Opinión

¿El retorno de Marx?

Los violentos disturbios en el barrio londinense de Tottenham, cuyo radio de acción se explaya hacia otras ciudades británicas como Bristol, Leeds, Birmingham y Liverpool, confirma el clima de frustración social en un momento en que las bolsas de valores registran históricas caídas, volatilizando aún más el sistema financiero global.
Los violentos disturbios en el barrio londinense de Tottenham, cuyo radio de acción se explaya hacia otras ciudades británicas como Bristol, Leeds, Birmingham y Liverpool, confirma el clima de frustración social en un momento en que las bolsas de valores registran históricas caídas, volatilizando aún más el sistema financiero global.
El origen de la violencia en Tottenham se focaliza en la muerte de un inmigrante negro tras una redada policial. Por tanto, los disturbios adquieren también un carácter racial, tomando en cuenta la masificación de una inmigración africana y asiática que ya llega a su segunda o tercera generación en Gran Bretaña.  
La difícil convivencia de diversos grupos étnicos con bajos niveles socioeconómicos en las periferias de varias ciudades europeas anuncia una etapa de convulsión y violencia en Europa, atizada por la crisis y la recesión económica, en especial ante la falta de empleo. Las acusaciones de violencia por parte de las autoridades policiales intensifican un clima de frustración que puede alcanzar otras capitales europeas de importancia, como París, cuyas periferias albergan a poblaciones que se sienten excluidas y marginadas.
Es posible que la crisis económica actual esté atizando una crisis de mayores proporciones desde el punto de vista social, con claras repercusiones en la forma de hacer política. El ejemplo de Tottenham puede suponer una referencia clara que anuncie tiempos de turbulencia en una Europa marcada por la incapacidad para responder a estos problemas.
Marx hablaba en pleno siglo XIX de las “condiciones objetivas” que llevarían a la revolución socialista, determinadas por las desigualdades y la injusticia social. Sin propósito de retrotraerlo como única referencia ideológica, puede que los actuales tiempos posmodernos de turbulencia e incertidumbre anuncien una revigorización del marxismo.