El evento por la Fiesta Nacional unió a la comunidad española en Suiza

Zúrich se vistió de gala para celebrar el Día de la Hispanidad junto al nuevo cónsul, Francisco Rabena

La colonia española en Zúrich se unió para celebrar con entusiasmo la Fiesta Nacional de España, un evento organizado de manera excepcional por el Consulado General de España en la ciudad suiza con la colaboración y el apoyo de la Oficina Española de Turismo.
Zúrich se vistió de gala para celebrar el Día de la Hispanidad junto al nuevo cónsul, Francisco Rabena
actuación grupo flamenco
Durante la gala, hubo una actuación de un grupo flamenco.

Esta festividad, que conmemora el Día de la Hispanidad y el aniversario del Descubrimiento de América, fue un homenaje a la rica cultura y tradición españolas y estuvo marcada por la visión y liderazgo del nuevo cónsul general, Francisco Rabena. El evento reunió a una multitud de invitados que se unieron para celebrar la cultura y la herencia españolas. La Fiesta Nacional encapsuló el espíritu vibrante y diverso de España. La comida es una parte esencial de la cultura española y la Fiesta Nacional no defraudó en este aspecto y, para ello, contó con el buen hacer y la experiencia de Toni Navarro en el restaurante Sabor de Schlieren. Los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar una amplia variedad de platos tradicionales españoles, donde la autenticidad de los sabores transportó a los asistentes directamente a las calles de España.

La Fiesta Nacional en Zúrich fue un evento memorable que reafirmó el compromiso del Consulado General de España con la promoción de la cultura y tradición españolas en Suiza. Con Francisco Rabena a la cabeza, arropado por su compañera de vida Carolina, la comunidad española tiene razones para esperar una continuidad brillante de colaboración en la riqueza y diversidad de España y de celebración continua de las relaciones españolas en la región además de la herencia compartida entre ambos países.

Discurso del cónsul con motivo del Día de la Hispanidad

"Muchas gracias a todos, queridos amigos, compatriotas, invitados suizos por acompañarnos esta noche. Muchas gracias por venir a celebrar con nosotros nuestra fiesta; una fiesta que se celebra el 12 de octubre, pero que en esta ocasión la hemos adelantado un par de días para celebrarla con todos vosotros. Es para mí un honor dirigirme a todos los que están aquí presentes porque es la primera vez que tengo el placer de ser el anfitrión de esta fiesta que espero que podamos repetir durante varios años mientras mi puesto aquí siga vigente. Quiero también recordar que está siendo una época especialmente dura en Europa. Estamos casi a dos años de una guerra en la que Ucrania está siendo atacada por Rusia. Ha sido también una semana con especial dureza para Israel donde se ha sufrido un ataque terrorista por parte de Hamás. Y aún estamos saliendo del Covid, por lo que recuerdo que seguir manteniendo las medidas de autoprotección aún es necesario. Una época un poco complicada que nos hace valorar mucho más la tranquilidad y la seguridad en la pujanza de un país como Suiza, y también de un país como el nuestro que sigue en un progreso y en una vía de modernización importante. Quiero repetir aquí, aunque no es necesario, pero quiero hacerlo expresamente, que el consulado está siempre al servicio de sus compatriotas, que estamos siempre a vuestro servicio, que estamos aquí para buscar junto con vosotros soluciones a vuestros problemas, no para agravarlos, no para hacerlos imposibles, sino para hacerlos manejables y, sobre todo, solucionables. En este sentido, quisiera también mencionar al equipo que acompaña al Consulado General de España en Zúrich y a los cónsules honorarios en Liechtenstein y Ticino, que realizan una magnífica labor en circunstancias a veces difíciles por falta de personal o materiales, pero que, sin embargo, comparte esta actitud y la del consulado al servicio de la comunidad, al servicio de los españoles y, sobre todo, en el compromiso para hacerles la vida más fácil y agradable en la relación con la Administración española. Quisiera también agradecer a nuestros oficiales suizos su amabilidad y siempre su disponibilidad en ayudarnos a buscar soluciones conjuntas a los problemas que puedan afectar a nuestros compatriotas aquí. Por último, quiero deciros también que tanto mi esposa Carolina, que me acompaña esta noche, como yo mismo, estamos unidos, contentos y orgullosos de estar aquí en lo que va a ser, con toda posibilidad, mi último puesto como diplomático, y qué mejor que cerrar con un broche de oro al servicio de mis compatriotas. Para finalizar, quisiera ofrecer un brindis junto con vosotros en honor de Suiza, en honor de Su Majestad el Rey y en honor de España ¡Viva España!”.

