Opinión

Un 2012 electoral

Pocos años son prolíficos en elecciones presidenciales como este 2012, todos ellos eventos que reconducirán, con casi total probabilidad, la asunción de nuevos liderazgos en el escenario internacional, que estarán igualmente motivados no sólo por aspectos políticos internos sino por el impacto de la crisis económica global.
Pocos años son prolíficos en elecciones presidenciales como este 2012, todos ellos eventos que reconducirán, con casi total probabilidad, la asunción de nuevos liderazgos en el escenario internacional, que estarán igualmente motivados no sólo por aspectos políticos internos sino por el impacto de la crisis económica global.
Haciendo una clasificación por países con fuerte o moderado peso geopolítico y estratégico, un total de cinco elecciones presidenciales se realizarán a lo largo de 2012: en este orden, Rusia, Francia, México, Venezuela y EE UU, sin olvidar que un país igualmente importante como Taiwán (no reconocido oficialmente por la ONU pero sí por 23 países miembros), realizó elecciones presidenciales a mediados de enero, donde se renovó el mandato del actual presidente Ma Ying-jeou, partidario de seguir con la política de distensión y acercamiento con su rival histórico, China.
Precisamente, el presumible futuro gran poder mundial, China, celebrará a finales de año el XVIII Congreso del Partido Comunista, que elegirá una nueva dirección general y un nuevo presidente. En pleno ‘Año del Dragón’, clave dentro de la milenaria cosmogonía china, la dirección de una nueva dirigencia abre curso a la quinta generación de líderes enmarcado en un contexto de crecimiento y poderío económico global.
De todas estas elecciones, las más importantes serán, obviamente, los comicios presidenciales de noviembre de 2012 en Estados Unidos de América, donde el presidente Barack Obama se juega la reelección ante un candidato republicano aún por definir. Con ambivalente popularidad, será la crisis económica el factor que defina si Obama será reelegido. Una perspectiva diferente a la de su homólogo ruso Vladimir Putin, a quien se da por descontando que volverá a la presidencia en marzo aunque en medio de una inesperada oleada de protestas acaecidas desde diciembre pasado, acusando falta de transparencia electoral y deterioro democrático.
Más reñidas se ven las elecciones francesas pautadas para mayo próximo, con la posible celebración de una segunda vuelta electoral. La caída de popularidad del conservador presidente Nicolás Sarkozy ante el empuje del socialista François Hollande y la ultraderechista Marine Le Pen, augura un posible cambio de inquilino en el Palacio del Elíseo. Con ello, se alteraría la actual configuración de poder en la Unión Europea (UE) en torno a la canciller alemana Ángela Merkel. Sin Sarkozy, Merkel deberá buscar un nuevo socio político que revitalice la alicaída economía del euro.
El contexto iberoamericano también ofrece elecciones presidenciales y eventuales variantes políticas. Con menos peso, República Dominicana celebrará sus comicios presidenciales en abril, pero serán México y Venezuela los casos más importantes. El otrora hegemónico PRI podría volver al poder en México de la mano de una dirigencia renovada, ahora bajo el mando de Enrique Peña Nieto. No obstante, el PRI acaba de perder a un importante aliado electoral, lo cual abre las expectativas a elecciones más reñidas en junio próximo.
Por su parte, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías acometerá una nueva reelección determinado por su estado de salud y la posibilidad de que una oposición unida le confronte con fuerza en los comicios de octubre próximo. Las tensiones políticas y sociales en torno al proceso electoral venezolano y la perspectiva incierta de eventual derrota de Hugo Chávez coparán la atención de la opinión pública internacional.
Por último, se deben observar con atención los procesos electorales y constituyentes, así como las tensiones políticas, que se viven actualmente en un mundo árabe que fue protagonista central durante el 2011. Los procesos electorales en Egipto, Argelia y Libia, la crisis siria, las tensiones con Irán, serán acontecimientos igualmente relevantes en un 2012 atípicamente clave para la política internacional.