ORGANIZADO POR LA CAEPF, REUNIÓ A HIJOS DE ESPAÑOLES PROCEDENTES DE DIFERENTES CIUDADES ALEMANAS

El seminario de Impulso en Düsseldorf tuvo una gran aceptación entre los participantes

La participación de los jóvenes hijos de emigrantes españoles en la vida social, su relación con la lengua y la cultura española, su interculturalidad y bilingüismo fueron los principales temas de un seminario del proyecto Impulso, organizado por la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia (CAEPF) en Alemania, que tuvo lugar los días 17, 18 y 19 en Düsseldorf.
El seminario de Impulso en Düsseldorf tuvo una gran aceptación entre los participantes
 Foto de familia de los participantes en el seminario.
Foto de familia de los participantes en el seminario.

La participación de los jóvenes hijos de emigrantes españoles en la vida social, su relación con la lengua y la cultura española, su interculturalidad y bilingüismo fueron los principales temas de un seminario del proyecto Impulso, organizado por la Confederación de Asociaciones Españolas de Padres de Familia (CAEPF) en Alemania, que tuvo lugar los días 17, 18 y 19 en Düsseldorf. Además de los temas mencionados, se informó a los participantes sobre el Programa Hispano-Alemán de la Consejería de Trabajo de la Embajada de España y sobre las posibilidades de realizar un voluntariado social en Alemania u otro país.

 

Además, se les ofreció la posibilidad de poner a prueba sus conocimientos del español en un taller de lengua.
Los organizadores del encuentro recibieron a los jóvenes, procedentes en su mayoría de diferentes ciudades alemanas, en un moderno albergue juvenil situado en una zona central de la ciudad, a orillas del Rin. A las siete de la tarde habían llegado casi todos. Muchos se conocían del último seminario, realizado en Colonia el pasado año, y mostraban su alegría de encontrarse de nuevo; los que asistían por primera vez, después de la inseguridad del primer momento, enseguida tomaron contacto con los demás y se integraron en el grupo.
Poco después de las ocho de la tarde, Carmen Segura, responsable del Comité de Juventud de la Confederación, inauguraba las jornadas. Tras dar a todos la bienvenida, explicó la finalidad del  seminario, resaltando la importancia de que los jóvenes se impliquen en las asociaciones, no sólo para darles continuidad y contribuir a mejorarlas, sino porque esa implicación favorecería su desarrollo personal y podía abrirles puertas, también en la vida laboral. Para comenzar, pidió a todos que se presentaran brevemente y expusieran qué les había motivado a asistir, qué esperaban del seminario y por qué medio habían recibido la invitación para participar.


Ciudadanos europeos
La primera actividad del sábado por la mañana fue encontrar respuesta a la pregunta de si la participación de los jóvenes en la vida social es un acto de individualismo o de solidaridad. Carmen Segura, que con Alfredo Sánchez, vicepresidente de la Confederación alemana, y Vicente Riesgo, presidente de la Academia Española de Formación, se responsabilizó de la organización y coordinación del programa, dirigió esta actividad, en la que los jóvenes, divididos en varios grupos de trabajo, trataron de profundizar en el tema, llegando a diferentes conclusiones, aunque todos coincidieron en que lo ideal sería que existiera un equilibio entre ambos conceptos. El tema quedó abierto, la segunda parte se tratará en el próximo seminario de Impulso, que tendrá lugar en Mollina (Málaga) los días 18 al 21 del próximo mes de junio.
El siguiente punto del programa fue el bilingüismo y la interculturalidad, tema tratado por Vicente Riesgo, que analizó con los jóvenes participantes si su relación con la lengua y la cultura española se debía a una casualidad o si era una estrategia.
Comenzó explicándoles la diferencia entre “concepto” como idea o concepción intelectual de las cosas, no igual en todas las culturas, y “vocablo”, como elemento de expresión de las ideas, y puso ejemplos sobre diferencias semánticas entre el alemán y el español.
A través de un cuestionario, se analizó en qué contextos y con qué frecuencia utilizaban el español; si el nivel de conocimientos de la lengua podría permitirles comenzar, sin preparación previa, unos estudios o una actividad profesional en España u otro país hispanohablante; cuáles fueron para cada uno, individualmente, los datos más relevantes de la historia de España y por qué; con qué aspectos de la cultura española se identificaban especialmente, y qué personas o instituciones les habían ayudado a mantener los lazos de contacto con la lengua y la cultura española.
De las respuestas de los participantes se puede deducir que aunque dominan bien el español a nivel familiar y social, a la mayoría les falta la relación con la lengua en el ambiente laboral y que para estudiar en España, creen que no dominan suficientemente el vocabulario específico necesario.
Sus conocimientos de la lengua y su relación con la cultura española la deben en primer lugar a sus padres, a las clases de lengua materna y a los contactos con otros españoles y españolas en las asociaciones.
Las fiestas y la facilidad de mantener relaciones interpersonales fueron aspectos de la cultura española con los que todos se identificaron, mostrando rechazo, sobre todo, a los nacionalismos, la impuntualidad, la falta de seriedad y la dejadez en el cuidado del medioambiente.
Sobre hechos históricos relevantes, para casi todos los asistentes fue la transición de España a la Democracia y su integración en la Comunidad Económica Europea, porque, dijeron, desde entonces los españoles no tenían que sentirse inferiores en Europa. Sentirse ciudadanos europeos sin perder su identidad de origen es prioritario para estos jóvenes que, por otra parte, viven la interculturalidad como algo natural en las sociedades actuales. Sobre este tema, Yessica Pérez Covelo, alumna del último curso del Bachillerato alemán en Düsseldorf, comentó posteriormente que ella había tomado conciencia de lo que valía ser bilingüe y bicultural asistiendo a los seminarios de Impulso, “antes nunca había considerado que eso fuera algo especial, me parecía normal”, dijo la joven, hija de emigrantes gallegos.


