Procedente de Venezuela, cursa un máster de Gestión y Dirección Laboral en Vigo

Cristina Ezquerdo: “Mi idea es quedarme en Vigo e intentar entrar en el mundo laboral”

Cristina EzquerdoCristina Ezquerdo Priegue, natural de Venezuela, forma parte del grupo de becarios que este curso se benefician de una BEME (Bolsas Excelencia Mocidade Exterior). Hija de gallega natural de Ponte Nafonso (Noia), una vez finalizado el máster, su intención es instalarse en Vigo –ciudad en la que tiene familiares y de la que se enamoró–, y abrirse un hueco en el mercado laboral vigués.  

Cristina Ezquerdo: “Mi idea es quedarme en Vigo e intentar entrar en el mundo laboral”
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Cristina Ezquerdo, en el acto de bienvenida a los nuevos BEME en el campus vigués.

Trasladarse a vivir a Galicia ha sido para Cristina Ezquerdo Priegue un anhelo constante desde aquella primera vez en que tuvo ocasión de acercarse a Vigo para visitar a sus familiares, que, pese a ser naturales de Ponte Nafonso (Noia), residen en la ciudad olívica. 

Nacida en Venezuela, una vez finalizados sus estudios en Caracas, esta hija de gallega –“Mi madre fue la única de la familia que emigró”, asegura–, ha podido por fin hacer realidad su sueño, gracias al programa de becas instaurado por la Xunta para promover el retorno a Galicia de jóvenes talentos residentes en el exterior dispuestos a ampliar sus conocimientos en una de las tres universidades gallegas. 

Se trata de las becas BEME (Bolsa Excelencia Mocidade Exterior), una iniciativa que hace cinco años puso en marcha la Secretaría Xeral de Emigración con el propósito de alcanzar un doble objetivo. Por una parte, aprovechar los conocimientos de los jóvenes gallegos afincados en otros países en pro del desarrollo económico de la región, y por otra, diseñar políticas que contrarresten la tendencia demográfica a la baja que acusa la comunidad autónoma, lo que se presenta como un problema preocupante a corto y medio plazo.

Cristina tuvo conocimiento de estas becas estando en el ecuador de la carrera y, desde entonces, su idea fue optar a una de las plazas que se ofertan por medio de este programa del Gobierno gallego.

“Quería especializarme en algo y tener la oportunidad de venir y ver a mi familia”, comentó a este periódico el pasado día 6, en el transcurso del acto de presentación del año académico de los beneficiarios de las BEME en el campus vigués; un acto que contó, entre otros, con la presencia del rector, Manuel Reigosa, y del secretario xeral de Emigración, Antonio Rodríguez Miranda.

Cristina escogió un máster de Gestión y Dirección Laboral, que se imparte en la Universidad de Vigo, porque es el que mejor se adapta a sus estudios y con el que espera “optar al mercado laboral” en Galicia. Pero también porque es en esta ciudad del sur gallego, y pegada al mar, donde más le gusta vivir. “He venido otros veranos y estoy enamorada de Vigo”, comenta, ilusionada.

Sus orígenes gallegos le han arrastrado en más de una ocasión a dejar Caracas para visitar a sus familiares, y le han permitido, asimismo, disfrutar del programa de Campamentos de Verano con el que el departamento de Emigración de la Xunta trae en el periodo estival a Galicia a jóvenes del exterior interesados en establecer contacto con la tierra de sus padres. 

En alguna ocasión “veraneé en Vigo porque venía con otras ayudas de la Xunta”, comenta, en relación a los campamentos.

Una vez concluido el máster, asegura que su idea es “quedarme en Vigo” e “intentar entrar en el mundo laboral”, ya que a esta joven caraqueña le interesa conocer más cosas de España. “Todos los países son muy distintos”, dice, convencida del enriquecimiento personal que conlleva conocer culturas y costumbres diversas.

Por ese motivo, valora muy positivamente la iniciativa de becas que puso en marcha la Xunta, para “traer gente que trabaje y que mueva el país”. 

Un grupo representativo de los 700 que hasta el momento están disfrutando o han podido disfrutar de una BEME proceden de Venezuela, país que acusa una grave crisis política y económica y que, precisamente por ello, incita al éxodo a aquella parte de la población con medios para abandonar el territorio.

“La situación es muy crítica y todo el mundo se está yendo”, asegura Cristina, quien, en su caso y en el de otros amigos en su misma situación, lo tuvo “más fácil” gracias a la beca. 

Algo más de 32.310 gallegos están empadronados en la actualidad en la República Bolivariana, de los cuales, algo más de 12.000 son nacidos en Galicia, una comunidad que colabora en amortiguar la situación de la población gallega en el país, con ayudas que se distribuyen a través de las entidades gallegas creadas por la colectividad, y que se muestra igualmente dispuesta a proporcionarles acogida en circunstancias como las actuales.