Una española de un instituto alemán participó con el ‘Proyecto Eyerkaufer’ en Sri Lanka

Charly Eyerkaufer fue el administrador público en el ayuntamiento del distrito alemán de Main Kinzig Kreis durante muchos años y un gran deportista que participó en los Juegos Olímpicos de México en 1968 en la categoría de atletismo.

Aprovechando su mandato y, pocos días después del tsunami que azotó Asia del sur en 2004, Charly Eyerkaufer lanzó una campaña de ayuda para las víctimas de las inundaciones. A diferencia de otras grandes organizaciones, Eyerkaufer no dispuso de información de segunda mano. Tras el trágico sismo, viajó a la isla de Sri Lanka, concretamente a la ciudad de Beruwala, para informarse ‘in situ’ sobre las necesidades de la zona y poder organizar una operación de ayuda de mayor envergadura. Hogares destruidos, familias rotas, huérfanos por doquier, falta de escuelas y centros médicos, suministros de agua inexistentes y, como no, productos de primera necesidad son parte de las precariedades con las que se encontró.

Con su voluntad y entrega nace un gran proyecto solidario bajo el nombre de ‘Proyecto Eyerkaufer’, que ha superado todos sus objetivos iniciales. Su única fuente de ingresos son los donativos económicos y materiales que amigos, conocidos y gente interesada en el proyecto aportan a la causa.

En la actualidad, cuenta con el apoyo de instituciones y con un equipo en la isla que son sus ojos y sus manos cuando él no está. Se han construido varias guarderías, orfanatos, clínicas dentales, centros médicos, casas particulares para familias en situación precaria, pozos de agua, letrinas, suministros de agua, canalizaciones, colegios, etc.

Su labor y reconocimiento lo ha puesto de manifiesto el excanciller alemán Gerhard Schroeder que considera el ‘Proyecto Eyerkaufer’ como todo un ejemplo a seguir como operación de socorro. Una labor que está considerada como una de las acciones más efectivas en toda la zona del desastre.

Tras un año de negociaciones y seguimientos se puso en marcha un programa piloto cuyo objetivo es fomentar las relaciones entre alumnos y profesores de dos países tan distintos y posibilitar el acercamiento entre culturas con el fin de potenciar el interés de los alumnos por otro tipo de lenguas.

Para ello, ocho alumnos del instituto de alto rendimiento Albert Einstein Gymnasium de Bischofsheim han participado en el proyecto. Cuatro chicos y cuatro chicas de 16 años han viajado a Sri Lanka acompañados de dos profesores y el señor Eyerkaufer y su mujer.

Durante dos semanas han convivido con los vecinos de Beruwala. Por las mañanas han asistido al colegio Wisdom International School, donde han compartido en inglés la enseñanza de sus compañeros. Han conocido sus religiones, sus costumbres, su gastronomía, sus familias y su riqueza y su pobreza. Por las tardes, han trabajado en las guarderías y orfanatos, han inaugurado casas, han plantado palmeras... Una labor social intensa pero gratificante.

Entre los ocho alumnos seleccionados cabe destacar la presencia de la única española participante en este proyecto. Nerea Silveira Plaza, nacida en Zurich, hija y nieta de emigrantes gallegos en Suiza, es una joven muy preparada, con facilidad para los idiomas y gran devoción por las causas sociales.

“Siempre soñé con viajar a la India y conocer su cultura y sus costumbres. Mi mejor amiga en Suiza se llama Apinaya y es de Sri Lanka. Para mí, este viaje ha sido un sueño hecho realidad. He visto mucha pobreza y necesidad y he sentido lástima por los más débiles y desfavorecidos. Los niños con retraso mental que tenemos en el centro me han encogido el alma aunque me siento contenta por verlos dentro de unas instalaciones adecuadas y con cuidados gracias al ‘Proyecto Eyerkaufer’. Sin embargo, dentro de la pobreza te brindan y ofrecen orgullosos lo que poseen. Siempre te transmiten una sonrisa, alegría y cariño. Es una experiencia muy agradable que deja impronta en mi vida. Este tipo de vivencias me han servido para valorar más las cosas. Esta gente es feliz solo con que le brindes una sonrisa. Lo que más me ha costado ha sido el trato a la mujer, la cual pasa a un marcado segundo plano y la religión tan apegada. Aún así he disfrutado tanto de lo bueno como de lo malo y me quedo con todo. En mis planes futuros está el volver y seguir colaborando con este interesante y gratificante proyecto”.

Así narraba a esta redacción, su estancia en la isla esta joven con “morriña gallega”, influencia suiza y espíritu emprendedor y viajero.

En el mes de abril estos niños acogerán en sus hogares a diez jóvenes, siete chicos y tres chicas, de Sri Lanka. Debido a las dificultades económicas de algunas familias y al elevado coste que supone este viaje, los ocho jóvenes del instituto alemán han realizado una colecta para ayudar a asumir los gastos de alguno de los participantes.

A día de hoy, el programa está siendo un éxito y, si se consolida, se volverá a realizar dentro de dos años.