El Orinoco está en Europa, no en Venezuela

Se acaba de inaugurar la exposición sobre las culturas originarias ‘Orinoco. Viaje a un mundo perdido’ en la Cidade da Cultura, en Santiago de Compostela.
La colección pertenece a la Fundación Cisneros, presidida por Gustavo Cisneros Rendiles, heredada inicialmente de sus suegros William H. Phelps, naturalista venezolano, y su mujer Katherine D. Phelps, padres de la esposa de Cisneros, Patricia Phelps Parker. Tras 13 años recorriendo algunas de las instituciones culturales más importantes del mundo y lugares tan estrafalarios como Laponia, la exposición del Orinoco se suma a La invención concreta en el Museo Reina Sofía para llenar los edificios ‘culturales’ españoles de ‘venezolanidad’.
Patricia Phelps Parker de Cisneros, que suele ser clasificada como “la mujer mejor vestida del año”, forma parte de los patronos fundadores del Museo Reina Sofía de Madrid y Gustavo Cisneros Rendiles tiene la ciudadanía española por concesión del Gobierno de José María Aznar López.
Desconozco el lugar de residencia de los fondos de las exposiciones de la Fundación Cisneros compuesta por arte contemporáneo, moderno, colonial, artistas viajeros a Iberoamérica y la colección Orinoco, pero me huele que en Venezuela no está.
No conozco ningún edificio en Venezuela, país del que procede su fortuna, que albergue permanentemente o exponga al pueblo venezolano las colecciones de la Fundación Cisneros. Su página web da cuenta de las exposiciones de la colección en medio mundo, nos habla de Eslovenia, Rusia, Estados Unidos, nunca de Venezuela…
Gustavo Cisneros Rendiles es propietario en Venezuela de la ‘Cervecera Regional’, y desde 2001 del club de béisbol ‘Leones del Caracas’ (entre otras importantes corporaciones de telecomunicaciones), para que después digan que no hizo nada por el bienestar cultural de los venezolanos.