Según se refleja en el programa electoral del partido socialista

El PSOE promete el “voto en urna” en los lugares con más españoles en el exterior y eliminar el voto rogado

El PSOE promete en su programa electoral para las elecciones del próximo 10 de noviembre que promoverá el “voto en urna” en los lugares donde el número de residentes españoles sea significativo, y eliminará el voto rogado. Esta propuesta es más clara que las que hizo el Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso y también que la que incluyeron en el programa para las generales del 28 de abril.
El PSOE promete el “voto en urna” en los lugares con más españoles en el exterior y eliminar el voto rogado

El PSOE promete en su programa electoral para las elecciones del próximo 10 de noviembre que promoverá el “voto en urna” en los lugares donde el número de residentes españoles sea significativo, y eliminará el voto rogado. “Eliminaremos el voto rogado en las elecciones autonómicas, generales y europeas, suprimiendo las barreras administrativas hoy existentes para garantizar los derechos y facilitar la participación de la ciudadanía española en el exterior”, afirman en su programa.

Al mismo tiempo, prometen promover el “voto en urna en los lugares donde el número de residentes españoles sea significativo”. Esta propuesta es más clara que las propuestas que hizo el Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso y también que la que incluyeron en el programa para las elecciones generales del pasado 28 de abril. En ese programa, los socialistas prometían reformar el sistema de voto de los españoles residentes fuera de España para facilitar una mayor participación. Para ello, se comprometían a suprimir el voto rogado y reemplazarlo “por un sistema eficaz y garantista” que promoviera el ejercicio del derecho constitucional al sufragio “en condiciones de igualdad con los residentes en España”. Pero no citaba expresamente que el voto se realizara directamente en urna.

La reforma del sistema de voto de los españoles residentes en el exterior decayó con la convocatoria de las elecciones de abril y la disolución de las Cortes. El Congreso abrió en mayo de 2017 una subcomisión que se encargaría de estudiar posibles cambios en la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) y la supresión del voto rogado fue de uno de los asuntos que más consenso suscitó de entrada entre los grupos parlamentarios. Meses después la subcomisión llamó a varios expertos en el voto exterior para ilustrar a sus señorías sobre las posibles alternativas al ruego del voto, un sistema que PP y PSOE pactaron con los nacionalistas en 2011 y que desde entonces no ha hecho más que hacer caer en picado la participación del voto de los españoles en el extranjero. 

Entre otros comparecientes acudieron al citado órgano, presidido por el 'popular' Jesús Posada, el presidente de la Junta Electoral Central (JEC), el responsable del colectivo Marea Granate o la directora general de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Asuntos Exteriores. 

Con la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, tras el triunfo de su moción de censura contra Mariano Rajoy, el trabajo de la subcomisión para eliminar el voto rogado se aceleró, puesto que tanto el presidente del Gobierno como su ministro de Exteriores, Josep Borrell, se comprometieron a tratar de que un nuevo sistema estuviera listo antes de las elecciones autonómicas y europeas de mayo de 2019. De hecho, a la vuelta del verano de 2018, el Ministerio de Asuntos Exteriores remitió a la subcomisión un informe comprometido por su titular, Josep Borrell, con sus propuestas para acabar con el voto rogado. Ese informe, redactado con el PSOE, partía de la eliminación del ruego del voto, lo que permitiría que todos los españoles en el extranjero recibiesen la documentación en su domicilio, y planteaba adelantarles una papeleta en blanco, lo que facilitaría disponer de la documentación en plazo para agilizar los trámites. Junto a esa papeleta, Exteriores sugería enviar unas instrucciones para que los electores pudieran conocer las candidaturas proclamadas a través de la web del Ministerio de Exteriores, vía telefónica o a través de la oficina consular correspondiente. Y para emitir su voto las opciones seguían siendo dos: acudir presencialmente al Consulado, para lo cual se ampliaba de tres a siete días los plazos, o hacerlo por correo ordinario o certificado.