Opinión

Pensar cansa: Un mundo gobernado por gestores

Antes, cuando una película era mala, se decía que tenía buena fotografía. Era como ir a un espectáculo de Lady Gaga, poco importaba lo que cantase, que siempre es lo mismo, valía más el decorado, la parafernalia y el ‘merchandising’. Nuestra época se volvió la edad de oro del empaque. Lo importante son los envoltorios y no los contenidos.
Pensar cansa: Un mundo gobernado por gestores
Antes, cuando una película era mala, se decía que tenía buena fotografía. Era como ir a un espectáculo de Lady Gaga, poco importaba lo que cantase, que siempre es lo mismo, valía más el decorado, la parafernalia y el ‘merchandising’.
Nuestra época se volvió la edad de oro del empaque. Lo importante son los envoltorios y no los contenidos. Por eso en Europa llevan ya 30 años sin partidos políticos y sin ideología: No hacen falta. Los partidos se convirtieron en empresas de gestión que se dedican a cuadrar números y a presentarse a unas elecciones, crearon fundaciones para disimular el vacío de contenido. El modelo es terriblemente caro, porque los partidos gastan mucho en envoltorio para, después, una vez elegidos, no llenarlo con nada.
Ni Silvio Berlusconi tenía ideología política ni la tiene Mariano Rajoy Brey o José Luis Rodríguez Zapatero. El yerno del rey español, Iñaki Urdangarín Liebaert, tampoco necesitó mucha para camuflar y desviar fondos públicos a sus cuentas y a las de su mujer, la infanta Cristina De Borbón y Grecia.
Más temprano que tarde, por ejemplo Italia y Grecia eliminarán las elecciones por costosas y absurdas. Cada 5 años se presentarán empresas privadas transnacionales (los alumnos de la UCAB –Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas– exigían en sus marchas un socialismo a la sueca para Venezuela) para administrar el Estado. Tecnócratas contratados decidirán qué es o no es relevante. Ahorraremos en banderas, cultura, educación y salud, bienes superfluos para un Estado sin ideología. Invertiremos en infraestructuras, medicamentos, seguros y en investigación, desarrollo e innovación. Los periódicos traerán la programación de los más de mil canales de tv y el resto será deportes, liposucciones y moda, incluidas tendencias.
En ese futuro “mundo eficiente y feliz” la forma del lazo del regalo es más importante que el regalo mismo, y así nos seguiremos contentando con la copia y no con el original, no porque funcione mejor… sino porque pensar cansa.