En el antiguo Hotel de los Inmigrantes

Se reabrió el Museo de la Inmigración con la muestra permanente Para todos los Hombres del Mundo’

Después de tres años en los que permaneció cerrado, el Museo de la Inmigración -recientemente restaurado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero-  reabrió sus puertas al público en septiembre de este año.

Se reabrió el Museo de la Inmigración con la muestra permanente Para todos los Hombres del Mundo’
Exposición 'Para todos Los hombres del mundo', en el Museo de la Inmigración.

Después de tres años en los que permaneció cerrado, el Museo de la Inmigración -recientemente restaurado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero-  reabrió sus puertas al público en septiembre de este año.

Ubicado en el tercer piso del antiguo Hotel de los Inmigrantes, el museo contiene dos espacios diferenciados: la muestra permanente ‘Para todos los hombres del mundo’ y el Centro de Arte Contemporáneo. 

En uno de los antiguos dormitorio del exHotel, la muestra permanente reúne audiovisuales, fotografías, maquetas, objetos, testimonios y documentos que dan cuenta de la historia de la inmigración en la Argentina, a partir de cuatro ejes temáticos: el viaje, la llegada, la inserción y el legado.

Por otra parte, en el  Centro de Arte Contemporáneo, el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Muntref) se exhibe: ‘Miradas insobornables: imágenes en presente continuo’, curada por Alfons Hug.

En el Museo de la Inmigración, además, funciona un archivo de datos históricos que reúne unos 3.700.000 registros de arribos marítimos al país, desde 1882.

Esta base de datos, que fue  elaborada por el Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos, permite averiguar a los interesados cuál fue el primer familiar que llegó a la Argentina, en qué barco vino y desde dónde, qué edad que tenía al llegar, su estado civil, su profesión y religión y en algunos casos su composición familiar.

Por último, cabe destacar que la reapertura del Museo de la Inmigración fue posible en virtud del convenio de colaboración firmado por la Dirección Nacional de Migraciones y la Universidad Nacional Tres de Febrero.

El Hotel de los Inmigrantes

El Hotel de Inmigrantes fue construido para recibir, prestar servicios, alojar y distribuir a los miles de inmigrantes que, procedentes de todo el mundo, arribaban a Argentina.

El complejo estaba conformado por diversos pabellones destinados al desembarco, colocación, administración, atención médica, servicios, alojamiento y traslado de los inmigrantes.

Se comenzó a construir en el año 1906, por la empresa Udina y Mosca, según proyecto del Ministerio de Obras Públicas.

En primer lugar, se edificó el desembarcadero, luego la oficina de trabajo, la dirección, el hospital, y por último el hotel.

En el desembarcadero se constataba que los inmigrantes reunieran la documentación y las condiciones  requeridas, de acuerdo a las normas vigentes en el país.

La oficina de trabajo se creó como una dependencia de la Comisión de Inmigración en el año 1872, y su tarea consistía en la búsqueda de trabajo, colocación y traslado de los inmigrantes al sitio donde hubieran sido solicitados.
Paulatinamente, la oficina de trabajo extendió sus funciones y hacia  el año 1913 contaba con salas destinadas a la exposición de maquinarias agrícolas y la enseñanza de su uso para los hombres, oficina de colocación para las mujeres, oficina de intérpretes, proyecciones.

El hospital estaba equipado con los elementos más modernos de su época y cumplía la misión de atender a los miles de inmigrantes que llegaban al país afectados, principalmente, por enfermedades vinculadas a las vicisitudes del viaje y la mala alimentación.

El Hotel es una construcción de cuatro pisos, de hormigón armado, con un sistema de losas, vigas y columnas de ritmo uniforme, que dio como resultado espacios amplios dispuestos a ambos lados de un corredor central. Íntegramente pintado de blanco, se acentuaba en todos los ámbitos la sensación de amplitud y luminosidad.

En la planta baja están el comedor, con grandes ventanales hacia el jardín, la cocina y las dependencias auxiliares y en los pisos superiores se ubicaban los dormitorios. Había cuatro dormitorios por piso, con una capacidad para doscientas cincuenta personas cada uno, lo que significa que en el hotel podían dormir tres mil personas.

El alojamiento, gratuito, era por cinco días, por ‘Reglamento"’, pero generalmente se extendía por caso de enfermedad o de no haber conseguido un empleo.

Fuente: Dirección Nacional de Migraciones de Argentina.