Mensaje de Fin de Año del presidente del Principado de Asturias

Mensaje de Fin de Año del presidente del Principado de Asturias

Feliz 2015 a todos los asturianos. Los que viven aquí y los que habitan la Asturias de fuera de Asturias los que en cualquier lugar del mundo convierten su hogar en una embajada de nuestra tierra. Como presidente del Gobierno del Principado, quiero trasladarles el deseo de que el año que comienza les sea propicio en lo personal y en lo colectivo.

No soy amigo de triunfalismos y frases jactanciosas. Estos doce meses que ahora concluyen han servido para reducir el número de parados en algo más de 5.000, pero 2014 se despide con aún 98.056 personas desempleadas. Es a esas personas a quienes nos debemos dedicar con mayor ahínco, porque son las que soportan las consecuencias más dramáticas de una crisis que aún recorremos. Por todos ellas y, por sus familias, se esfuerza cada día el Gobierno que presido.

Es también por esas personas, en primer lugar, por las que debemos felicitarnos de haber logrado tejer acuerdos para que Asturias afronte 2015 con un presupuesto aprobado. Unas cuentas regionales que concentran dos terceras partes de sus recursos en asegurar la prestación de servicios públicos básicos para la ciudadanía: la educación, la sanidad o la atención social. Un presupuesto cuyos límites son los marcados por la escasez de los recursos disponibles.

Como político, como ciudadano y como persona, una de las virtudes que más valoro es la honestidad. Y creo que pocas acciones son menos honestas que trasladar el mensaje de que todo es posible, sabiendo que no es así. Los números marcan fronteras y los recursos no son infinitos. En la mayor parte de las ocasiones hay que optar entre esto o aquello. El Gobierno que presido ha optado siempre, y así seguirá siendo, por ponerse al lado de las personas que peor lo pasan, las que más necesitan a sus instituciones, orillando cualquier tacticismo interesado, cualquier cálculo electoral.

Este 2014 que ya despedimos también nos ha dejado hitos que deben guiar la senda del futuro de Asturias. Quedarán marcadas en nuestra particular historia las fechas en las que comenzaron a prestar sus servicios dos hospitales públicos de cuya calidad asistencial debemos sentirnos orgullosos, el Hospital Universitario Central de Asturias y el nuevo Hospital Vital Álvarez Buylla de Mieres. Dos centros que nos ayudan a definirnos como Comunidad, porque la defensa de una atención sanitaria pública y de calidad ya se ha convertido en uno de nuestros rasgos definitorios como colectividad.

Despedimos el año también con algunas noticias esperanzadoras como la conclusión de la Autovía del Cantábrico con la puesta en servicio de su último tramo pendiente. No podemos perder de vista, no obstante, que aún quedan por concluir infraestructuras troncales que no son un fin en si mismas sino medios al servicio de la actividad y de la reactivación económica. Es el caso de la autovía del suroccidente, la conexión ferroviaria de alta velocidad con Madrid o las conexiones del puerto de Gijón.

Una vez despejada la amenaza de cierre de Alcoa, en su factoría de Avilés, debemos ponernos a trabajar para definir un marco energético estable en España que evite la incertidumbre permanente a la que se ven sometidas empresas y trabajadores de la industria asturiana, porque nada hay que desincentive en mayor medida las necesidades de inversión y modernización empresarial.

Disfrutemos de este último día del 2014 que, como decía, también ha tenido aspectos positivos. Hagámoslo teniendo claro que juntos, podemos superar las fuerzas de la desunión, la desigualdad y la desmoralización social.

Nuestra Comunidad sigue reclamando ese gran esfuerzo colectivo para superar la recesión y recuperar la prosperidad. 2015 puede ser, debería ser un gran año si no cedemos a la tentación del desánimo y todos elevamos la mirada para luchar por una Asturias mejor.

Feliz 2015