Natural de Salamanca, preside Global Exchange, segunda empresa a nivel mundial de cambio de moneda en aeropuertos

Isidoro Alanís: “Con esfuerzo, trabajo e ilusión se pueden relanzar desde los pueblos de Castilla y León importantes proyectos empresariales”

Las tecnologías están revolucionando el mundo de la empresa, también a la hora de escoger un lugar para su asentamiento. Cualquier rincón geográfico, cualquier pueblo, parece válido hoy en día para poner en marcha una iniciativa con proyección internacional y competitiva en el apartado de los negocios, como demostró el pasado fin de semana en Salamanca el presidente y CEO de Global Exchange, Isidoro J. Alanís.

Isidoro Alanís: “Con esfuerzo, trabajo e ilusión se pueden relanzar desde los pueblos de Castilla y León importantes proyectos empresariales”

Su intervención en II Congreso Internacional de Centros de Castilla y León en el Exterior –que congregó en la Hospedería Fonseca a alrededor de 160 directivos de entidades de la colectividad repartidos por todo el mundo–, tenía como objetivo lanzar un mensaje en esa dirección que calara hondo en los jóvenes emprendedores, para “que no se vayan” de esa comunidad autónoma e, imitando su ejemplo, contribuyan a relanzar su economía. Porque, “las empresas también podemos estar ubicadas en un territorio tan bueno como es Castilla y León”, dijo, a modo de mensaje, igualmente, para los residentes en el exterior que tienen inquietudes en el ámbito empresarial y ven en el retorno una oportunidad para hacer negocios.

Natural de la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro, Alanís dirige en la actualidad la segunda empresa a nivel mundial especializada en los servicios de cambio de moneda. Con sede en Salamanca, la multinacional está presente en 70 aeropuertos internacionales de 23 países, cuenta con 400 oficinas repartidas por los cinco continentes en las que trabajan 2.500 empleados y el número de clientes a los que presta servicio alcanza los 10 millones. Presenta, además, un balance de 2.200 millones de euros en volumen de cambio de moneda, que su principal ejecutivo anunció que se prevé incrementar de aquí hasta 2026, al igual que el resto de las cifras facilitadas, hasta contabilizar 500 oficinas, 16 millones de clientes y estar presentes en 84 aeropuertos internacionales.

Todos estos logros surgieron de una idea emprendedora que Alanís comenzó a desarrollar en 1996 desde su pequeño pueblo, muy próximo a Portugal, que actúa de conexión entre el país luso y Europa, ya que por Fuentes de Oñoro pasa la ruta más rápida que va desde Lisboa hasta Irún. En una pequeña oficina de 5 metros cuadrados ubicada en un centro comercial propiedad de la familia, dio Global Exchange sus primeros pasos, hasta convertirse en el gigante que es hoy, y todo gracias a las nuevas tecnologías y a la “obsesión por la innovación” de su principal dirigente, cuyo objetivo es “proporcionar el mejor servicio” a los usuarios y “hacer inversiones” en sus oficinas para dar “confianza y seguridad” a los clientes. “En los aeropuertos necesitamos ser los mejores e invertimos en la imagen”, comentó el empresario, quien informó de la cuantía de que van a disponer para crear la nueva sede tecnológica de Global Exchange, proyecto que cuenta con una inversión de 3,1 millones de euros.

La labor de esta empresa no consiste solo en “hacer una mera transformación de cambio, sino que damos otras opciones”; “un extra en la calidad del servicio”, remarcó su presidente. De ahí que hayan ideado un seguro gratuito de robo y un servicio también gratuito de recompra, que permite al cliente, en el plazo de 15 días, recuperar el dinero que le ha sobrado y al mismo precio que se le ha vendido.

Expansión a Latinoamérica

Uno de los puntos fuertes de negocio de esta empresa dedicada al cambio de moneda es Latinoamérica, donde comenzó a operar tras la entrada de España en el euro. Por aquel entonces “nos quedamos sin negocio” dentro del territorio y “dimos el paso a Argentina”. Por eso, añadió: “Le tenemos mucho cariño a ese país, porque ahí empezó nuestra trayectoria internacional”. Actualmente está presente en 14 países de Latinoamérica, entre los que citó también Uruguay y Costa Rica, así como en Europa (Francia y Reino Unido), en Oriente Medio (Jordania y Baréin), en Turquía, en Asia (en el aeropuerto chino de Hong Kong) y en Australia, en Sídney.

“Hemos emigrado” por la entrada de España en el euro, pero “somos una empresa orgullosa del pueblo”, aseguró Alanís, quien considera que también “desde los pueblos se pueden” relanzar proyectos de estas características. Se necesita para ello “trabajo, esfuerzo e ilusión”, dijo, por lo que instó a los jóvenes de la región a ser ambiciosos y “desarrollar proyectos en Castilla y León”. Y también a prepararse para cubrir los puestos que se demandan en empresas como la que lidera, ya que “nos cuesta encontrar profesionales” para algunos sectores, aseguró. Pero, “lo seguiremos intentando”, apostilló.

Producto de su colaboración con instituciones, empresas y asociaciones de Salamanca son algunos de las iniciativas que se están poniendo en marcha en la ciudad –“una de las más bonitas del mundo”, dijo– que se está convirtiendo en una de las que “más está buscando el desarrollo de la tecnología como fuente de riqueza”.

No obstante, “nos falta la apuesta por las empresas para que la juventud no se vaya y podamos tener una comunidad más próspera”, dijo el CEO de Global Exchange, quien pidió que se mantenga una “relación continua” con los empresarios de otras partes del mundo.