La Casa de Canarias en Aragón se reinventa tras la pandemia reactivando sus actividades y celebraciones

“Después de la pandemia parecía que la Casa iba a desaparecer porque muchos socios se dieron de baja y las ayudas no son suficientes para sostener todo el entramado de la asociación”, asegura Pedro Díaz quien explica que en 2021 le preguntaron si podía hacerse cargo de la institución y dijo que sí, “que no tenía una barita mágica pero que lo intentaría”.

“No fue fácil” porque una vez que vieron la situación, fueron conscientes de que había que duplicar el esfuerzo para sacar adelante la institución. “Además, –recuerda–veníamos de la pandemia y uno no se podía reunir tan fácilmente como ahora o antes de la pandemia”. A partir de ese momento, “empezamos a idear que actividades podían atraer al socio, como la apertura de más horas del local, y también entablar con el Gobierno canario más relación”. Además, ofrecen cobertura a los canarios recién llegados y a posibles iniciativas empresariales en la zona.

Fruto de todo esto se fueron organizando diferentes actividades. “Un punto fundamental –comenta Díaz– era la parranda canaria, yo toco la bandurria y estoy en otro grupo y algunos de estos compañeros quisieron acompañarme y ayudarme en esta situación. Así que empezamos y ahora ya tenemos nuestros propios trajes, nos llaman de ciertos pueblos y asociaciones y la relación con el ayuntamiento de Zaragoza es buena”.

Esta renovación de la entidad coincide con la erupción del volcán de La Palma y esto hizo que se “estrecharan más los lazos con el ayuntamiento y tener más visibilidad de la Casa de Canarias”.

“Ha sido toda una eclosión de circunstancias que nos han hecho estar un poco más en el candelero de lo que estábamos”, destaca Díaz quien asegura que “la relación con el Gobierno canaria es fluida, estuvo aquí el viceconsejero de Acción Exterior”. La entidad recibe ayudas del Gobierno canario para su mantenimiento pero “es difícil porque hay 97 casas en el mundo y creo que la dotación presupuestaria es de 150.000 euros para todos, así que es complicado que nos den el 100% de los gastos, pero ahí estamos con las cuotas de nuestros socios y con alguna actividad podemos estar en activo”.

“Yo solo tengo palabras de agradecimiento para los que se han ido como los que van a venir”, subraya el presidente de la entidad quien reconoce que con “los que se han ido teníamos una relación fluida con teléfono directo” y matiza que “sabemos en qué posición estamos y las prioridades. La realidad es la que tenemos, se solicita un dinero y llega la tercera parte. Somos conscientes de esa coyuntura, ojalá tuviera más dinero el Gobierno canario para ello” pero hay muchas asociaciones en el exterior en Uruguay, Venezuela y Cuba y en algunas de ellas hay dotación para alimentos y medicamentos.

Respecto al anterior Gobierno, recuerda que “han estado aquí y han visto el trabajo el trabajo que hacemos. Yo también he estado allí y saben que somos una Junta seria y el trabajo es serio”.

Ahora el nuevo Gobierno ya designó al responsable de Emigración, José Tellez Ledesma, que tuvo anteriormente responsabilidades en emigración “aunque yo no lo conocí, pero por lo que he oído es un hombre muy entregado y que conoce perfectamente la idiosincrasia de nuestras asociaciones, que son 97 y cada una con su peculiaridad”. “El otro día por whatsaapp tuve unas palabras con él para felicitarle y para invitarle, como no podía ser de otra manera, a que conozca nuestras instalaciones y ver el trabajo que desarrollamos”, explica Díaz.

Una entidad con 14 años de vida

Esta entidad nace en el año 2009 sin tener local propio. En principio era un domicilio particular, donde todavía reside el domicilio fiscal y posteriormente, en el año 2013, se inauguró un local en el casco histórico de Zaragoza.

La Casa de Canarias en Aragón cuenta con la modalidad de socio de número, para los canarios nacidos de las Islas y sus descendientes; los simpatizantes, para aquellas personas que tienen simpatía por el folclore canario y que le interesan sus actividades y los socios familiares. Entre los de número y simpatizantes, que son los que pagan la cuota, la entidad cuenta con 90 socios, pero si se tiene en cuenta a la familia la cifra se sitúa en las 158 personas.

La actual Junta Directiva asumió, en 2021, su mandato para cuatro años, aunque algunos miembros han cambiado por cuestiones de salud. Al frente se encuentra Pedro Díaz que, aunque nacido en Sevilla por circunstancias familiares, se siente de Las Palmas, tierra de origen de su madre y donde reside su familia materna. Además, allí vivió muchos años hasta que se fue a Madrid y desde ahí y una vez acabada la carrera, se fue a trabajar a Aragón, donde ya formó su familia. “A mí me pones una sevillana, una jota o un timple y lo que me mueve es el timple”, asegura Díaz quien destaca que ahora trata de inculcarle el amor por la música canarias a sus nietos.

Es difícil cuantificar el número de canarios que residen en Aragón pues según cuenta Díaz hay muchos militares pero viven a las afueras de la ciudad porque es donde están sus bases y por eso es difícil atraerlos al centro. En todo caso y en la tarea de dar a conocer la institución, la Casa de Canarias en Aragón organizó una comida en la base aérea de Zaragoza que reunió a unas 90 personas entre canarios y no canarios, socios y no socios. “Vino gente nueva y tuve la oportunidad de dar a conocer la Casa Canaria y sobre todo, rejuvenecerla, ya que uno de los problemas de las casas regionales es la edad por eso algo que nos propusimos en su día, a través de actividades, es rejuvenecer la casa”, subraya Díaz, que reconoce que uno de los motivos de la anterior Directiva para delegar era el tema de la tramitación telemática y certificados electrónicos, ya que, cada vez más, son necesarios para las relaciones con la administración.

Respecto al futuro, el presidente de la entidad recuerda que, en 2022, tras un año al frente de la entidad, explicó, durante la celebración de la Asamblea, que habían salido del pozo y “ahora con mantenernos es suficiente”. “Por mi inquietud de siempre –continúa– a mí me gusta seguir subiendo y ofrecer a los socios más actividades y opciones, pero no es fácil.