El nuevo jefe del Ejecutivo se compromete a “dar la cara” en Madrid y Bruselas

Alfonso Fernández Mañueco es proclamado presidente de Castilla y León con los votos de PP y Ciudadanos

Castilla y León ya tiene nuevo presidente. El ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco fue proclamado el martes de esta semana jefe del Ejecutivo gracias a los votos de su partido (29) y los 12 de Ciudadanos –frente a los 35 del PSOE, los dos de Unidas Podemos y uno de UPL, y las abstenciones de Vox y Por Ávila–, y se convierte así en el séptimo presidente de la Junta.

Alfonso Fernández Mañueco es proclamado presidente de Castilla y León con los votos de PP y Ciudadanos
Mañueco, aplaudido
Mañueco recibe el aplauso de sus compañeros de partido tras ser proclamado presidente de la Junta.

Castilla y León ya tiene nuevo presidente. El ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco fue proclamado el martes de esta semana jefe del Ejecutivo gracias a los votos de su partido (29) y los 12 de Ciudadanos –frente a los 35 del PSOE, los dos de Unidas Podemos y uno de UPL, y las abstenciones de Vox y Por Ávila–, y se convierte así en el séptimo presidente de la Junta.

“Voy a ser un presidente que esté en la calle, con la gente, con sus problemas y sus necesidades, dando la cara, pero también donde se toman las grandes decisiones, en Madrid y Bruselas”, aseguró Mañueco, durante la exposición de su programa, en el que se compromete a trabajar para alcanzar mayor crecimiento económico, procurar calidad a los servicios públicos, fomentar el desarrollo del mundo rural y luchar contra la despoblación y la regeneración. Estos cinco ejes en los que basó su política de gobierno fueron consensuados con Ciudadanos, partido con el que gobernará en coalición y cuyo líder, Francisco Igea, defendió el acuerdo con el PP en aras de los principios de libertad e igualdad y en contra de quienes mantienen acuerdos con los nacionalistas y separatistas.

Mañueco, quien sucede en el cargo al también ‘popular’ Juan Vicente Herrera, prometió un gobierno “honesto, sincero y de actos” y recalcó que su intención es ser el “presidente del diálogo”; diálogo con todos los grupos de las Cortes, con los agentes sociales, con el tejido asociativo, con las entidades locales, con el Gobierno central y con la Unión Europea, remarcó el nuevo jefe del Ejecutivo castellano y leonés.

El socialista Luis Tudanca, ganador de las elecciones, pero quien se vio privado de los apoyos necesarios para formar gobierno, vertió duras críticas contra Mañueco y contra Igea, a los que acusó de haber “traicionado” a la región con un pacto que, dijo, fue fraguado en Madrid y no en la comunidad autónoma.

Pablo Fernández, de Unidas Podemos, auguró “continuidad, degeneración política y cambio de sillones” con la formación del nuevo Ejecutivo, mientras que el representante de UPL, Luis Mariano Santos, criticó los “32 años de políticas erróneas que han evitado el desarrollo de las provincias del oeste” de la comunidad autónoma.

El portavoz de Vox, Jesús García-Conde, consideró que el acuerdo entre PP y Cs no producirá el “cambio” que los votantes de su partido esperaban, si bien, se resistió a sumarse a la corriente “destructiva” de la izquierda.

El representante de Por Ávila, Pedro José Pascual, pidió a Mañueco un compromiso claro para que su provincia tenga los mismos derechos y oportunidades que el resto de territorios de la comunidad autónoma.

Por último, Francisco Igea reprochó al PSOE que le hubiese presentado una propuesta de 34 puntos cuando el “tiempo se había agotado” y criticó los acuerdos que el PSOE mantiene con nacionalistas y separatistas, porque “cada pacto con los nacionalistas son menos inversiones para Castilla y León” y “cada pacto con los supremacistas es menos igualdad para Castilla y León”.