Recoge la creación de un nuevo Registro de la Emigración

La Junta General aprobó, por unanimidad, la Ley de los Asturianos en el Exterior y del Reconocimiento de Asturianía

Tras dos años de tramitación y por unanimidad, la Junta General del Principado aprobó la Ley de los Asturianos en el Exterior y del Reconocimiento de Asturianía que recoge los derechos para los cerca de 140.000 emigrantes y retornados asturianos, “un marco normativo que refleja fielmente las transformaciones sociales y económicas de las últimas tres décadas y contempla realidades como el retorno y la nueva emigración”, aseguró el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, durante su intervención en la Junta General.

La Junta General aprobó, por unanimidad, la Ley de los Asturianos en el Exterior y del Reconocimiento de Asturianía
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Martínez explicó la nueva Ley de Asturianos en el Exterior y del Reconocimiento de la Asturianía.

Tras dos años de tramitación y por unanimidad, la Junta General del Principado aprobó la Ley de los Asturianos en el Exterior y del Reconocimiento de Asturianía que recoge los derechos para los cerca de 140.000 emigrantes y retornados asturianos, “un marco normativo que refleja fielmente las transformaciones sociales y económicas de las últimas tres décadas y contempla realidades como el retorno y la nueva emigración”, aseguró el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, durante su intervención en la Junta General.

La creación de un nuevo Registro de la Emigración es una de las principales novedades de esta Ley, que también reconoce a la Federación Internacional de Centros Asturianos (FICA) como interlocutor de referencia de las comunidades asturianas asentadas en el exterior y consolida los programas que ya se estaban realizando como la organización de congresos mundiales de asturianía, convocatoria anual de la Escuela de Asturianía y la elaboración cada cuatro años de un Plan Integral de Emigración.

Martínez aseguró que la nueva norma refuerza el compromiso del Gobierno con las colectividades asentadas en todo el mundo, aporta soporte jurídico y convierte las políticas del Gobierno de Asturias en materia de emigración en obligaciones con carácter permanente, sobre todo los programas de ayuda económica y bienestar social a favor de personas con escasos recursos y en situación de vulnerabilidad.

La nueva Ley, que asegura la asistencia sanitaria a los emigrantes mientras estén en Asturias, garantiza tanto los derechos individuales de los emigrantes en igualdad de condiciones con quienes residen en el Principado como los derechos de las comunidades asturianas “que desde hace más de un siglo han conservado la identidad y la cultura regional transmitiendo sus valores a los descendientes”.

El texto aprobado quiere ser un referente para todos los asturianos del exterior y por eso concilia la atención a la nueva emigración con el reconocimiento y compromiso con la emigración heredera de los primeros asturianos que dejaron su tierra en busca de un futuro mejor. En este sentido, Martínez destacó el papel de las colectividades del exterior a la hora de mantener algunas de las tradiciones culturales asturianas que estuvieron a punto de desaparecer en Asturias. “Esta Ley no habla del pasado, pero reconoce el esfuerzo de nuestra emigración”, explicó el consejero de la Presidencia.

Durante el trámite parlamentario de la Ley, se incluyó el derecho que tienen los emigrantes de conocer la lengua asturiana y la posibilidad de que los centros asturianos puedan ser utilizados como apoyo a la internacionalización de las empresas asturianas.

Asimismo, se contempla promover acuerdos con los centros asturianos del exterior en acciones de promoción turística y avanzar en el uso de las nuevas tecnologías para fomentar las relaciones, sobre todo, con los colectivos más jóvenes.

Nueva norma, 34 años después

Este nuevo marco normativo, que sustituye al que había desde hace 34 años, promueve programas de intercambio cultural, educativo y económico dirigidos en especial a las personas jóvenes descendientes de emigrantes; determina el régimen jurídico de reconocimiento de la asturianía, los derechos y obligaciones asociadas a este derecho y los supuestos de revocación; y desarrolla las competencias del Consejo de Comunidades Asturianas ampliando su composición y dotando a este órgano de mayor pluralidad, al tiempo que incorpora la perspectiva de género con una composición paritaria.

Martínez resaltó en su intervención que la Ley es fruto del trabajo y las aportaciones de los emigrantes, de los centros y casas de Asturias, de la FICA y de los colectivos de retornados, así como de los grupos parlamentarios “que han mostrado su mejor disposición tanto para la elaboración del articulado como para el debate de las enmiendas” y de todas las entidades e instituciones que forman parte del Consejo de Comunidades Asturianas, un órgano que tiene un plazo de un año, a contar desde un mes después de la publicación de esta Ley en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), para volver a constituirse.

Durante su intervención en la Junta General, Guillermo Martínez hizo referencia expresa a los asturianos de Reino Unido y de Venezuela, dos colectivos que requieren especial atención por las circunstancias que atraviesan. En Reino Unido, dijo, hay un colectivo joven y dinámico con un alto nivel de incertidumbre generado por el Brexit y “a los que debemos ofrecer la asistencia que en su tiempo no tuvieron las generaciones precedentes”. Respecto a Venezuela, el consejero recordó la difícil situación que vive el país y que desde el Centro Asturiano se está dando cobertura social y apoyo a quienes más lo necesitan.