‘Making Art Happen’ propone pensar una asignatura ‘no artística’ a través del arte

Identidad y género, protagonistas de dos talleres con artistas gallegas en el Instituto Cervantes de Londres

Dos talleres de identidad y género dentro del proyecto ‘Making Art Happen’ protagonizaron las clases de español esta semana en el Instituto Cervantes de Londres, con el fin de integrar el proceso artístico dentro de la metodología del aula.

Identidad y género, protagonistas de dos talleres con artistas gallegas en el Instituto Cervantes de Londres
Vanesa Cejudo Mejias explica el taller a alumnos del IC de Londres
Vanesa Cejudo explica el taller a alumnos del Cervantes de Londres.

Dos talleres de identidad y género dentro del proyecto ‘Making Art Happen’ protagonizaron las clases de español esta semana en el Instituto Cervantes de Londres, con el fin de integrar el proceso artístico dentro de la metodología del aula.

El proyecto dirigido por la mediadora cultural Vanesa Cejudo Mejías nació en 2017 por el empeño de querer que una “tesis doctoral saliera de los cajones” y contó con la participación de las artistas Isabel Castro Jung y Susana Sanromán.

‘Making Art Happen’ es una iniciativa apoyada por el Ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Madrid y Caja Navarra a través de las ayudas de Innova Cultura, y propone pensar una asignatura ‘no artística’ a través del arte. Con anterioridad se había introducido a la artista dentro de las prácticas educativas del arte, pero con este proyecto se incluye al artista dentro del proceso educativo.

“El reto es conseguir diseñar entre el profesor, el artista y el mediador cultural, una metodología para que los estudiantes aprendan a través del arte. Esto tiene un objetivo fundamental, que la generación Zeta, que aprende de una manera muy diferente a la tradicional, pueda aprender desde procesos de creación conjunta, colaboración y participación activa”, comenta Cejudo.

Se pretenden generar fórmulas de aprendizaje más dinámicas, en donde el estudiante esté activamente pensando: se mueva en el aula, dialogue, cree con el artista y los compañeros, contraste opiniones, y, por último, se genere una materialización de una obra basada o inspirada en el artista invitado.

“El desafío es conseguir que los alumnos participen del proceso artístico y que aprendan de la asignatura a la vez. Es un reto, pero también es algo que nos han pedido desde las instituciones educativas, especialmente docentes”, explica Cejudo.

Como figura de mediadora, el interés de Cejudo es posibilitar que mundos que están separados, se puedan encontrar. “Para mí, el arte no tiene que ser algo encerrado en un espacio, sino que tiene que ser vivido, tiene que suceder”, explica, añadiendo como los estudiantes pasan a ver el arte contemporáneo como algo que les afecta y en el que se pueden ver representados, algo que ayuda a generar nuevos públicos para el arte contemporáneo.

En el taller con Isabel Castro Jung, se trató la identidad, porque ella misma es un conglomerado de identidades, con una madre alemana, un padre gallego y sus estancias en diferentes partes del mundo, especialmente las últimas en Londres, sirviéndole esta experiencia personal como motor para trabajar el arte.

“Me gusta mucho compartir mi experiencia como artista y el diferente ejercicio de pensamiento desde el punto de vista del artista. Encuentro que hay muchos paralelismos entre aprender a dibujar y el aprendizaje del idioma. Agradezco mucho la oportunidad y la generosidad de los alumnos a la hora de participar”, explica Castro Jung.

En el caso de la fotógrafa gallega Susana Sanromán trabaja dos líneas fundamentalmente, una de género y otra de ecología. Ella afirma “que es muy interesante el proceso de construcción de la imagen”. Para ella “ha sido muy importante que los alumnos recrearan y construyeran una escenografía”. En concreto, el taller de Sanromán ha reivindicado el papel de hombres y mujeres en la historia.

Sanromán subraya que el taller ha sido muy constructivo, y es interesante revisitar sucesos tan importantes y claves del pasado, como la firma de los principios básicos del orden mundial de 1945 en la ONU, y ponerlos en la perspectiva del presente. Ofreciendo el experimento a los alumnos de trabajar en un entorno diferente del habitual, donde el objetivo es combinar el lenguaje verbal y racional con la reconstrucción y análisis que nos ofrece el mundo visual.

El año pasado, el artista Isidro López Aparicio trabajó con los alumnos del Instituto Cervantes de Londres el temario del consumo, especialmente con su línea en la que explora los vínculos emocionales con los objetos, la afectividad que generamos haciendo un objeto.

López pidió a los alumnos que trajeran un objeto del cual no se desharían nunca y un objeto a desechar, y a partir de ahí trabajó el vínculo de cada alumno con cada uno de esos objetos. Como resultado final hicieron una instalación en la que se ponía en diálogo los objetos que habían sido desechados y se volvía a reconstruir su valor como objetos porque se convertían en una obra de arte.