Carlos Iglesias rueda ‘2 francos, 40 pesetas’

El actor y director Carlos Iglesias ha regresado estos días a los cantones de St. Gallen y Appenzell para rodar la secuela de ‘Un franco, 14 pesetas’. En ‘Dos francos, 40 pesetas’, Carlos Iglesias retoma su historia y da especial protagonismo a Pablo, el hijo de Martín, que con diecinueve años hace un viaje con InterRail por el país helvético con un amigo.
Carlos Iglesias rueda ‘2 francos, 40 pesetas’
Un momento del rodaje de la película.

El actor y director Carlos Iglesias ha regresado estos días a los cantones de St. Gallen y Appenzell para rodar la secuela de ‘Un franco, 14 pesetas’, película autobiográfica con la que debutó detrás de las cámaras y en la que narraba las aventuras y desventuras de Martín y Marcos, dos emigrantes españoles que a finales de los años 60 deciden probar suerte en Suiza. En ‘Dos francos, 40 pesetas’, Carlos Iglesias retoma su historia y da especial protagonismo a Pablo, el hijo de Martín, que con diecinueve años hace un viaje con InterRail por el país helvético con un amigo. En este filme repiten los actores Javier Gutiérrez, Nieve de Medina e Isabel Blanco y se incorporan Tina Sainz y Lolita Flores.

Seis años después de que se estrenase en los cines la película ‘Un franco, 14 pesetas’, su director, el actor Carlos Iglesias, regresa al set de rodaje para grabar ‘Dos francos, 40 pesetas’, la secuela de su “ópera prima” que se podrá ver en la gran pantalla a mediados del próximo año.
El film retomará la historia de Martín y Marcos, dos emigrantes españoles que se marcharon en los años sesenta a trabajar a Suiza atraídos por los elevados salarios, y cobrará especial protagonismo Pablo, el hijo de Martín, que regresa a Suiza con diecinueve años.
“En la película se podrán ver los mismos personajes que hace seis años, pero con la incorporación de Pablo, que ahora, con diecinueve años, hace un viaje con InterRail por Suiza con un amigo. Habrá dos historias que estarán más cerca de lo que parece y que, en un punto, se cruzarán”, avanzó Iglesias.
El actor consideró su primera película “más autobiográfica”, si bien aseguró que en la nueva entrega se incluyen “muchos pequeños detalles” fruto de sus vivencias como adolescente en Suiza, o de historias que diferentes personas le han contado sobre su experiencia como emigrantes.
“La historia ocurre en los años setenta, con la crisis del petróleo. Es una especie de paralelismo con la crisis actual”, agregó.
Iglesias aseguró que la última película de su trilogía sobre los españoles emigrantes –a ‘Un franco, 14 pesetas’ le siguió en 2011 ‘Ispansi’, un film sobre los niños españoles refugiados en Rusia durante la Guerra Civil– contiene “mucho más humor que la primera”, y aseveró que desde el principio tenía claro que quería acabar con una comedia.
Según contó Iglesias, durante la promoción de su primera película muchas productoras acogieron su proyecto sin interés, pues consideraban que no había necesidad de hablar sobre la inmigración española cuando ese fenómeno no se daba en ese momento.
“La producción de esta ha sido infinitamente más fácil. La primera me costó cuatro años y pico, y está ha salido adelante en un año, y en periodo de crisis”, celebró Iglesias, quien opinó que su primera película está ahora “más viva que nunca”.
Esa actualidad del film la ha podido comprobar también en Suiza, donde numerosos inmigrantes españoles, convocados a través de las redes sociales, participan como figurantes en el rodaje de tres semanas que actualmente tiene lugar en Suiza.
“El eco de la convocatoria por Twitter ha sido maravilloso, todos, tanto suizos como españoles, conocen la primera parte y se sienten identificados con la historia y con Carlos Iglesias como niño inmigrante. Con su inclusión como figurantes, en cierto modo hago protagonistas a esos inmigrantes actuales”, consideró el director.
La vigencia de la historia que Iglesias contó hace seis años se aprecia también en las ayudas que ha recibido el nuevo proyecto, desde coproducciones de las televisiones suizas que no existieron en el primer film, hasta ayudas de las administraciones regionales, pasando por modestas aportaciones de un pequeño pueblo en el que se rodaron algunas escenas.
Preguntado por la posibilidad de rodar esta tercera película sobre los inmigrantes en Suiza ambientada en el contexto de la crisis actual, afirmó que tal versión le hubiese obligado a perder a los antiguos personajes, algo que no ocurre aquí.
Lo que Iglesias retratará en su última película “se puede parecer mucho a lo que estamos viviendo ahora”, según él mismo consideró, si bien no descartó una tercera película con la inmigración actual.