Opinión

Ramón de Arana y Pérez, ‘Pizzicato’, musicólogo de Ferrol

“Querido Isaac –me susurra Doña Francisca Díaz Rojo de Lamas, apasionada ferrolana de cuna y honra, ante su casa de ‘Abresa’ en Valdoviño, donde el oleaje marino se exalta y enamora–, has de saber que Ramón de Arana y Pérez, ‘Pizzicato’, fue otra de las muestras imborrables de aquel Ferrol culto que brota con la prosperidad lograda por la construcción naval.
Ramón de Arana y Pérez, ‘Pizzicato’, musicólogo de Ferrol
“Querido Isaac –me susurra Doña Francisca Díaz Rojo de Lamas, apasionada ferrolana de cuna y honra, ante su casa de ‘Abresa’ en Valdoviño, donde el oleaje marino se exalta y enamora–, has de saber que Ramón de Arana y Pérez, ‘Pizzicato’, fue otra de las muestras imborrables de aquel Ferrol culto que brota con la prosperidad lograda por la construcción naval. Pues él participó en el ambiente socio-cultural de la capital departamental. Fue socio fundador, en 1903, del ‘Ateneo Ferrolano’, directivo del ‘Casino Ferrolano’, secretario de la ‘Escuela de Artes y Oficios’, así como profesor de esta institución en las especialidades de geometría y aritmética, álgebra y mecánica y máquinas de vapor”.
Además de su labor divulgativa como conferenciante, al iniciarse en el siglo XX, colabora en las páginas del periódico local ‘El Correo Gallego’: escribe comentarios y críticas musicales, en ocasiones de modo áspero y arriesgado; también, documentados y curiosos artículos en los cuales expresa su interés por la recuperación de las bellas melodías gallegas. Su firma literaria, ‘Pizzicato’, testimonio de su entusiasmo por la música clásica. Asimismo mantiene colaboración con otros diarios locales, entre ellos ‘El Clamor Público. Diario Republicano’ e igualmente la reputada e inolvidable revista anual titulada ‘Almanaque de Ferrol’. Evoquemos aquel artículo de 1905, aparecido en este última publicación, en cuyos párrafos examina y juzga acerca de la existencia de la “música popular ferrolana”, concluyendo que en esta noble ciudad gallega, donde en todo tiempo prevaleció el buen gusto y la selecta afición por el arte musical de Orfeo, llegaron a desaparecer debido a influencias externas las ancestrales danzas y donosos bailes propios de las romerías y festividades de índole popular. En el nº 1 de ‘Galicia, Ciencias, Literatura, Artes’ difunde el trabajo ‘Sobre un Himno gallego, algunas consideraciones’, en el que manifiesta su riguroso juicio en torno a la polémica autoría del Himno de Riego. ‘Ferrol y su comarca’ –editada en La Habana– es testigo de su sabiduría musical. Y en el ‘Boletín de la Real Academia Gallega’ se publican, por otra parte, sus investigaciones en arqueología musical, que exhiben como título ‘Solo de gaita’ y ‘Solo de gaita, coda’. Monografía rica en erudición y elegantemente ilustrada con atractivos grabados.
No sería en vano resaltar que fue un fiel colaborador de Don Castro Sampedro Folgar, espíritu pontevedrés de solera, en ‘Los trabajos del Folclore Musical Gallego’, sin olvidar tampoco su elaboración, junto con el estudioso Varela, de la monografía sobre “Música patriótica española”, obra premiada en la ciudad de Lugo, augusta y más que bimilenaria, históricamente amurallada y romana, en 1901. La asamblea extraordinaria del ‘Ateneo Ferrolano’ en 1911 acuerda dedicarle un homenaje por su excepcional servicio a la vida cultural y artística de Galicia, plasmado en su obra ‘Colección de Cantos Populares Gallegos’, primer premio en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid. “Sí, amigo Isaac, sí –me reconforta Doña Francisca–. Ya escribió Don José Filgueira Valverde que su figura, pese a haber sido el primer folclorista e investigador de la comarca ferrolana, fue muy poco conocida. Intentó un estudio de ‘organografía’ en Galicia. Murió en su Ferrol natal en 1939”.