Voluntariado social
El periodista Antonio Díaz, tesorero de la Confederación, presentó a los jóvenes el voluntariado social como un periodo de orientación personal y profesional, refiriéndose especialmente a un nuevo proyecto financiado por el ministerio federal de Familia, Mayores, Mujeres y Juventud y el Fondo Social Europeo, orientado a jóvenes con historial migratorio, en el que colaboran la Academia Española de Formación y la Cruz Roja Alemana y que ofrece a jóvenes de edades comprendidas entre 17 y 26 años, la posibilidad de formarse durante tres meses para realizar una labor social. Tras ese periodo, los voluntarios se comprometen a realizar doce meses de trabajo social en hospitales, residencias de ancianos u otros establecimientos semejantes. Para reforzar su formación, deben participar en todos los seminarios que se ofrecen a lo largo del año. Durante este tiempo reciben una cantidad de trescientos euros mensuales para sus gastos personales, cien durante los tres meses preparatorios. Los voluntarios tienen derecho a vacaciones, están asegurados durante este tiempo en el seguro de enfermedad, accidente y responsabilidad civil, y sus padres pueden seguir percibiendo el subsidio, ‘Kindergeld’. Al finalizar el voluntariado se les entrega un certificado sobre la formación de auxiliar de transporte o de cuidados sanitarios. Díaz puso ejemplos de jóvenes de otras nacionalidades que encontraron en el voluntariado una perspectiva para su futuro. Recordó que para los que quieran estudiar, el voluntariado se reconoce como periodo de prácticas para ciertas carreras.
Interesados pueden informarse en internet: www.fsjdrk-koeln.


Un joven retornado cuenta su experiencia en Barcelona
Jon Uribarri es director comercial de una empresa de Barcelona. Ya durante su formación profesional soñaba con irse a vivir a España. El ser bilingüe le facililitó, al terminar un aprendizaje comercial, el poder colocarse en una empresa alemana que tenía relaciones de negocios con España, entre otros países.
A través de Impulso, dice que se dio cuenta de que ser bilingüe y bicultural era una ventaja, “porque no sólo puedes comunicarte en dos lenguas, sino moverte también en dos mundos diferentes”. Tres meses después de una visita a clientes en Cataluña, uno de ellos le ofreció un trabajo. Le vieron capaz de desarrollar los proyectos de la empresa y él quería trabajar, así que aceptó el empleo. Con ello se realizaba la ilusión de su vida, una ilusión que poco después se convertiría en pesadilla. Los comienzos fueron difíciles; las relaciones con la empresa eran buenas, pero los colegas hablaban entre sí catalán y él se quedaba al margen, “creí que iba a estar sólo toda mi vida”, comentó.
Dijo que para él fuera un choque encontrarse con el rechazo de los catalanes.
Al principio tuvo problemas de adaptación, pero de esto hace ocho años. Entretanto aprendió catalán y ahora no tiene dificultades gracias a su facilidad para abrirse a otras formas de ser y ver las cosas. “Se necesita mucha capacidad de adaptación”, dijo, “los jóvenes españoles hijos de emigrantes tenemos esa capacidad gracias al legado de nuestros padres”.
El programa continuó con la intervención de José Feito, experto en relaciones entre cultura y economía, que abordó el tema de la interculturalidad desde un aspecto más teórico. La interculturalidad sería una oportunidad, pero también un reto para los españoles en la emigración.
Explicó los complejos procesos de aprendizaje intercultural, sus metas y sus objetivos universales, e hizo una exposición de las fortalezas y debilidades, amenazas y oportunidades de la interculturalidad, lo que aclaró con ejemplos.


