El coordinador del volumen, Juan Andrés Blanco, destaca que con los años se ha cambiado la dirección de la relación

La Diputación de Zamora conmemora el centenario del Centro Zamorano de Argentina con un libro con su historia

El pasado 11 de junio el Centro Zamorano de Argentina cumplía 100 años, una efeméride que la Diputación de Zamora quiso conmemorar con la presentación del libro ‘100 años de Zamora en Argentina. Centro Zamorano de Buenos Aires’, un volumen editado por este organismo en colaboración con la UNED de Zamora.

La Diputación de Zamora conmemora el centenario del Centro Zamorano de Argentina con un libro con su historia
Presentación Libro Centenario Centro Zamorano de Argentina 1
Un momento de la presentación del libro en la Diputación de Zamora.

El acto, en el que estuvo también el todavía presidente de la Diputación, Francisco Javier Requejo, se hizo coincidir con la visita al ente provincial de un grupo de emigrantes zamoranos en Argentina y Cuba, que participan en los programas ‘Raíces’ y ‘Añoranza’ para visitar su tierra o conocer la tierra de sus ascendentes.

“El libro cuenta la historia del Centro y también la historia de esa relación de cien años entre Zamora y Argentina”, explica Juan Andrés Blanco, coordinador del libro y responsable de la Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo de la UNED en Zamora, quien destaca que “analizamos la historia del Centro y la historia de esa relación y lo que los zamoranos a través de esa asociación han hecho en Argentina y lo que los emigrantes zamoranos pudientes han hecho en Zamora”.

Blanco recuerda que el Centro Zamorano de Buenos Aires comenzó siendo Centro Sanabrés, ya que nace tras la muerte de un sanabrés que no tenía recursos para el entierro y entre sus coterráneos hacen una suscripción para pagarlo. A partir de ahí se constituye la institución que luego será Centro Zamorano-Sanabrés y con el paso del tiempo Centro Zamorano, al unirse con los de Fermoselle, que es otra comarca donde hay mucha emigración.

A lo largo de los 100 años, la relación ha ido cambiando y adaptándose a las diferentes situaciones. “De alguna manera todo se invierte”, asegura Blanco, quien subraya que “el Centro se crea en 1923, con lo cual en ese momento la situación económica de Argentina es mucho mejor que en España” y los emigrantes que están en buena situación, o al menos en una situación mejor que antes, “van a estar siempre pendientes de lo que ocurre en su tierra” y van a reivindicar en diferentes medios o en la propia prensa de las instituciones, como la revista ‘Zamora’, que se mejore la situación de su pueblo. Al mismo tiempo que reivindican a las diferentes autoridades esas mejoras, llevan a cabo una labor de mecenazgo.  

Durante mucho tiempo, dan su apoyo para la construcción de escuelas, para el arreglo de carreteras y para la creación de lavaderos para que las mujeres no tuvieran que ir a lavar al río en esas condiciones tan difíciles, sobre todo en invierno. Incluso están muy pendientes de las calamidades que ocurren, como en 1959 cuando en Zamora se rompe una presa que se llevó el pueblo de Ribadelago por delante y desde Argentina mandan dinero y están pendientes de la tragedia.

“Esta relación es así hasta los años 70 casi 80, cuando la situación cambia”, ya que Argentina empieza a pasar por periodos con importantes crisis económicas y la dirección de la ayuda cambia, ya que será la Diputación y la Administración autonómica quienes establezcan distintas formas de ayuda.

“Antes –destaca Blanco– algunos de los dirigentes del centro, que eran los que normalmente tenían una situación económica más pudiente, volvían a su tierra de vacaciones con grabaciones de audio y las llevaban a las emisoras, con salutaciones de paisanos para que los oyeran en su pueblo y luego se volvían con grabaciones para tenerlas allí. Ahora las visitas son muchas veces desde aquí con todo tipo de ayuda y con la organización de semanas culturales”. “Se ha cambiado un poco la dirección, aunque esa relación siempre ha existido en la doble dirección”, asegura el coordinador del libro.

Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo de la UNED de Zamora

El responsable de la Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo de la UNED de Zamora recuerda que “la realidad de la emigración en Zamora es muy importante, primero a América, luego a Europa en los años 60 y 70 y también la emigración dentro de España”.

Desde la Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo de la UNED de Zamora “estamos poniendo en valor esa vinculación que se mantiene. La emigración no es separación automática, algunos sí, pero la mayoría no se separan del todo de su tierra. Casi siempre pretenden volver, aunque muchos no lo hacen por los avatares de la vida y las raíces que echan, pero esa vinculación se mantiene”.

La finalidad de la Cátedra es analizar toda la vinculación y poner en valor esa relación que ha existido siempre, recuperando la memoria de la emigración, no sólo a través del estudio, sino con lo que cuentan los propios protagonistas o sus descendientes y de ahí los premios Memoria de la Emigración que tienen en marcha.

“La memoria de los emigrantes, la memoria familiar y la memoria individual es importante” para conocer la visión de los emigrantes de su propia experiencia, ya que la historia de los centros es una memoria más institucional, pero solo el 20% de los emigrantes pertenecen a las asociaciones.

Además, la Cátedra quiere estudiar la vinculación que los emigrantes tienen con sus lugares de origen, a los que, sobre todo la emigración en Europa y España, regresan al menos en diferentes periodos del año y “están constituyendo un proceso asociacionista en los propios lugares de salida” que, según explica Blanco, no tiene que ver con el asociacionismo tradicional sino que se opta por la nuevas tecnologías para juntarse, para realizar actividades culturales, para la defensa del patrimonio o para llevar a cabo proyectos que incidan en el desarrollo local.