Nuevo cónsul general 

Llega un nuevo capítulo en la relación diplomática entre España y Suiza con la asunción del cargo del nuevo cónsul general de España en Zúrich, Francisco Rabena Barrachina. Su nombramiento marca el fin del mandato del anterior cónsul, Juan Carlos Gafo, y representa una oportunidad para fortalecer los lazos entre ambos países en una de las ciudades más influyentes de Suiza.

Rabena es un diplomático de carrera con una extensa experiencia en el servicio exterior español. Antes de su nombramiento como cónsul general en Zúrich, desempeñó funciones complementarias importantes en distintas embajadas y consulados de España alrededor del mundo. Su formación académica y experiencia profesional le han brindado una amplia visión de las relaciones internacionales y un profundo conocimiento de la diplomacia española. La ciudad de Zúrich es una de las capitales financieras más importantes del mundo y España mantiene relaciones comerciales significativas con Suiza en varios sectores, incluyendo la banca, la industria farmacéutica y el turismo.

Como cónsul general, Francisco Rabena enfrentará, sin duda, desafíos y oportunidades únicas para promover y fortalecer estas relaciones. Su nombramiento como cónsul general de España en Zúrich marca el comienzo de una nueva etapa en las relaciones entre España y Suiza. Su experiencia y compromiso con la diplomacia serán activos fundamentales para aprovechar las oportunidades y abordar los desafíos que se presentan en esta importante ciudad suiza. Se espera de él que continúe promoviendo la cooperación bilateral, proteja los intereses de la comunidad española en Zúrich y contribuya al fortalecimiento de las relaciones económicas, culturales y políticas entre ambos países. Su labor desempeñará un papel crucial en el desarrollo de la relación entre España y Suiza en los próximos años.

Nació el 28 de abril de 1957 en la hermosa ciudad de Valencia. Su vida estuvo marcada por una profunda pasión por el Derecho, que le llevó a embarcarse en una trayectoria académica y profesional de gran envergadura. Después de completar sus estudios decidió seguir su vocación y se sumergió en la carrera diplomática en julio de 1983. Con el tiempo, alcanzó la categoría de ministro plenipotenciario de primera, un reconocimiento a su dedicación y experiencia en el ámbito diplomático. A lo largo de su trayectoria, Francisco Rabena apoyó una serie de roles de gran importancia tanto en su país natal como en el extranjero. En España, ocupó el cargo de subsecretario de Relaciones Institucionales de la Generalitat Valenciana, donde demostró su habilidad para gestionar asuntos cruciales en el ámbito institucional. Además, en el período de 2017 a 2018, se destacó como director de la Oficina del Alto Comisionado para la Marca España, contribuyendo a la proyección internacional de la nación. Sirvió como subdirector del Gabinete del Secretario General de la OTAN, un cargo de gran responsabilidad en un contexto internacional crucial.

También representó a España en el extranjero, desempeñando funciones como cónsul adjunto en Nueva York y cónsul general en Estrasburgo. Su destacada labor en el ámbito diplomático lo llevó a ocupar el cargo de embajador de España en Singapur y la República de El Salvador, donde contribuyó al fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre España y estos países. En sus últimas etapas en el servicio diplomático, Rabena asumió el papel de ministro consejero en la Embajada de España en Tokio, consolidando aún más su legado en el área internacional. Fuera de su vida profesional, es un hombre de familia. Está casado y es padre de cuatro hijos, lo que refleja su compromiso tanto en su carrera como en su vida personal. Su dedicación y habilidades diplomáticas lo convierten en una figura respetada y admirada en el ámbito de las relaciones internacionales y un ejemplo de servicio público ejemplar en España.

La colonia española de la demarcación consular de Zúrich lo ha recibido con los brazos abiertos, al igual que a su familia, y le desean todo lo mejor en el cargo al servicio de la comunidad.