La Asociación Hispano Argentina de Santa Rosa celebró la festividad de la Virgen del Rocío

En el hall central del ex Palacio de Justicia, en Santa Rosa, el domingo 15 de mayo, se celebró la festividad de la Virgen del Rocío, ante muy buen marco de público.

La Asociación Hispano Argentina de Santa Rosa celebró la festividad de la Virgen del Rocío
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El coro de los más pequeños durante su debut.

En el hall central del ex Palacio de Justicia, en Santa Rosa, el domingo 15 de mayo, se celebró la festividad de la Virgen del Rocío, ante muy buen marco de público.

La Virgen del Rocío, conocida como ‘Blanca Paloma’ o la ‘Reina de las Marismas’, es una advocación mariana que se venera en la ermita de El Rocío en Almonte (Huelva-España).

Haciendo honor a una de las fiestas más grandes de España, los integrantes del Coro de la Asociación Hispano Argentina de Santa Rosa, a cargo del director, Alberto Omar Carpio, interpretaron esas hermosas canciones rocieras que con alegría y precisión dieron color y vida a cada una de las interpretaciones como ya nos tienen acostumbrados.

El órgano de Federico Camiletti, la guitarra de Martín Díaz, las castañuelas de Sonia Martín, marcaban el ritmo y las voces de los coreutas redondearon una brillante actuación.

En algunas interpretaciones, fueron acompañados por el ballet de la entidad.

Pero el inicio fue emocionante y conmovedor. Vinieron las palabras del director, quien, tras breve e interesante reseña, hizo la presentación de los benjamines del coro de los españoles, quienes a paso firme y redoblado avanzaron al ruedo a mostrarse, a jugar “en serio”, a mostrarse por primera vez, y allí estuvieron, y allí sorprendieron a los presentes. Porque bajo la batuta de Cecilia Cerutti Battistino y bajo la atenta mirada y guía de Agostina Cabiati los chicos se lucieron. Y vaya que se llevaron aplausos porque el debut fue el soñado.

El equipo de trabajo se mostraba satisfecho por lo que oían, porque los tonos daban, y los nervios se fueron transformando en el clamor de la gente, y entonces todo era aplausos del público presente y se vieron los resultados de tan solo un mes y medio de trabajo que el profesionalismo de los integrantes ganaban y por goleada, mostrando seguridad, tonalidad, afinación y dulzura de los pequeños coreutas que nos atraparon a todos.

El Coro mayor se quedaba tranquilo porque los herederos estaban puliendo condiciones, todo entonces fue festejo y alegría, todos quedaron satisfechos.