Opinión

La última corrida...

… de toros en Catalunya fue este fin de semana de septiembre de 2010. La ley catalana prohíbe la tortura de toros en Catalunya a partir del 1 de enero de 2012. Uno de los toreros de la corrida, catalán, besó la arena de la plaza. No es el único lugar del Estado español que prohibió tan salvaje “diversión”, los canarios hace años que lo hicieron.
… de toros en Catalunya fue este fin de semana de septiembre de 2010. La ley catalana prohíbe la tortura de toros en Catalunya a partir del 1 de enero de 2012. Uno de los toreros de la corrida, catalán, besó la arena de la plaza. No es el único lugar del Estado español que prohibió tan salvaje “diversión”, los canarios hace años que lo hicieron. Prohíben no porque sea cruel sino por ser español, comentó el torero catalán. Creo que es tan válido el prohibir algo por ser español como por ser cruel, pero en este caso se cumple la propiedad conmutativa: las corridas de toros son crueles y españolas.
En el cono sur, Argentina, Chile y Uruguay hace décadas que prohibieron las corridas de toros. Sólo quien haya asistido a alguna, en directo, sabrá del sufrimiento gratuito de un animal que, según aquellos que los crían, nació para ser maltratado, que es como nacer para ser tonto o drogadicto.
En el Estado español es un delito la organización y asistencia a las peleas de gallos. Cada dos por tres, principalmente en Canarias y Andalucía, detienen a los presentes en esas clandestinas peleas y nos muestran las huellas de las cuchillas en los gallos, en Venezuela que tiene la gallera más grande del mundo, a nadie se le ha ocurrido decir desde el Gobierno que las peleas de gallo son cultura, o que las apuestas de caballos son cultura.
La ex ministra socialista de Cultura, Carmen Calvo Poyato, asistía airada y herida a esa última corrida. Airada porque un acto, una fiesta, de la cultura española, ella tan culta y española, fuese abolida por unos energúmenos que no saben apreciar la cultura. PSOE y PP, con la secretaria nacional de los populares en Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, impusieron su españolidad ante unos catalanes que hace años (por no decir siempre) no quieren saber nada de ellos y con los vientos que desde Madrid soplan cada día sentirán más desprecio hacia quienes los desprecian, bien con sentencias de los Tribunales Supremo o Constitucional, o con las palabras anticatalanistas de ministras como Carme Chacón Piqueras o el candidato ‘popular’ a presidente Mariano Rajoy Brey, que pedía un boicot contra los productos e instituciones financieras catalanas.
Ahora que se queden con sus toros lejos de Catalunya.