El cónsul general en Bahía, satisfecho de sus logros en Cuba, su anterior destino

Carles Pérez-Desoy: “Hay que impulsar la informatización y telematización de procesos y trámites administrativos”

Hablar de Salvador de Bahía es recordar el tema interpretado por Gilberto Gil, junto a Caetano Veloso ‘Eu vim da Bahia’. Salvador de Bahía es un imán que te hechiza, son los orishas africanos que te hacen regresar. Esta ciudad está declarada, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad en 1985, por su centro histórico, el barrio del Pelourinho, donde se cifra el núcleo de su encantamiento. El actual cónsul general de España en Salvador de Bahía es Carles Pérez-Desoy Fages, quien todavía guarda el olor habanero, tras permanecer cinco años destinado en la capital cubana.

Carles Pérez-Desoy: “Hay que impulsar la informatización y telematización de procesos y trámites administrativos”
Carlos Pérez-Desoy-Rey Felipe VI y La Habana
Carles Pérez-Desoy, junto con el Rey Felipe VI, durante una visita de este a La Habana.

Hablar de Salvador de Bahía es recordar el tema interpretado por Gilberto Gil, junto a Caetano Veloso ‘Eu vim da Bahia’. Salvador de Bahía es un imán que te hechiza, son los orishas africanos que te hacen regresar. Esta ciudad está declarada, por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad en 1985, por su centro histórico, el barrio del Pelourinho, donde se cifra el núcleo de su encantamiento. El actual cónsul general de España en Salvador de Bahía es Carles Pérez-Desoy Fages, quien todavía guarda el olor habanero, tras permanecer cinco años destinado en la capital cubana.

Carles Pérez-Desoy es nieto del destacado intelectual catalán Carles Fages de Climent, poeta, narrador y dramaturgo. Destaca su primer poemario ‘Las brujas de Llers’, publicado en 1924, con ilustraciones del genio Salvador Dalí y quien fue su amigo y compañero de escuela.

Pregunta. ¿Pensó en algún momento seguir los pasos de su intelectual abuelo?

Respuesta. Hasta el momento prácticamente todo lo que he publicado ha sido sobre cuestiones jurídicas. Derecho diplomático principalmente, una disciplina por la que siento gran interés y en la que tengo cierta experiencia académica y docente.

P. Recientemente ha finalizado su labor como cónsul general en La Habana, después de cinco años. ¿Qué recuerdos se llevó en la maleta?

R. Muy intensos, tanto desde el punto de vista administrativo como humano. En estos momentos es el único consulado de España que cuenta con cuatro diplomáticos, lo que da idea del volumen de trabajo al que hay que hacer frente. Hablamos de más de medio millón de trámites administrativos al año, 50.000 consultas por correo electrónico anuales y 40.000 por teléfono. Además, tuvimos que gestionar la crisis del Covid-19, con los correspondientes vuelos humanitarios. Pero estoy satisfecho del resultado. Pusimos en marcha un sistema eficiente para la gestión de las citas ‘on line’ que a mi llegada no existía, y, en general, se dio un impulso grande a la telematización de procesos como la implantación del sistema de consultas ‘on line’ sutramiteconsular.maec.es gracias al cual los ciudadanos ya no tienen que personarse en el consulado para saber cuándo está listo su pasaporte o su visado. Ha sido un gran avance particularmente para las personas que viven en el interior de la isla. También fue creada una base de datos para solicitar información ‘on line’ sobre la ley de memoria histórica que recibió casi un millón y medio de consultas en un año.

Creo que también fue un gran avance el acuerdo alcanzado con la Organización de Bufetes Colectivos de Cuba para facilitar la legalización de documentos, particularmente para los residentes en el interior de la isla. También creamos un sistema de consultas telefónicas mediante respuestas pregrabadas basadas en las preguntas frecuentes.

En este sentido, debo decir que una de las principales conclusiones obtenidas de esta experiencia es la convicción de que la administración debe ser proactiva, ofreciendo respuestas claras a las principales preocupaciones de los ciudadanos que, de otra forma, se transformarán en consultas por vía telefónica, presencial o por correo, algo que, dado el grado de digitalización de la sociedad actual, es imposible de gestionar adecuadamente por los medios tradicionales, es decir teléfono y correo. A partir de un cierto volumen de consultas –nosotros como he dicho teníamos más de 100.000 al año–, es simplemente imposible atenderlas adecuadamente con medios únicamente humanos. Por tanto –y aquí las empresas privadas nos han marcado el camino– es preciso desarrollar medios eficientes de respuesta automática o semiautomática previendo las principales consultas de los ciudadanos. Curiosamente, la pandemia del Covid-19 convirtió esta cuestión en una evidencia palmaria al provocar el colapso de los medios de consulta tradicionales, obligándonos a dar respuesta a ese problema. En nuestro caso, siempre con el apoyo fundamental de la Dirección General de Consulares, optamos, como ya he explicado, por combinar distintas soluciones como la externalización de la consulta ‘on line’ o telefónica en el propio usuario, y la creación de un sistema semiautomático de respuesta para los correos electrónicos, basado en la elaboración de respuestas prácticas y claras a las preguntas más frecuentes de los usuarios.

P. ¿Tuvo relación con el doctor Eusebio Leal Spengler, restaurador de la Habana Vieja?, y, en tal caso, ¿cómo lo recuerda?

