Perfiles de algunos participantes

Víctor Manuel Adán
(Francia)
Hijo de padres gallegos de la provincia de Pontevedra, nació en París, donde vive y trabaja como ingeniero de Informática. En la capital francesa juega al fútbol en un equipo formado por hijos de emigrantes españoles –AJO–, pero, a parte de eso, dice que hace tiempo que no tiene un contacto significativo con las asociaciones. Invitado por la Confederación de Padres de Familia de Francia, vino por primera vez a un seminario a Alemania. Su objetivo era tratar de descubrir algo nuevo, ver cómo es la situación de los jóvenes españoles residentes en otros países. Aunque no nació en España y está integrado en la sociedad francesa, social y laboralmente, no así culturalmente. Él se siente siempre español y le gustaría, si pudiese elegir, irse a España. Pero confiesa que es sólo un sentimiento, ya que la realidad es otra. Opina que la vida en una ciudad como París no siempre es fácil y que siendo emigrante o hijo de emigrantes, si no se es participativo, se corre fácilmente el peligro de caer en el aislamiento. En ese sentido, la participación en este seminario y las posibilidades que ofrece de conocer a otros jóvenes con historial semejante y darse cuenta de las similitudes que existen entre ellos, aunque vivan en países diferentes, le pareció una experiencia muy rica e interesante.
Manuela Benassi Bayón
(Italia)
Participa en el proyecto Impulso desde sus comienzos. Después de terminar los estudios de Pedagogía con la especialidad de Educación Intercultural, actualmente estudia Formación y Asesoría de Organizaciones. El tema tratado en el seminario le interesa especialmente, ya que le ofrece nuevos estímulos e ideas para promover el bilingüismo y la multiculturalidad en Italia, país que se enfrenta ahora a los problemas de la inmigración. Basándose en el modelo alemán, le gustaría experimentar cómo funciona ese modelo en otro contexto. Califica estos encuentros anuales del proyecto como muy enriquecedores. El hecho de que este año hayan venido gran parte de los jóvenes que habían participado por primera vez en el seminario de 2008 le pareció muy significativo y esperanzador para la continuidad del proyecto.
Para ella, manejarse en varios idiomas es una necesidad en el mundo actual. Durante una estancia en Barcelona con una beca de ‘Erasmus’ dio clase de español a inmigrantes y esa experiencia le enseñó cuánto se puede hacer en ese campo.
Cristina Cándido
(Bélgica)
No es hija de emigrantes pero vive actualmente en Bruselas, a donde llegó con una beca. Trabaja en la asociación española en Bélgica, Hispagenda, que ofrece una guía digital para los españoles allí residentes. Vino al seminario en representación de esa asociación y se mostró sorprendida de la gran participación de los jóvenes en Alemania, ya que en Bélgica resultaría muy difícil motivarles para asistir a eventos como éste, “allí los jóvenes españoles hijos de emigrantes se sienten integrados en la sociedad belga” y sería difícil acercarles a las asociaciones.
Algo parecido dijo haber observado en Francia, donde asistió hace poco a un evento de la Confederación y sólo participaron personas mayores. Por eso, el interés y la activa participación de los jóvenes de Impulso le mueve a pensar que sería posible trasladar el concepto también a esos países. Del encuentro dice que las ponencias fueron muy interesantes, pero lo que más le gustó fue la participación en los grupos de trabajo.
Daniel Gil Fernández
(Alemania)
Su madre es asturiana y su padre extremeño. Aunque nació en Alemania y ya está situado laboralmente, tras un periodo de tres meses en Boston (EE UU), adonde fue enviado para trabajar en una de las sedes de la empresa multinacional en la que está empleado aquí en Alemania, le gustaría probar suerte en España u otro país, pero puntualiza que quiere moverse, no aventurarse. Sólo se iría con un trabajo seguro. Atribuye su bilingüismo a la constancia de sus padres de enviarle, contra su voluntad, a las clases de Lengua y Cultura. El miedo a no poder hablar con su abuela en España y no poder entenderse allí tampoco con otros niños, fue su principal motivación para aprender español en la infancia.
En Impulso hace años que está participando y eso reforzó su propia motivación y autoestima. A este seminario asistió para volver a encontrarse con conocidos y amigos de otros seminarios, intercambiar con ellos experiencias, aportar las propias y recoger información y nuevos impulsos para seguir desarrollándose personalmente y en su carrera profesional.