En 1931 publica ‘Hosanna. Bajo el cielo porteño’, obra en la que recoge sus experiencias en la Argentina

El Álbum de Galicia incorpora a la poeta y dramaturga Herminia Fariña, que emigró en 1929 a Buenos Aires

Herminia Fariña Cobián (Santiago de Compostela, 1904-Simes –Pontevedra–, 1967) fue una poeta y dramaturga de gran repercusión de un lado y del otro del Atlántico, cuya obra estuvo marcada por la naturaleza, la lengua, el paisaje y las gentes de Galicia. Sonia Sánchez firma la biografía de Herminia Fariña, nueva entrada del Álbum de Galicia.

El Álbum de Galicia incorpora a la poeta y dramaturga Herminia Fariña, que emigró en 1929 a Buenos Aires
CCG-Herminia Fariña
Herminia Fariña, en una fotografía antigua publicada en el ‘Diario de Pontevedra’ en 2014.

Herminia Fariña Cobián (Santiago de Compostela, 1904-Simes –Pontevedra–, 1967) fue una poeta y dramaturga de gran repercusión de un lado y del otro del Atlántico, cuya obra estuvo marcada por la naturaleza, la lengua, el paisaje y las gentes de Galicia. Sonia Sánchez firma la biografía de Herminia Fariña, nueva entrada del Álbum de Galicia.

Herminia Fariña tuvo una vida intensa, se casó y enviudó tres veces, fue una autora precoz, que escribió sus primeros poemas y participó en recitales desde los 15 años. Sus primeras obras vieron la luz en ‘A Nosa Terra’, órgano de expresión de ‘As Irmandades da Fala’, aunque publicó un poemario en castellano, ‘Cadencias’, contó con el aval de Castelao, que es el autor de la ilustración de la portada.

El gallego se convierte en la única lengua poética posible en su segundo libro, ‘Seara’. Fue publicado en mayo de 1924 con portada ilustrada, esta vez, por Luis Pintos Fonseca. Contiene 34 composiciones que cantan los recuerdos de su infancia en la ciudad de Santiago de Compostela. Son piezas marcadas por un profundo diálogo del yo lírico con la naturaleza insondable y profunda del paisaje gallego. Tuvo un éxito inmediato y gran repercusión en la crítica y en los periódicos. Autores como Victoriano Taibo, Ramón Cabanillas o Antón Villar Ponte reciben la obra con entusiasmo y le dedican importantes elogios que tienen continuidad en los años siguientes, al tiempo que se suceden las publicaciones a ambos lados del Atlántico.

Su obra fue muy bien acogida desde siempre tanto en Galicia como en Madrid. Ramón Cabanillas, Basilio Álvarez, Narciso Correal o Pedro de Répide destacan su estilo y elogian en público sus composiciones. En 1925 llega el reconocimiento de la Real Academia Galega que la nombra académica correspondiente.

Además de la poesía, también promueve la escritura dramática, que pronto va a tener presencia en los escenarios. Así, el 23 de marzo de 1927 se estrena en el Teatro Principal de Santiago dos obras de su autoría: una breve comedia en castellano titulada ‘La marquesa de Miraflores’, y el poema dramático en gallego ‘Margarida a malfadada’, que, en palabras de Fernando Salgado, “la convierte en la primera mujer que escribe teatro en gallego”. Además de esto, el estreno de ‘Margarida a malfadada’, en la que la autora asume el rol de actriz principal, fue calificada de “éxito colosal” por el periódico ‘El Compostelano’. Esto supuso un auténtico estímulo para el público del momento que comienza a interesarse por el teatro en gallego. La obra tuvo varias reposiciones en Compostela y repitió idéntico éxito en Pontevedra y Vigo, aunque en esta última ciudad fue acompañada de otra pieza teatral de su autoría y también en gallego: ‘O soldado froita’. Su interés por las artes escénicas le lleva a experimentar también con el género de la zarzuela en gallego con ‘O avarento’. La obra llegara a ser musicada por el compositor José Jané, mas nunca se estrenó.

En 1929 Herminia Fariña emigra a Buenos Aires. Comienza una etapa de mucha actividad pública: comparte palestras con figuras como Antonio Alonso Ríos o Ramón Suárez Picallo; colabora en publicaciones periódicas como ‘Vida Gallega’, ‘Lar’, ‘Céltiga’, ‘Sonata Gallega’, ‘La razón’ o ‘El Mundo de Montevideo’. Ya en 1931, publica ‘Hosanna. Bajo el cielo porteño’, obra en la que recoge sus experiencias en la Argentina.

Regresa en 1932 y se instala en Calatayud, donde no tarda en integrarse en la vida cultural, participa en diferentes actos literarios y, con el tiempo, funda la revista ‘Fortaleza’. Aunque su producción comienza a disminuir, sigue colaborando en semanarios gallegos y publica obras menores como el folleto ‘Por España y para España. El libro del combatiente’ (1937), con poemas en gallego y castellano.

Años después, instalada en la casa familiar de Simes en Pontevedra retoma la escritura poética, pero no llega a editar ningún libro de los que finalizó. Sí aparecen publicadas pequeñas piezas en gallego dedicadas a la tierra como ‘Cantiga serea’ (1950) o ‘Gabanza e prego á miña aldea’ (1960). Durante los años cuarenta y cincuenta mantuvo contacto con la intelectualidad de Pontevedra y retomó las colaboraciones. Escribe en ‘Faro de Vigo’, en el diario compostelano ‘La Noche’, en la revista ‘Ciudad’ y en la publicación pontevedresa ‘Litoral’. Con el paso del tiempo, se fue desvinculando de la esfera pública para refugiarse, hasta su muerte, en la aldea de Simes a la que tanto había cantado.