La FREMSS presentó un Manifiesto para la Flexibilización de la Obligación de Desembarque de las Capturas realizadas por la flota de la UE

La Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (FREMSS) ha presentado este martes en la Casa de Galicia en Madrid el Manifiesto para la Flexibilización de la Obligación de Desembarque de las Capturas realizadas por la flota de la Unión Europea, que se hace eco del malestar e inquietud que en los pescadores españoles, y fundamentalmente de Galicia, como primera potencia pesquera de España, causa la entrada en vigor a partir del 1 de enero de 2019 de la obligación de desembarque de todas las capturas que realice la flota pesquera europea en aguas comunitarias.

La FREMSS presentó un Manifiesto para la Flexibilización de la Obligación de Desembarque de las Capturas realizadas por la flota de la UE
El delegado de la Xunta, ante los directivos de FREMSS, dando la bienvenida a la presentación
El delegado de la Xunta, ante los directivos de FREMSS, durante su intervención en el acto.

La Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (FREMSS) ha presentado este martes en la Casa de Galicia en Madrid el Manifiesto para la Flexibilización de la Obligación de Desembarque de las Capturas realizadas por la flota de la Unión Europea, que se hace eco del malestar e inquietud que en los pescadores españoles, y fundamentalmente de Galicia, como primera potencia pesquera de España, causa la entrada en vigor a partir del 1 de enero de 2019 de la obligación de desembarque de todas las capturas que realice la flota pesquera europea en aguas comunitarias.

En la presentación intervinieron el delegado de la Xunta, José Ramón Ónega, que dio la bienvenida al acto; el presidente de Pescagalicia-Arpega-Obarco y miembro de la Ejecutiva de FREMSS, Severino Ares; el gerente de la Lonja de A Coruña y miembro de la Ejecutiva de FREMSS, José Luís Otero; el secretario de FREMSS, Torcuato Teixeira; y el presidente de FREMSS, Juan Carlos Corrás.

Los pescadores dicen defender y compartir “la necesaria conservación de los ecosistemas marinos, manteniendo o llevando a las poblaciones de sus recursos vivos a situaciones de rendimientos máximos sostenibles” pero también “que el pescador debe ser considerado como parte de dichos ecosistemas buscando un equilibrio con los mismos, de los se extraen anualmente miles de toneladas para alimento de las poblaciones humanas”.

Afirman que “la obligación de desembarque establecida en la reglamentación comunitaria básica de la Política Común de Pesca no contribuye a la consecución del objetivo del RMS (rendimiento máximo sostenible) y puede poner en peligro la sostenibilidad socioeconómica de la estructura pesquera y el empleo en este sector productivo y en todos sus cadenas económicas derivadas; además incrementa considerablemente el trabajo a bordo de los pescadores conllevando jornadas laborales más prolongadas y poniendo incluso en peligro la estabilidad de los buques obligados a estibar en sus bodegas todas las capturas realizadas”.

También que las flotas pesqueras europeas son “de las flotas más sostenibles a nivel mundial, pues la pesca europea apenas descarta el 10% de sus capturas, fundamentalmente capturas para las que no se dispone cuota suficiente para pescar, y todo ello a pesar de que en la mayoría de estas cuotas se podría disponer de mayor cuota sin poner en peligro la sostenibilidad de los recursos”. Para valorar comparativamente los datos de los descartes de la actividad pesquera con otras actividades económicas, señalan que “en la UE se desechan anualmente 89 millones de toneladas de comida en buen estado, el 30% de lo producido”.

Los representantes de los pescadores señalan que “esta norma tal como reconoce la propia Comisión de Pesca se ha impulsado sin certezas sobre su aplicación práctica,  pero para la Comisión de Pesca, tal como ha dicho alguno de sus representantes, ‘…pesó más el interés político por resolver el tema de los descartes que desacreditaba la Política Pesquera Común…”. “En definitiva se ha implementado una política sin valorar su impacto práctico en la actividad pesquera y por evitar el descrédito de la PPC, un posado estético-político de la UE para contentar a una parte de la opinión pública y sobre todo a las influyentes ONG medioambientalista. De ahí que estas últimas premiaran a la impulsora de esta política, la ex comisaria de Pesca Maria Damanaki, con un relevante puesto en una ONG medioambientalista”, señalan, indicando que Damanaki pasará a ocupar el puesto de directora general mundial de los océanos de The Nature Conservancy.

Recabando apoyos

A través de este Manifiesto, la FREMSS está solicitando apoyos políticos, como los  recabados de los grupos parlamentarios del Parlamento de Galicia y los que busca en los portavoces de Pesca de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, y apoyos institucionales como el ya dado por el Consello Galego de Pesca o la Universidad de Coruña, “para que la Comisión de Pesca flexibilice la entrada en vigor de dicha obligación en el 2019, valorando medidas de gestión pesquera distintas a las actuales, que impidan la generación de los descartes de pesca actuales, y tal como señalan todos los expertos, se enfoque el problema de manera muy local, sin intentar implementar medidas globales a problemas muy singulares dependiendo de cada pesquería y región pesquera, en definitiva implementar cualquier medida tendente a reducir los descartes a través de planteamientos muy localizados y con herramientas muy específica”.

“Lo contrario es llevar al sector pesquero a un callejón sin salida, dado que las medidas de exenciones y mínimos establecidas en la reglamentación comunitaria son totalmente insuficientes para paliar los problemas y dificultades que tendrá el sector pesquero con las llamadas especies de estrangulamiento, que son especies para las que los pescadores no tienen cuota de pesca, y que provocarán el estrangulamiento de su actividad pesquera, ya que no podrán salir a faenar, ni a capturar esa especie ni otras de las que sí dispongan cuota de pesca”, sostienen.