Opinión

El Castillo de Soutomaior, entre la historia y la leyenda

Henos ante el Castillo de Soutomaior. Este conjunto arquitectónico –mitad fortaleza medieval, mitad palacio neogótico del siglo XIX– está constituido por dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, abrazados por una doble muralla. ¿Cuál es su génesis? Su origen se halla vinculado con la señera figura de Paio Méndez Sorrede, quien vivió en el siglo XII durante el reinado de Alfonso VII. Una vez concebida como edificación fortificada de índole militar y defensiva, hasta el siglo XV va evolucionando de modo coherente de torre de defensa hacia una fortaleza con doble recinto amurallado.
El Castillo de Soutomaior, entre la historia y la leyenda

Henos ante el Castillo de Soutomaior. Este conjunto arquitectónico –mitad fortaleza medieval, mitad palacio neogótico del siglo XIX– está constituido por dos torres unidas por un edificio habitable y un patio de armas, abrazados por una doble muralla. ¿Cuál es su génesis? Su origen se halla vinculado con la señera figura de Paio Méndez Sorrede, quien vivió en el siglo XII durante el reinado de Alfonso VII. Una vez concebida como edificación fortificada de índole militar y defensiva, hasta el siglo XV va evolucionando de modo coherente de torre de defensa hacia una fortaleza con doble recinto amurallado.

Ahora bien, ¿a qué se debe su emplazamiento tan estratégico? La causa no es la altura ni la inaccesibilidad, sino las ventajas que mostraba por encontrarse bien escondida frente a las posibles y frecuentes invasiones llevadas a término por mar. Asimismo, por su capacidad para “señorear” las tierras de su feudo. E igualmente por controlar así las comunicaciones de sur a norte de la provincia, las cuales estaban determinadas a través de Ponte Sampaio y aquellas que se dirigían al interior por los cauces de los ríos Verdugo y Oitavén. Naturalmente, también sin olvidarnos de la disponibilidad de agua muy abundante.

¿Quién fue, no obstante, el personaje por excelencia de los vinculados al Castillo de Soutomaior? ¡He ahí al gran Don Pedro Álvarez de Soutomaior, popularmente recordado por “Pedro Madruga”! Pues, en efecto, lo estimó como fundamento de sus trepidantes “correrías” durante el siglo XV, la época del máximo florecimiento de la Casa de Soutomaior. ¡Un personaje de leyenda! Son numerosas sus intervenciones en episodios de la historia de Galicia. Muy reveladores, sus enfrentamientos con los campesinos agrupados en “Os Irmandiños”. Asimismo, con la jerarquía eclesiástica, además de su actitud contraria a otras de las familias de la nobleza. “Pedro Madruga” reconstruyó la fortaleza después de haber sido destruida a lo largo de las denominadas guerras “irmandiñas”, adaptándola al empleo de armas de fuego, a quien se le atribuye la introducción de las mismas en la antigua “Gallaecia”.

Así, pues, transcurrido un período de tres siglos de decadencia y abandono, comienza a ofrecerse con carácter residencial a fines del siglo XVIII, cuando pasó a propiedad del marqués de Mos, quien instaló su escudo de armas en la, actualmente, “entrada sur”. Fue en 1870 cuando los marqueses de la Vega de Armijo transformaron el castillo en residencia de verano. De tal modo que lo convirtieron en un palacio neogótico –en varias oportunidades visitado por el rey Alfonso XII– en el que alardean la capilla y la “galería de damas”. Los marqueses también fueron los creadores del idílico Parque y de los inmaculados jardines que amorosamente los abrazan.

Es preciso recordar que la heredera de los marqueses de la Vega de Armijo, esto es, María Vinyals y Correa, marquesa de Ayerbe y su esposo el doctor Lluría, construyen un sanatorio en las cercanías del Castillo. Hoy en día es “Pousada”, a la vez que una serrería mecánica y un molino, a fin de transformarlo en granja paradigmática. Los avatares políticos de ambos, empero, provocan la pérdida de su propiedad a comienzos del siglo XX, al igual que su progresivo deterioro. En 1982 la Diputación de Pontevedra adquirió el Castillo, rehabilitándolo magníficamente.