Opinión

La Edad Media en las vitrinas del Museo Municipal de Ponteareas

El ‘Castro de Troña’ nos presenta una forma elíptica, ocupando toda la cima y la ladera oeste del monte conocido por el nombre de ‘Doce Nome de Xesús’. De norte a sur mide 150 metros. Y de este a oeste, 200 metros. Alberga alrededor de 30 construcciones de diversos tipos, esto es, circulares y cuadrados, elípticos y rectangulares. Las más antiguas serían de planta circular o elíptica, siendo al comienzo fabricadas con elementos perecederos. Más tarde, ya serían con piedra; ulteriormente, a causa del influjo romano, un gran número serían de forma rectangular. Nos hallamos en el Museo Municipal de Ponteareas.

La Edad Media en las vitrinas del Museo Municipal de Ponteareas

Si atendemos al período de la ‘Romanización’, no podremos olvidar un máximo ejemplo de la cultura galaico-romana: el de “o couto de Altamira, en As Neves, donde tuvieron lugar los hallazgos de espléndido material cerámico y, fundamentalmente, bronces. Ello nos explica la probable existencia de una fundición en esta misma localización. En la vitrina dedicada a este yacimiento sobresale la figura de un ‘togado’ así como una colección de monedas. El progresivo aumento del comercio de mayor distancia es posible verificarlo en este admirable Museo merced a la presencia de un ‘dolium’, procedente de ‘Os Castros’, en Lourido, en Salvaterra de Miño.

Durante la Edad Media digamos que la primera mención de ‘Val de Tea’ aparece en el año 659, en el denominado ‘Parroquiale Suevorum’, donde se cita la parroquia de Aureas, es decir, Areas. Testigo fue Ponteareas de la construcción de distintos monasterios. Mencionemos el de ‘Santa Locaia’ de la parroquia de Guillade, del cual existe una donación en el año 963. El Museo atesora los restos de una artística pila bautismal. Ahora bien, la iglesia de Angoares es la más señera de todas las construcciones religiosas. De estilo propio del Románico, es singular en Galicia debido a su planta de cruz latina. Perteneciente a la segunda mitad del siglo XII, conserva una colección de ‘canzorros’ y capiteles de exquisita calidad. ¿Otros ejemplos de estilo Románico? Las iglesias parroquiales de Cumiar, Padróns y Paredes. Preciso es recordar que, desde esta época, el poblamiento de la conquista, los “castros” no desaparecieron, sino que transmiten un estadio de esplendor. El territorio ‘pontareano’ corresponde, pues, a las actuales parroquias, excepto la de San Miguel ‘dos Canedos’, hoy sustituida por ‘Ponteareas’.

¿Y el ‘Castelo do Sobroso’? Nos aparece citado por vez primera en el año 1117, cuando “a raíña dona Urraca” es cercada en esta fortaleza por partidarios de su hijo –el futuro Afonso VII– y logra huir –según narra la leyenda– por un secreto pasadizo que comunicaba el Castillo con “as ribeiras do río Tea”. El Castillo, al igual que su jurisdicción, serían entregados en 1379 al noble Pedro Ruiz Sarmiento. Tiempo después, fue destruido por la revuelta de ‘Os Irmandiños’, y reconstruido por Pedro Álvarez –el célebre ‘Pedro Madruga’– y por García Sarmiento. He ahí las vitrinas del Museo en las que podemos observar proyectiles de piedra, una maqueta del Castillo y un ‘canzorro’, producto típico del Románico.