El padre adoptivo del empresario es hijo de un español emigrado a Cuba

El pueblo vallisoletano de Villafrechós recobra protagonismo con la gesta espacial de Jeff Bezos

El viaje espacial que el dueño de Amazon, Jeff Bezos, realizó este martes a bordo de su nave ‘New Shepard’ trajo de nuevo a la actualidad los orígenes españoles de este multimillonario, quien está ligado al pueblo vallisoletano de Villafrechós, aunque sea por lazos de adopción. Situado a 30 kilómetros de la capital, de Villafrechós partió Salvador Bezós, abuelo de Jeff, a principios del siglo pasado con rumbo a Cuba, para labrarse un futuro mejor en el nuevo continente.
El pueblo vallisoletano de Villafrechós recobra protagonismo con la gesta espacial de Jeff Bezos
Jeff Bezos
Jeff Bezos.

El viaje espacial que el dueño de Amazon, Jeff Bezos, realizó el martes de esta semana a bordo de su nave ‘New Shepard’ trajo de nuevo a la actualidad los orígenes españoles de este multimillonario, quien está ligado al pueblo vallisoletano de Villafrechós, aunque sea por lazos de adopción.

Situado a 30 kilómetros de la capital, de Villafrechós partió Salvador Bezós, abuelo de Jeff, a principios del siglo pasado con rumbo a Cuba, para labrarse un futuro mejor en el nuevo continente. Un viaje que, a la postre, y tras muchas vicisitudes, convertiría su apellido en uno de los más famosos y prósperos del planeta. Y todo gracias a la iniciativa empresarial de su nieto, que encabeza por cuarto año consecutivo la Lista Forbes de los más ricos del mundo, con nada más y nada menos que 177.000 millones de dólares. 

Jeff, hijo del danés Ted Jorgensen, fue adoptado por Miguel Ángel Bezos –hijo pequeño de Salvador– cuando contaba 4 años de edad. Los padres de Jeff se separaron cuando solo tenía uno y su madre, Jacklyn Gise, contrajo matrimonio con Miguel Ángel, quien, como otros miles de niños cubanos por esa época, había logrado abandonar Cuba en la adolescencia para instalarse en Estados Unidos, donde recibió formación y un título universitario.

Miguel Ángel –acompañado por su esposa– visitó en 2013 Valladolid, donde fue condecorado con la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, en calidad de presidente de la Bezos Family Foundation, una institución que se dedica sobre todo a promover la educación.

Dos años antes y custodiado por un puñado de guardaespaldas había sido Jeff quien había visitado Villafrechós. Pero lo cierto es que ni él ni su padre mantuvieron la relación con las autoridades o los vecinos de ese pueblo vallisoletano, a pesar de que en él todavía conservan algunos familiares lejanos y de que el Ayuntamiento les ofreció unos terrenos donde montar una empresa, además de una casa para pasar las vacaciones.

Las ambiciones del multimillonario, una vez levantado el mayor emporio empresarial terrestre, parecen puestas más bien en el mundo espacial, como afición personal y como negocio, como quedó de manifiesto estos días. Y es que la ‘New Shepard’, construida por la empresa de Bezos que lleva por nombre Blue Origin, está pensada para impulsar el turismo espacial que, a la postre, contribuirá a mejorar todavía más la cuenta de resultados del acaudalado empresario.

El martes de esta semana, acompañado por su hermano Mark, por la astronauta Wally Funk y por el joven Oliver Daemen, Jeff pudo ver cumplido su sueño de circundar la tierra a más de 100 kilómetros de altura, desde donde Villafrechós semeja infinitamente más pequeño que la cabeza de un alfiler.

La cápsula, con amplias ventanas, brindó a la tripulación unas vistas de la tierra espectaculares y les permitió disfrutar también de unos instantes de ingravidez.

Unos 11 minutos duró la experiencia, que debió ser tan emocionante que, tras tocar tierra, el ‘astronauta’ Bezos, exclamó: “¡El mejor día de mi vida!”. “Mis expectativas eran altas y fueron superadas drásticamente”.