Opinión

Estado aparente

Fue el pensador marxista boliviano René Zabaleta Mercado quien definió a la Bolivia anterior a Evo Morales como un Estado aparente. No hace falta ser muy listo para saber a qué se refería. Bajo la capa de lo público estaba el negocio de unos pocos. La ‘libertad’ individual que esgrimen partidos como el Partido Popular en el ámbito económico no deja de ser simplemente un ‘capitalismo de amiguetes’ en los que unos pocos, a través del poder político, hace negocio con lo público, mientras la ciudadanía observa atónita e impotente como les roban.

Hace pocos días el Tribunal Supremo español sentenciaba con respecto a la estatal Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que “sin un control efectivo sólo se está ante una apariencia de control”. La sentencia en casación tiene relación con una estafa piramidal de hace quince años, caso Investahorro, por la que fueron condenadas tres agencias de Bolsa las cuales recurrieron la condena. La sentencia que ratifica la primera condena aprovecha uno de los argumentos ‘exculpatorios’ de las agencias de Bolsa según el cual la CNMV no les había abierto ningún expediente para profundizar más en lo escandaloso de la apariencia de controles que no existen, sobre todo cuando los organismos públicos y los representantes políticos son extensiones del negocio privado.

La lista de control aparente de lo público sobre lo privado es interminable. Desde la vergonzosa actuación del Banco de España en el control del sistema financiero (de rateros) español hasta la Fiscalía que insulta al juez Castro y le da ánimo a Urdangarin sin olvidar a Hacienda tapando las oscuridades financieras de los Borbón y un largo etcétera en el que queda más que claro quien manda aquí y para quien se manda.

La venta de preferentes, las cuotas participativas y deuda subordinada de entidades como Caja Madrid (Bankia) y Nova Caixagalicia (Abanca), productos financieros tóxicos que dejaron en la ruina  a miles de familias es en este momento una patata caliente en manos del Gobierno del PP, que alegará que todas esas ingenierías financieras se hicieron cuando mandaba el PSOE, pero esa excusa no le será suficiente con la que está corriendo. Esperemos que esa ciudadanía tome conciencia de quien manda aquí y qué clase de sociedad queremos. Nada es para siempre y árboles más altos han caído.