El Centro Gallego de Santander celebra las Letras Gallegas 2022 con diversas actividades
La literatura, la música y el homenaje a Benito Madariaga de la Campa centraron las celebraciones del Día das Letras Galegas organizadas por el Centro Gallego de Santander.
El presidente de la institución, José Antonio Otero Hermida, glosó la figura de Florencio Delgado Gurriarán, valdeorrés, republicano y galleguista, como se definía el escritor seleccionado por la Real Academia Gallega para conmemorar el Día das Letras Galegas.
En este acto, participaron representantes de la Sociedad Cántabra de Escritores que recitaron poesías de Rosalía, acompañados del buen hacer musical del extraordinario guitarrista Manuel Iberia. La intervención del coro ‘Voces de Santander’, dirigido con gran acierto por Beatriz Valiente Barroso, así como el afamado grupo de gaitas y baile ‘Airiños da Terra’, que conduce magistralmente Restituto Díez Liébana, pusieron el ambiente festivo a estas nuevas Letras Galegas después de casi dos años de pandemia.
Para terminar esta intensa semana cultural, el sábado 21 de mayo, el famoso gaiteiro lucense y estudioso del folclore gallego Bruno Vilamor Gay ofreció un concierto de variada música popular gallega, donde el gaiteiro hizo gala de su virtuosismo utilizando diversos instrumentos como la flauta, la gaita y la zanfona. Una foto de familia de Bruno en compañía de miembros de la Junta Directiva e integrantes del grupo folclórico ‘Airiños da Terra’, cerro el concierto y dio paso al vino gallego ofrecido por la Casa de Galicia.
Homenaje a Benito Madariaga
Durante la semana cultural de las Letras Gallegas 2022, se hizo un sentido homenaje póstumo al que fue un gran escritor, investigador, cronista oficial de la ciudad de Santander y Socio de Honor de la Casa de Galicia, Benito Madariaga de la Campa.
Benito Madariaga poseía una brillante y extensa biografía, miembro de varias Academias, poseedor de numerosas condecoraciones y honores, ejerció además la profesión de veterinario en varias facetas, como el estudio de los animales de la cueva de Altamira. También tuvo tiempo de ocuparse del medio marino en Santander, trabajando en la que fue una de las primeras estaciones de Biología Marina de España fundada por Augusto González de Linares a comienzos del S.XX, embrión del actual Instituto Oceanográfico y el Museo Marítima del Cantábrico.
Se inició el solemne y al mismo tiempo entrañable acto, con la bienvenida del presidente Otero Hermida a su viuda Celia Valbuena, sus hijos María Celia y Juan Benito y los familiares del homenajeado; a las autoridades civiles y militares presentes, como el delegado de Defensa en Cantabria Emiliano Blanco Martín, así como a todos los socios y simpatizantes, que llenaban por completo el salón Rosalía de Castro, donde se desarrolló el homenaje.
La mesa que presidia el acto estuvo integrada por presidente de la Sociedad Cántabra de Escritores (SCE), José Ramón Saiz Fernández; la alcaldesa de Santander, Gema Igual Ortiz; el presidente del Centro Gallego, José Antonio Otero Hermida; así como Marino Pérez Avellaneda (SCE) que actuó como presentador y moderador. Los intermedios del acto estuvieron acompañados por la música de María Rodríguez Kolesnikova al violonchelo.
En el homenaje estuvieron presentes representantes de diferentes instituciones con las que colaboró en su día Benito Madariaga, como Juan José Sánchez Asensio, presidente del Colegio de Veterinarios; Fernando Gomarín Guirado, de la Real Sociedad Menéndez Pelayo; Francisco Vázquez – Quevedo, presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Cantabria; Ramona Fuente Arroyo, presidente de la Sociedad Prehistórica de Cantabria; Gerardo García-Castrillo, director del Museo Marítimo del Cantábrico; y Guillermo Balbona, redactor jefe de Cultura del Diario Montañés.
En su discurso el presidente del Centro Gallego y en representación de la Junta Directiva y socios, puso de manifiesto que era un honor poder celebrar este querido homenaje. “Nos complace hacerlo retomando de nuevo nuestras actividades paralizadas desde hace casi dos años por la pandemia, precisamente en la semana cultural de las Letras Gallegas, festividad grande para la cultura gallega y universal en la cual D. Benito participó activamente durante muchos años”.
“Nuestro amigo D. Benito, –aseguró Otero– poseía entre otros muchos títulos honoríficos, el de ‘Socio de Honor del Centro Gallego de Santander’, título que mereció ampliamente por sus continuas manifestaciones de amistad hacia nuestra entidad, representada por distintas Juntas Directivas, y sus múltiples y valiosísimas colaboraciones en modo de charlas y conferencias sobre varios temas culturales, destacando los dedicados a los más afamados escritores gallegos o personajes vinculados a nuestra tierra”.
La relación de Madariaga con Galicia se puso de manifiesto en su extensísima obra. Muchas de sus aportaciones fueron publicadas en la revista ‘Libredón’ en los últimos 40 años y gracias a la colaboración de su viuda Celia Valbuena, han sido recopiladas para este acontecimiento.
Benito Madariaga se ocupó en su faceta de cronista e investigador de números personajes de la cultura gallega como el padre Jesús Carballo como un prehistoriador olvidado; Concha Ruth-Morell, la ‘Tristana’ modelo de Galdós; Ramón Otero Pedrayo; y Augusto González de Linares y su relación con la estación de biología marina de Santander. También se ocupó de la figura contradictoria de Gumersindo Laverde Ruíz; participó en conferencias dedicadas a Concepción Arenal y escribió notas biográficas sobre Dionisio Gamallo Fierros.
Además, fueron numerosas las publicaciones sobre Galicia y sus personajes en otros medios de difusión como la Revista de Estudios Galdosianos, la revista del Centro de Estudios Montañeses, así como los Anales de la Facultad de Veterinaria de León. Finalmente, en su obra póstuma ‘Páginas de acá y de allá’ editada en el 2020, en el apartado ‘En defensa de la mujer. De Concepción Arenal a María de Maeztu’, volvía a glosar la figura de las ilustres gallegas Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán.
Su proximidad a esta casa regional fue tan grande, que en los tiempos en los que su salud todavía se lo permitía, su presencia en las dependencias del Centro Gallego era habitual casi todas las tardes. Allí, en la sala de lectura, empapándose de la actualidad a través de los diferentes diarios de la prensa local, gallega y nacional. Era de todos conocido el ‘sillón’ que llaman de ‘D. Benito’.
El descubrimiento de un retrato y una placa en el sillón donde Madariaga disfrutaba de la lectura, por parte de su viuda Celia Valbuena en compañía del presidente José Antonio Otero, pusieron el broche de oro a este merecido homenaje.
