Impartió la charla ‘Personajes, anécdotas y curiosidades del siglo XIX español’

El profesor José María Peláez repasa el siglo XIX español y sus protagonistas en la Casa de Galicia en Madrid

El escritor, experto en armería y profesor jubilado de la Universidad de Vigo José María Peláez Valle descubrió en la Casa de Galicia en Madrid entresijos del siglo XIX español y sus personajes públicos, en la conferencia ‘Personajes, anécdotas y curiosidades del siglo XIX español’, que impartió este miércoles 27.

El profesor José María Peláez repasa el siglo XIX español y sus protagonistas en la Casa de Galicia en Madrid
Un momento de la conferencia con parte del público, que la siguió con sumo interés
Un momento de la conferencia sobre el siglo XIX español.


El escritor, experto en armería y profesor jubilado de la Universidad de Vigo José María Peláez Valle descubrió en la Casa de Galicia en Madrid entresijos del siglo XIX español y sus personajes públicos, en la conferencia ‘Personajes, anécdotas y curiosidades del siglo XIX español’, que impartió este miércoles 27.

Acompañó y presentó al conferenciante el coordinador de Actividades de la Casa, Ramón Jiménez, quien presentó al conferenciante como gran conocedor de la España del siglo XIX y recordó que ha pronunciado otras conferencias en esta Casa, la última “hace ya casi dos años sobre el Marqués de Salamanca”, y que en ella presentó su libro ‘Héroes en el olvido’. Añadió que también es autor de la novela histórica ‘Honor y rebeldía’ y de otros libros como ‘Pequeña estatuaria de bronce’, ‘Armería vasca de lujo en el siglo XIX’, ‘Desafíos’, ‘Encuentros y Duelos de Honor. Armas de Reglamentos’ y de la novela ‘El hombre de las muñecas’. Además, ha ejercido durante muchos años la docencia como profesor numerario de Ingeniería de Materiales y Metalurgia Histórica de la Universidad de Vigo, está en posesión del título de Ingeniero Europeo –Euroingeniero–, ha realizado investigaciones sobre metalurgia de objetos de arte antiguos, publicados en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otras importantes entidades, y labores de asesoramiento para museos y de experto para anticuarios y salas de subastas internacionales.

Peláez inició su entretenida conferencia con una visión global de la complejidad –más de cien gobiernos– y violencia –terribles guerras: Independencia, Guerras Carlistas, Guerras de África, motines, sublevaciones, algaradas, pérdida de colonias, desastres de Cuba y Filipinas– dominante a lo largo de la centuria y una reflexión sobre sus posibles causas, exponiendo opiniones al respecto de historiadores como Américo Castro, Sánchez Albornoz y Salvador de Madariaga. Con una interesante clasificación por grupos de personajes afines a muy diferentes ambientes, orígenes y actividades, “bajo un punto de vista poco juzgador de hechos y conductas”, hizo un relato seleccionado de la vida de algunos de los personajes más destacados, anécdotas, singularidades y comportamientos de reyes, iluminados, guerrilleros, militares, bandidos, políticos, artistas, toreros, etc.

Además, enmarcó los hechos y los personajes en su ámbito económico y social y fue haciendo encajar a los personajes en el desarrollo de avances y transformaciones en el ámbito urbanístico y social de la capital, partiendo de que, tanto en los episodios históricos como en sus protagonistas, se observaba “una cierta autocensura con ocultación de datos por protección de intereses de altos personajes”. Así, recordó algunos proyectos importantes como la realización del Canal de Isabel II, “con la destacable aportación en la canalización de agua con tuberías de presión de fundición de hierro, hechas en la Real Fábrica de Sargadelos de Galicia”.

Entre los personajes abordados por Peláez figuran los reyes del período. De Carlos IV refirió sus aficiones, el sojuzgamiento de María Luisa de Parma, la aceptación de Godoy y el comportamiento en su abdicación; de María Luisa de Parma, su carácter furioso, su amor por Godoy, que tuvo 24 embarazos y 14 hijos y el descubrimiento de un documento de su confesor manifestando que ninguno de ellos lo era del legítimo matrimonio; de Godoy, el origen de su valimiento, su fulgurante carrera militar y su comportamiento político; de Fernando VII, el sentimiento de amor y odio hacia su madre, la derogación de la Constitución de 1912, la  traición a sus súbditos, el Trienio Liberal y que fue amante de la Naranjera, que también lo era, simultáneamente, del bandido Luis Candelas.

Peláez se refirió asimismo a José I; a Napoleón, su relación con la guerra de España, el final de su vida en Santa Helena, sus amores finales con la esposa del Conde de Montolón, su muerte y manipulación del cadáver y la subasta de su pene, en 1999, en ‘Chrysties’, y a María Cristina de Borbón, a quien atribuyó carácter intrigante.

Se detuvo asimismo en Isabel II, su lista de amantes, en la que puso en duda a Olózaga y Salamanca y señaló como reconocidos públicamente a: general Serrano, José María Ruiz de Arana (El Pollo Arana), Enrique Puigmoltó, Miguel Tenorio de Castilla y Carlos Marfiori y Calleja, que la acompañó al destierro; en quien fue su marido, Francisco de Asís, reputado de inmoral, al que atribuyó “varias amantes femeninas y una relación definitiva con un varón de apellido Meneses con quien vivirá hasta su muerte, después de su separación de Isabel II”; en Amadeo de Saboya y en Alfonso XII y sus matrimonios con María de las Mercedes y María Cristina de Habsburgo.

En el capítulo de los guerrilleros, el conferenciante habló del Cura Merino, La Partida del Brigante, La Morena, La Brita, Juana la Loca, Fermina la Navarra, La Matahombres, el Capuchino y Franceschi, Porlier el Marquesito y el Cura Santa Cruz.

En el de los militares, citó a Espartero, Serrano, Narváez, Ros de Olano, general Concha, Marqués del Duero, Prim y Weyler; en el de los banqueros, a Salamanca y su relación con Isabel II y Guy Stefan; en el de los poetas, a Larra y Espronceda; en el de los iluminados, a sor Patrocinio, la Monja de las Llagas; y en el de los toreros, a Paquiro, Cúchares y El Tato.

En el de los bandoleros, a El Tempranilllo y su fase de comandante del Escuadrón de Protección y Seguridad Pública de Andalucía; y a Luis Candelas, el más célebre bandido madrileño, amante de La Naranjera, que compartió con Fernando VII.