Opinión

La exaltación del ‘Corpus Christi’ en Ponteareas

La fiesta del ‘Corpus’ de Ponteareas prosigue una tradición que se remonta a las primeras décadas del siglo XIX. Lo que más singularizaba a esta exaltación del Santísimo Sacramento del Altar era el empleo de flores y otros elementos vegetales a fin de adornar las ‘rúas’ al paso de la sagrada procesión. Al parecer, se extendían las flores y las hierbas, cuando pasaba la procesión, sin confeccionar, eso sí, dibujo alguno. Ahora bien, en 1857, la ‘rúa San Gregorio’ había desplegado sobre el suelo flores y hierbas aromáticas, costumbre propia de la solemnidad del día. No olvidemos aquel refrán: “Tres jueves hay en el año que brillan más que el sol, Jueves Santo, ‘Corpus Christi’ y la Ascensión”.

La exaltación del ‘Corpus Christi’ en Ponteareas

Recuerdan algunos vecinos que –sobre todo, en la ‘rúa Real’– acomodaban en las aceras macizos de tierra con plantas, macetas con flores, árboles pequeños. Transcurridos los años y con el anhelo de cubrir la mayor parte de la ‘rúa’, comenzó a emplearse ‘serradura’ teñida con anilinas variopintas, mezclándola con los tradicionales ‘pampullos’, hortensias, ‘fiúncho’, mirto… La ‘Rúa Real’ es donde se sitúa la génesis del ‘Corpus’ en Ponteareas; más adelante, fue propagándose por las demás ‘rúas’ de la hermosa villa del Tea. Iniciándose el siglo XX, ya se fueron empleando los dibujos, por lo general de índole geométrica o bien con ‘grecas’.

Nos hallamos en 1945, cuando una nueva etapa del ‘Corpus’ brota en esta población ponteareana. Una comisión constituida por Luis Salgueiro, José Casasnovas y Gabino Porto se responsabilizan de la organización de esta fiesta del Santísimo, intentando concederle una más amplia difusión y atractivo carácter turístico. Alcanzado el año 1968, se declara ‘Festa de Interese Turístico Nacional’. Admiración que causa entre muchos países esta labor de los ‘alfombreiros’, sobre todo por el buen gusto y la tenacidad de las mujeres de la Villa.

Las ayudas y colaboraciones no se hicieron aguardar. Aportes de material vegetal y de esfuerzo económico, cuyo destino es la bella confección de floreadas ‘alfombras’ multicolores. Evoquemos aquellos maravillosos días de apogeo de la fiesta de la Sagrada Custodia del Señor. Las visitas de Su Santidad el Papa San Juan Pablo II a Santiago de Compostela con motivo del Año Santo Jacobeo. Asimismo, la venezolana de Caracas. La admirada alfombra confeccionada en la ‘Piazza de San Pietro’ en la Ciudad del Vaticano. También aquellas primorosamente elaboradas en la porteña Buenos Aires, Salvador de Bahía en Brasil, en la andalucísima Sevilla…

Ponteareas y su río colmado de vida. Porque el Tea es uno de los afluentes más señalados del tramo bajo del río Miño. Con sus 50 quilómetros de longitud riega toda la comarca del Condado. ¿Y dónde nace? Al pie del ‘Coto da Pía’, a 1.123 metros de altitud, fruto de las corrientes que descienden de las sierras del Suido y del Faro de Avión, en el ‘concello’ de Covelo. Así pues, atraviesa este municipio, el de Mondariz y el de Mondariz-Balneario, con dirección ‘nordés-sudoeste’, hasta introducirse en el de Ponteareas, aprovechando una fractura tectónica. En este territorio mantiene su paso por el ‘concello’ de Salvaterra de Miño.