Programa Hispano-Alemán
La Consejería de Trabajo e Inmigración de la Embajada de España en Berlín participó en el seminario de la Confederación con una ponencia sobre las posibilidades que ofrece el programa Hispano-Alemán de la Consejería a jóvenes en periodo de formación que ya hablen español, pero que necesiten el vocabulario específico para la profesión que hayan elegido. La presentación del programa corrió a cargo de Inmaculada Sánchez, responsable del mismo en la Consejería, quien explicó en primer lugar que estas clases de español técnico no tienen nada que ver con las clases de Lengua y Cultura españolas que ofrece la Consejería de Educación.
Las clases de español técnico van dirigidas sólo a jóvenes españoles residentes en Alemania. Los cursos, de dos años de duración, con cinco horas semales de clase, culminan con unas prácticas en una empresa en España, de un mes de duración, gestionadas por la Consejería. La participación en las clases, los gastos de desplazamiento, los viajes y la estancia en Madrid no ocasionan gastos a los participantes, ya que éstos corren a cargo del ministerio español de Trabajo e Inmigración.
Para alcanzar a toda la juventud, también a los que no pertenezcan a ninguna asociación, Sánchez dijo que la Consejería se había puesto en contacto con las escuelas de formación profesional alemanas, para que transmitan información sobre el programa de la Consejería a sus alumnos españoles.
La enviada de la Consejería explicó las ventajas de aprovechar esta oferta de formación dual, que hasta ahora sólo existe en la RFA, y que aumenta las perspectivas laborales en los dos países a los participantes, ya que cada vez se necesitan más personas que dominen idiomas. Además, ofrece la posibilidad de conocer la forma de trabajar de las empresas españolas, generalmente diferente a lo que conocen en Alemania, establecer contactos internacionales y conocer la sociedad española de hoy desde una perspectiva diferente.
En el programa pueden participar todos los que estén realizando una profesión reconocida oficialmente, admitiéndose todas las profesiones. Para impartir estas clases es necesario formar grupos de entre 8 y 15 alumnos y edades de 16 a 27 años.


Reformas en proyecto
Inmaculada Sánchez informó  que a partir de 2010 se podrán realizar las clases también a través de internet, con encuentros periódicos con los profesores, una vez al mes. Donde haya alumnos suficientes podrán seguir manteniéndose las clases presenciales, pero los interesados suelen estar muy dispersos, y, para éstos, la solución de seguir las clases a través de internet parece el camino más adecuado. También están intentando ampliar el periodo de prácticas a tres meses, y que éstas puedan realizarse en toda España y no sólo en Madrid, como ahora. De llevarse a cabo esa reforma, seguramente no podrían financiarse las prácticas en su totalidad. La idea de prolongar las prácticas surgió de que las empresas españolas encuentran que un mes es demasiado poco tiempo. Como, por otro lado, a las empresas alemanas no les gusta darles a los aprendices el permiso para irse, se están planteando hacer las prácticas al finalizar el aprendizaje.
Los asistentes quisieron saber si se ha hecho ya un estudio sobre los resultados del programa, lo que todavía no fue posible, pero  al final de cada programa, Sánchez dijo que se hacía una evaluación con resultados muy positivos. En ese contexto, dijo que, a raíz de las prácticas, algunos jóvenes se habían ido a España y que, en algunos casos, se habían quedado trabajando en la misma empresa en la que realizaron las prácticas.
Luego contestó brevemente a preguntas de los participantes sobre las becas Reina Sofía, y, antes de despedirse, pidió a los asistentes que transmitieran la información recibida a todos los españoles jóvenes que conozcan.
El programa de actividades del seminario terminó con una clase de lengua diseñada para el nivel y los intereses de los jóvenes, que impartió la profesora de español, Heike Leberenz, y varios talleres de trabajo, en los que cada grupo elaboró un catálogo de los temas que les gustaría tratar durante su próximo encuentro en Mollina.
Vicente Riesgo pronunció unas palabras de despedia a los participantes, prometiéndoles que harían todo los posible por satisfacer sus espectativas. Aseguró que para la selección de los candidatos, se dará prioridad a los que participaron en el primer seminario. “Esperamos y confiamos que podáis participar todos los que estáis aquí”, dijo el sociólogo, pero recordó que los solicitantes que no cumplan los requisitos de edad y nacionalidad no podrían ser admitidos.