Vinculada al Centro Gallego de Santa Cruz de Tenerife, recorre la ruta portuguesa

Concepción Rojo: “Ya hice el Camino en otras ocasiones, pero me gusta y no me importa repetir”

Concepción Rojo ya conoce las exigencias de la ruta Xacobea. Hace dos años ya hizo el Camino Portugués por la costa desde Valença do Miño (Portugal) y el Francés lo realizó por distintos tramos, empezando por el de Roncenvalles a Logroño y siguiendo por el de Ponferrada a Santiago. Ahora, a esta residente en Tenerife, se le presentó de nuevo la ocasión y no lo dudó. “Me gusta y no me importa repetir”, dice.

Concepción Rojo: “Ya hice el Camino en otras ocasiones, pero me gusta y no me importa repetir”
Concepcion Rojo-Tenerife1
Concepcion Rojo, a su llegada al aeropuerto de Vigo para hacer el Camino de Santiago.

El Camino de Santiago constituye un reclamo para las personas a las que les gusta andar y mantenerse en contacto con la naturaleza. En ese caso, la paliza de recorrer entre 20 y 25 kilómetros cada día se ve recompensada por el placer que produce hacer ejercicio y contemplar el paisaje, al tiempo que se desarrolla una conversación agradable con el compañero de viaje, si es que existe. Muchos no conciben el camino en solitario, otros son capaces de realizarlo sin compañía las veces que haga falta por pura satisfacción, aunque para ello tengan que cruzar el charco hasta la península. Concepción Rojo ya conoce las exigencias de la ruta Xacobea. Hace dos años ya hizo el Camino Portugués por la costa desde Valença do Miño (Portugal) y el Francés lo realizó por distintos tramos, empezando por el de Roncenvalles a Logroño y siguiendo por el de Ponferrada a Santiago. Ahora se le presentó de nuevo la ocasión y no lo dudó. “Me gusta y no me importa repetir”, dice.

Junto a su esposo, de origen gallego –no se sumó a la propuesta porque “está mal de las rodillas”– está asociada desde hace años al Centro Gallego de Santa Cruz de Tenerife, donde le informaron de la promoción que la Xunta, a través de la Secretaría Xeral de Emigración, hace del Camino en este año de jubileo.

“Me sorprendió, pensaba que era broma”, asegura. Pero el presidente de la entidad la convenció de la veracidad de la propuesta y la animó. “Si es en serio, apúntame, me parece estupendo”, reaccionó.

Su idea era hacer el Camino también este año, pero le frenaba el tener que dormir en albergues con gente que no conoce y que pudieran poner en peligro su salud.

“Lo pensaba, pero no me acababa de decidir”, comenta. Entonces surgió esta oportunidad y se dijo: “Me voy encantada”.

Estos días y hasta el próximo sábado, recorre de nuevo la ruta portuguesa hasta la tumba del Apóstol convencida de que el Camino de Santiago “es una cosa que debería probar todo el mundo”.