grupo La Buya del Complejo Cultural Rayuela se presentó el fin de semana (sábado 16 y domingo 17 de julio), en la sala del Teatro Hispano Argentino de la Asociación Española de Socorros Mutuos de Laprida, con la obra ‘Venecia’, del porteño/jujeño Jorge Accame.

Divertida, emotiva e inolvidable en ese orden, ‘Venecia’ transita la historia de la Gringa, una madama ciega y con achaques que vive en un prostíbulo y quiere cumplir su viejo sueño de retornar a Venecia para reivindicarse ante Giaccomo, un gran amor en su momento al que sabe que le ha fallado y al que no le bastó con robarle el corazón.

Las tres prostitutas de la casa, Marta (Belén Miquelarena), Graciela (Florencia Barzola), Rita (Victoria Canavery), y uno de los clientes, ‘Chato’ (Pedro Arias) –que se roba la actuación–, sostienen la idea de un viaje que trasluce solidaridad, ganas, ilusiones e ignorancia prácticamente en idénticas proporciones.

Con mucha creatividad y un realismo que despierta la risa y complicidad de la sala, fingen y logran desde una escenografía original –tarima, ventilador y foco– ese tan ansiado viaje en avión de Jujuy a la ‘ciudad del amore’ para lograr que la Gringa (Gladys Di Crosta) no solamente vuelva a esa ciudad inalcanzable, sino también a saldar esa deuda del alma y concretar el encuentro con Giaccomo (Jorge Galgano), donde ambos vuelven a bailar como entonces.

Entretenida puesta que apenas supera la hora de duración, dinámica, a flor de piel, bien lograda y cuidadosa en lo musical. En el aplauso final de la función del sábado, el elenco de Venecia entregó un presente floral a Gladys Di Crosta, como merecido reconocimiento a su trayectoria actoral en el campo vocacional.