R. Tuve el privilegio, gracias a amigos comunes como José Mario Hernández, Mauricio Vicent y Alberto Navarro, de compartir muchos momentos con Eusebio Leal. Siempre me impresionaron su erudición, su vocación de servicio, su extrema cortesía y su modestia.

P. ¿Cómo vive los cambios de un país a otro debido a su carrera profesional?

R. Con interés e ilusión, que creo que es la manera de enfocar adecuadamente la actividad profesional.

P. ¿Cuántos españoles están registrados en la matrícula consular en Salvador de Bahía?

R. Nos aproximamos a los 15.000, la mayoría de origen gallego, por lo que existen diversas asociaciones dedicadas a reforzar esos vínculos. El Estado de Bahía es el único de Brasil en el que la colectividad extranjera más numerosa es la española. La presencia de estos ciudadanos –muchos de ellos empresarios, profesionales y académicos relevantes– en la sociedad bahiana es muy importante

P. Salvador de Bahía tiene una extensión territorial mayor que España. ¿Cómo coordinan el trabajo con las diferentes demarcaciones en territorios tan extensos? Pensando, sobre todo, en los desplazamientos del ciudadano al Consulado para realizar trámites.

R. La principal característica que singulariza al Consulado General en Salvador de Bahía es la gran extensión de la demarcación consular que abarca todo el Nordeste del Brasil. Son aproximadamente un millón y medio de kilómetros cuadrados, lo que significa tres veces el tamaño de España.

Esta circunstancia obliga a analizar con mucho detalle todos los trámites consulares al objeto de priorizar la comodidad de los ciudadanos a la hora de llevar a cabo cualquier gestión. De un lado, telematizando todos aquellos trámites que no sean presenciales por exigencia legal. Y, en segundo lugar, tratando de que el administrado que se vea obligado a viajar –a veces cientos de kilómetros– para llevar a cabo un trámite pueda hacerlo con la máxima celeridad y comodidad. En otras palabras, tratando de evitar el funesto ‘vuelva usted mañana’. En este sentido, es esencial que la información al público esté actualizada, sea de fácil acceso y comprensible. Intentamos, en la medida de lo posible, que cuando el ciudadano comparezca presencialmente en el consulado tenga la seguridad de que toda la documentación está en regla. Para ello intentamos llevar a cabo un proceso de ‘chequeo on line’ de la documentación antes de que el ciudadano viaje.

En este sentido, creo que la pandemia está siendo una excelente oportunidad para revisar, mejorar y ampliar hasta donde sea posible la atención no presencial a los ciudadanos.

P. Ha presentado la carta patente como cónsul general en Salvador de Bahía hace apenas cuatro meses. ¿Ha tenido la oportunidad de establecer contacto con la colectividad española residente?

R. La pandemia dificulta mucho cualquier tipo de actividad presencial. Ahora mismo estamos en fase de confinamiento decretada por las autoridades locales, salvo para actividades esenciales. Pero la vía telemática se va abriendo camino afortunadamente.

P. ¿Cuenta con propuestas a desarrollar desde el Consulado General en coordinación con el Instituto Cervantes?

R. Por supuesto. Hay dos Institutos Cervantes en esta demarcación consular, el de Salvador de Bahía y el de Recife. Ambos son muy activos y han hecho un gran esfuerzo para llevar a cabo muchas de sus actividades ‘on line’. Justamente, aprovechando esta nueva dimensión de sus actividades, estamos estudiando posibilidades de colaboración en materia de formación ‘on line’ con las administraciones locales.

P. ¿Cuál es la presencia empresarial española en su demarcación?

R. La presencia empresarial española en el Nordeste de Brasil es considerable, con empresas –por citar solo algunas– como Telefónica, Aena, Banco de Santander, Coelba, Gamesa, Acciona, Air Europa, Iberostar, Gran Paladium o las inmobiliarias Prima y Single Home.

P. ¿Hay mucha demanda para cursar estudios en España?

R. Sí, El volumen de visados de estudios que se expiden –generalmente para graduados universitarios muy cualificados– es muy relevante. De hecho, España es el primer destino para estudiantes brasileños de grado y posgrado de los países de habla no inglesa. Muchos de ellos estudian con las Becas de la Cooperación Española (que han refundido las de la Fundación Carolina y alguna otra).

P. ¿Ha vivido algún episodio relevante desde su llegada a Bahía?

R. Hace unas semanas, el Consulado tuvo que intervenir en un incidente importante cuando el ‘Venturer’, un buque pesquero con base en Vigo, tuvo que fondear en el puerto de Bahía debido a una emergencia sanitaria. Más de 30 personas –la mitad de la tripulación– se vieron afectados por un brote de Covid-19, varios de ellos de gravedad. El buque estuvo fondeado aquí, bajo una estricta cuarentena durante un mes, y el Consulado, como es lógico, se esforzó en prestar la asistencia necesaria. Afortunadamente todos los tripulantes se recuperaron y el buque pudo proseguir su viaje.

P. ¿Cuál es el futuro de la administración consular?

R. Como ya he dicho, creo que hay que impulsar la informatización y telematización de procesos y trámites administrativos. En este sentido creo que será muy importante la próxima entrada en vigor de la nueva ley de Registro Civil.

También creo que sería importante rescatar viejos proyectos como el de crear una agencia de servicios consulares, con autonomía financiera, que sin duda redundaría en un mejor y más eficaz servicio a los administrados.