Participaron el abad de Covadonga y el director del Parque Nacional de Picos de Europa

El Centro Asturiano de Madrid organizó un ciclo de conferencias con motivo del tricentenario de Covadonga

El Centro Asturiano de Madrid celebró un ciclo de conferencias con motivo de la celebración este año del tricentenario: el Centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias, y el centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga.

El Centro Asturiano de Madrid organizó un ciclo de conferencias con motivo del tricentenario de Covadonga
CA Madrid-Abad de Covadonga
El abad de Covadonga -2º por la izda.-, en un momento de su intervención.

El Centro Asturiano de Madrid celebró un ciclo de conferencias con motivo de la celebración este año del tricentenario: el Centenario de la Coronación de la Virgen de Covadonga, los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias, y el centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga

El encargado de abrir el ciclo, el pasado miércoles, día 17, fue el abad de Covadonga, Adolfo Mariño Gutiérrez, con la conferencia ‘Covadonga, más que un lugar’, en la que destacó que para los asturianos la Virgen de Covadonga es nuestra querida ‘Santina’, venerada Reina y Madre, símbolo de Asturias, cuna de España, “piquiñina y galana”.

Mariño recordó que en Covadonga se funde naturaleza y cultura, historia y trascendencia y que la patrona de Asturias es símbolo religioso, pero también enseña y estrella de asturianía, un emblema patrio. La Santina es también una amorosa Virgen viajera que ha acompañado a los asturianos emigrantes allá donde han ido, aseguró.

El jueves, 18, el turno fue para Rodrigo Suárez Robledano, director del Parque Nacional de los Picos de Europa, quien ofreció la conferencia ‘Del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga al Parque Nacional de los Picos de Europa: 100 años de la Conservación de la Naturaleza en España’. Fue una disertación muy didáctica complementada con imágenes que permitieron, por ejemplo, un mejor conocimiento de la biodiversidad del parque, en el que habitan especies emblemáticas como el lobo o el rebeco, al tiempo que se reintroducen especies como el quebrantahuesos y el urogallo.

También se refirió al ascenso del turismo en el Parque, cada vez más señalizado, y a producciones queseras como el Gamonéu y el Cabrales.