‘El emigrante’ presentó su tercer disco en el Centro Español de Menziken

José Ramón Recarey: “La suerte que tuve en Suiza no la tuve en España. Gracias a este país pude salir a flote”

Las tardes-noches otoñales en Suiza se hacen largas y oscuras y, aunque el invierno no ha llamado a la puerta todavía, cierto es, que los emigrantes prefieren disfrutar de la noche del sábado en esta época del año entre buenos amigos y con una suculenta y sabrosa comida casera que les acerque a casa. Si, además, la noche está amenizada por la música nostálgica del xalleiro José Ramón Recarey Gómez ‘El emigrante’ que llena la sala de emociones, sentimientos y recuerdos, poco más se puede pedir.
José Ramón Recarey: “La suerte que tuve en Suiza no la tuve en España. Gracias a este país pude salir a flote”
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José Ramón Recarey, durante su actuación en el Centro Español de Menziken.

Así, el pasado fin de semana, más de 70 personas acudieron al Centro Español de Menziken para disfrutar de una velada entrañable.

José Ramón Recarey nació hace 51 años en Boaña de Abaixo, en la parroquia de Castriz (Santa Comba). Este xalleiro, orgulloso de su tierra y sus gentes, esconde en su profunda mirada una historia marcada por los tristes momentos y recuerdos que han dejado una impronta importante en su vida y, que, a su vez, le han forjado como persona. A la edad de seis o siete años comenzó a sufrir ‘bullying’ en el colegio debido a la tartamudez que sufría, la cual se convirtió en el objeto de burla para sus compañeros de infancia; un factor que le generó inseguridades y mucha timidez y que desaparecían a través de la música y el cante. Amante del deporte, el fútbol se convirtió en el refugio perfecto además de su otra pasión, la música. En el fútbol desarrolló un gran potencial como portero que no pasó desapercibido para el Club Bergantiños que lo fichó en 1989. Sin embargo, al igual que a Julio Iglesias, un desafortunado accidente de coche truncó una prometedora carrera. La música volvió a convertirse en su mejor terapia de curación.

Con 19 años inició un nuevo camino en el mundo de las verbenas y de las orquestas. Formó parte de Los Gemelos, Nova Banda e incluso se atrevió a formar el Dúo Corazón donde contó con la colaboración de su hermana. Miguel Torres es su mayor referente musical y se siente un gran admirador del artista. Su padre siempre le ponía copla española en casa. Se considera amante de la música en general, pero se inclina por la música española, aunque le gusta darle “su estilo” a temas tan conocidos para los que el músico Manuel Blanco ha contribuido con ciertos arreglos. Sus canciones están dedicadas a la emigración, al amor, a la infancia, a los marineros, a los mineros y, especialmente, a sus padres. José Ramón guarda cierta tristeza en sus palabras cuando recuerda las pérdidas que ha sufrido en la vida como la de sus padres y la de la mujer que iba a ser su esposa.

“La música lo es todo para mí. Es la que me ha ayudado a salir de todos los malos momentos por los que he pasado. Creo que necesito la música tanto como respirar y seguiré cantando hasta que el cuerpo me lo permita. Creo que el día que deje la música lo voy a pasar mal. Me siento muy querido y arropado por la gente”.

José Ramón reside desde febrero de 2011 en la ciudad suiza de Biel a la que llegó desesperado con la situación que la crisis inmobiliaria y los impagos que sufrió su empresa de construcción.

“Me encontraba en el bar de mi hermana y no lo pensé. Me subí al coche y le dije que emigraba a Suiza. Necesitaba cumplir con los pagos de mis trabajadores, principalmente. Somos 8 hermanos y, excepto dos, todos habían estado o están en Suiza. La primera vez que emigré, pero por poco tiempo, fue con 15 años. La verdad que la suerte que tuve en Suiza no la tuve en España. Gracias a este país pude salir a flote. Este país me acogió y me colmó de las oportunidades que mi lugar de origen no me ofreció”.

En Suiza, además de trabajar en el sector de la construcción, se sumergió en la música de nuevo, dedicándole, mayoritariamente, los fines de semana. En 2015 grabó su primer disco ‘El emigrante’, pero un cáncer de pulmón lo tuvo luchando durante cuatro años. En la actualidad, este xalleiro de corazón, emigrante por obligación y cantante por pasión tiene tres discos en el mercado y el tercero, un merecido homenaje a sus padres fallecidos, lo presentó el pasado fin de semana en el Centro Español de Menziken.

“Mis proyectos futuros son seguir grabando discos, principalmente, para la emigración. Emigrar es un cúmulo de emociones. Dejas atrás a los amigos, a la familia, costumbres y tradiciones, hábitos diarios, la cultura, el país, el idioma… Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.

En breve, viajará a su Santa Comba natal donde espera disfrutar de su gente y de su tierra además de poder seguir compartiendo su trabajo musical en Galicia. Retornar no está en sus planes inmediatos, pero sí desea pasar los últimos momentos de su vida “no seu lar”, Galicia.