Opinión

Futboleros de la ideología

Futboleros de la ideología

A veces vemos a expertos en fútbol, con años de experiencia y formación, inventar patadas que no aparecen en las grabaciones y reafirmarse de modo categórico en mentiras que se pueden contrastar científicamente. Cuando esto sucede en un bar hablamos de fanatismo deportivo, y por momentos pensamos que sucede lo mismo con los veteranos periodistas de las tertulias futboleras. Pero en estos casos no es fanatismo; es servilismo: escribirán lo contrario si el periódico que le paga cambia de equipo. En unas ocasiones esta acción es una maldad consciente –hay tertulianos deportivos que, si cambiasen de oficio, dejarían un reguero de sangre– y en otras es un impulso inconsciente, una pulsión de mediocres, para interiorizar y repetir aquello que desea escuchar el poder y encima creer que la idea les salió de dentro. Es el impulso de parecerse al que manda, de ser más papista que el papa, el gregarismo. En periodismo se paga caro no tener ese instinto ‘fellatio’. En Venezuela, como en España, se elige con los votos a los gobiernos de turno. La diferencia, aparte de la ideológica, es que en España la mayoría vota siempre lo que le dictan los grandes medios, mientras en Venezuela existe una mayoría de electores capaz de enfrentarse al dictado de la práctica totalidad de grupos de comunicación nacionales y, por supuesto, internacionales, que están alentando un golpe de Estado en aquel país. En España hay periodistas que le dicen que existe un régimen en Venezuela: unos se lo dirán por el impulso de satisfacer los intereses de su empresa, pero otros son mercenarios dispuestos a todo.

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