Nuria Espert hizo gala de sus dotes interpretativas y utilizó el catalán en un monólogo de ‘El Rey Lear’

El Rey reivindica en los Premios Princesa de Asturias una España “alejada del pesimismo”

La ceremonia de la 36ª edición de los Premios Princesa de Asturias congregó este año en el Teatro Campoamor de Oviedo (Asturias) a la artista Nuria Espert, al deportista Javier Gómez Noya, al escritor norteamericano Richard Ford, a la historiadora Mary Berd o al investigador Hugh Herr. Durante el acto, que duró una hora y 25 minutos el pasado viernes, el rey Felipe VI, quien estuvo acompañado por la reina Letizia y arropado por su madre, doña Sofía, reivindicó una España “alejada del pesimismo”, en clara alusión a la situación política actual.

El Rey reivindica en los Premios Princesa de Asturias una España “alejada del pesimismo”
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Los Reyes en la visita en la que entregaron el título de ‘Pueblo ejemplar’.

La ceremonia de la 36ª edición de los Premios Princesa de Asturias congregó este año en el Teatro Campoamor de Oviedo (Asturias) a la artista Nuria Espert, al deportista Javier Gómez Noya, al escritor norteamericano Richard Ford, a la historiadora Mary Berd o al investigador Hugh Herr. Durante el acto, que duró una hora y 25 minutos el pasado viernes, el rey Felipe VI, quien estuvo acompañado por la reina Letizia y arropado por su madre, doña Sofía, reivindicó una España “alejada del pesimismo”, en clara alusión a la situación política actual.

Los Premios Princesa de Asturias volvieron a apostar por una ceremonia austera, pero exquisita en su puesta en escena y también por los buenos deseos expresados por los galardonados, que abogaron por mostrarse esperanzados de cara al futuro y también ante el papel que el ser humano debe adoptar para superar los males que aquejan al mundo.
“De la historia no se aprende”, porque la historia “no es un libro de respuestas a los problemas actuales”, dijo Mary Beard en su discurso, “pero sí nos enseña acerca de nosotros mismos, desafiando nuestras certidumbres culturales y abriendo nuestros ojos a distintas perspectivas”, puntualizó.
Junto a ella, resultaron premiados en esta edición el escritor norteamericano Richard Ford (Premio de las Letras), la artista española Nuria Espert (Artes), el fotoperiodista James Nachtwey (Comunicación y Humanidades), el investigador Hugh Herr (Investigación Científica y Técnica), el deportista Javier Gómez Noya (Deportes) y la asociación Aldeas Infantiles (Premio de la Concordia).
Sobre el escenario, solo hubo que destacar una ausencia, la del premio a la Cooperación Internacional, que recayó en Laurent Fabius, quien estuvo al frente de la Presidencia Francesa en París y que no pudo acudir a la cita por problemas de salud. En su lugar, asistieron la secretaria de Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Patricia Espinosa, y su antecesora, Christiana Figueres.
Ambas, junto con todos los nombrados, recogieron este año el Premio Princesa de Asturias de manos del rey Felipe, en ausencia, una vez más, de la primogénita de los monarcas, la princesa Leonor, quien, a sus 11 años de edad, deberá esperar alguno más para entregar en persona los galardones que la representan.
Uno a uno fueron llegando los premiados al Teatro, repleto de invitados, bajo los acordes de las 25 bandas de gaitas y 10 grupos folclóricos de diferentes concejos y localidades del Principado de Asturias que no dejaban de tocar en las calles de Oviedo con motivo de la ceremonia.
Grupos antimonárquicos también volvieron a manifestarse en esta ocasión en contra de la institución y los abucheos subieron de intensidad cuando llegaron al Teatro los Reyes de España y la reina Sofía.
Sin embargo, las protestas en la calle no ensombrecieron la gala en el interior, donde los integrantes de la familia real y los premiados fueron recibidos con aplausos.
Muy aplaudida fue también la llegada de Nuria Espert (Artes) y de Javier Gómez Noya (Deportes), al igual que el Premio de Investigación Científica y Técnica, el norteamericano Hugh Herr, quien llegó a la alfombra azul en pantalones cortos, con sus piernas biónicas al aire para recoger unos premios que “nacieron con el deseo de que el alma de esta tierra fuese un referente para todos”, dijo el monarca, quien añadió: “Nacieron con la voluntad de afirmar una España que, como dijo Unamuno, tiene que ser de brazos abiertos; una España alejada del pesimismo, del desencanto o del desaliento, fiel a su irrenunciable afán de vivir y orgullosa de lo que somos, de lo que junto hemos conseguido, que ha sido mucho y admirable; y seguros de nosotros mismos, porque un pueblo que quiera, respete y ampare la cultura nunca le temerá...”.
Una vez que terminó su discurso el Rey, la Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo interpretó el himno de Asturias y los galardonados abandonaron el escenario. La anécdota la puso en ese momento el escritor Richard Ford, quien se dio cuenta de que se marchaba sin su diploma y no dudó en correr para recuperarlo.