El cántabro Francisco Javier Bustelo de la Riva quiere unir Tierra del Fuego con Alaska en su Citroën 3CV

El escritor y viajero Francisco Javier Bustelo de la Riva, nacido en Alceda (Cantabria, España), está en Allen y está decidido a continuar con su objetivo de unir Tierra del Fuego con Alaska en su Citroën 3CV.El vecino de Viedma ya ha recorrido parte de la Patagonia (unos 7.000 kilómetros) y ha recibido el respaldo institucional de autoridades provinciales y de municipios que ha ido visitando.

El cántabro Francisco Javier Bustelo de la Riva quiere unir Tierra del Fuego con Alaska en su Citroën 3CV
Bustelo de la Riva
Francisco Javier Bustelo de la Riva, junto a su Citroën 3CV.

El escritor y viajero Francisco Javier Bustelo de la Riva, nacido en Alceda (Cantabria, España), está en Allen y está decidido a continuar con su objetivo de unir Tierra del Fuego con Alaska en su Citroën 3CV.

El vecino de Viedma ya ha recorrido parte de la Patagonia (unos 7.000 kilómetros) y ha recibido el respaldo institucional de autoridades provinciales y de municipios que ha ido visitando.

El hombre tiene 75 años y quiere cumplir a toda costa el extenso recorrido previsto porque lo impulsa una ilusión que se merece todos los esfuerzos posibles: ayudar a salvar al planeta Tierra de la destrucción a la que parece haberlo condenado la humanidad.

Para ello, armó un proyecto al que denominó ‘Eco Gobierno Global’ (EGG), para el que recabará firmas de los habitantes de cada lugar que visite en su itinerario de 30.000 kilómetros.

Para financiarse, en su derrotero se dedica a vender ejemplares de los libros que tiene publicados. Además, recibe la solidaridad de todos aquellos que comparten su interés por un futuro mejor.

Cuando salió de Ushuaia, tiempo atrás, fue objeto del apoyo de las autoridades de esa ciudad austral.

En sus desplazamientos, ya ha sumado respaldos de los municipios de Viedma, Carmen de Patagones, Allen, Cipolletti, General Roca, Bariloche, Zapala y Neuquén capital. También lo han apoyado los poderes de Río Negro y ahora de la vecina provincia.

Decidido a seguir adelante, reúne fuerzas, mantiene en óptimas condiciones su vehículo y se apresta a lanzarse hacia los futuros rumbos de su bitácora.

Con el sueño de juntar más de 40.000 firmas para acompañar su proyecto y entregarlo en las Naciones Unidas, en Nueva York, se prepara para continuar.

La idea es que el EGG funcione en la órbita del organismo internacional sin intervención de ningún gobierno. Será propiedad de todos los habitantes de la tierra quienes elegirán un representante por cada continente para que integren la conducción. Luego, esos referentes se encargarán de contratar estudios que determinen cuáles son las prioridades más urgentes para frenar el calentamiento global. A partir de allí se deberán tomar las decisiones.

Bustelo de la Riva no para de exponer su propósito ante cada transeúnte que frena seducido, en principio, por su vistoso vehículo. Después, muchos quedan prendados por su discurso y su firme intención de salvar a la humanidad.

Tampoco para de vender volúmenes de tres de sus obras: ‘El dios de la montaña’, ‘Una casa en el castaño’ y ‘Chau-Chi, una bella historia de amor’. Son relatos enternecedores y cargados de optimismo que aluden a la problemática que enfrenta. “Con cada libro vendido viajaré cien kilómetros”, sostiene.

Hace años que se volcó a la defensa del medioambiente. En 2015 se trasladó en bicicleta con otros ambientalistas desde Barcelona a París para manifestarse en la cumbre por el cambio climático.