‘Reglamento del Tercio de Galicia’ de Buenos Aires
“La muy noble, y fidelísima ciudad de Buenos Aires, fue sorprendida, y tomada el veinte y siete de Junio del presente año por poco más de mil seiscientos ingleses, al mando del Mayor General Guillermo Carr Beresford. El doce de Agosto inmediato, se reconquistó por la energía, y valor de las armas de nuestro amantísimo monarca, el señor D. Carlos Cuarto, que Dios guarde, a las órdenes del General en Jefe D.
“La muy noble, y fidelísima ciudad de Buenos Aires, fue sorprendida, y tomada el veinte y siete de Junio del presente año por poco más de mil seiscientos ingleses, al mando del Mayor General Guillermo Carr Beresford. El doce de Agosto inmediato, se reconquistó por la energía, y valor de las armas de nuestro amantísimo monarca, el señor D. Carlos Cuarto, que Dios guarde, a las órdenes del General en Jefe D. Santiago Liniers, capitán de navío de la real armada, empezando la acción a las diez de la mañana, y terminando gloriosamente como a las doce de la misma. El ardor, constancia, y firmeza que caracteriza a la nación Española, obligó al enemigo a rendirse a discreción, después de haber sido encerrado a pura fuerza en la real fortaleza”. Así comienza el ‘Reglamento del Tercio de Galicia’, que transcribe en su integridad el libro titulado Héroes del Tercio de Gallegos, editado por el Servicio de Publicaciones de la Excma. Diputación de Pontevedra en 2003, y cuya autoría corresponde al comandante, historiador y profesor Don Horacio Guillermo Vázquez.
Este ‘Reglamento’, que consta de 17 artículos, está firmado por Pedro Antonio Cerviño y José Fernández de Castro en Buenos Aires, 17 de septiembre 1806. A continuación asimismo se reproduce el texto de ‘Preparativos para la defensa de Buenos Aires’ presentado por Pedro Antonio Cerviño, con una enmienda que corresponde a que en el documento original figura la fecha 1779 borroneada, y por tal motivo Cerviño le otorga su valor. Ese documento, según señala el profesor Vázquez, “carece de datación, suponiéndose que tuvo que originarse dentro del período de recopilación de certificaciones, entre mediados de 1807 y finales de 1808”. Resalta la existencia de una tensión interna entre las ideas de los monopolistas cuya bandera exhibía, sobre todo, el alcalde Alzaga; y por otra parte, el bando que propiciaba el libre comercio, en el cual sus adalides, como era notorio, sobresalían el secretario del Consulado Manuel Belgrano al igual que el director de la reconocida Escuela de Naútica Pedro Antonio Cerviño.
“La realidad de la guerra, como es de imaginar –prosigue el historiador Horacio Guillermo Vázquez–, superó las prevenciones, y más específicamente, las posibilidades de nuestra ciudad. A punto tal que, en lo relativo a uniformar, armar, y sobre todo, sostener a los 600 hombres del Tercio. Cerviño se vio en la necesidad de recurrir a los paisanos gallegos de otras provincias del virreinato, e inclusive a aquellos residentes fuera de éste. Se requerían fondos mucho más abultados de los del ‘Real Erario’ y aun los propios integrantes del Tercio habían podido oportunamente proveer”.
De igual modo, páginas más adelante, podemos leer la transcripción del texto titulado ‘El Tercio de Voluntarios Urbanos de Galicia en la Defensa de Buenos Aires en el año de 1807’. Ni que decir tiene que durante aquellas calendas era imprescindible contar con la anuencia reflejada en los méritos obtenidos. Mediante el citado documento Cerviño muestra el apoyo solicitado a los gallegos de otras regiones, con una lista seleccionada por D. Jacobo Adrián Varela. De suerte tal que no pocos españoles provenientes de familias “fidalgas”, sometidas a la desgracia económica, tuvieron la posibilidad de reconstruir y otros edificar de la nada aquello que se calificaba de “Buen Nombre y Honor”.
Este ‘Reglamento’, que consta de 17 artículos, está firmado por Pedro Antonio Cerviño y José Fernández de Castro en Buenos Aires, 17 de septiembre 1806. A continuación asimismo se reproduce el texto de ‘Preparativos para la defensa de Buenos Aires’ presentado por Pedro Antonio Cerviño, con una enmienda que corresponde a que en el documento original figura la fecha 1779 borroneada, y por tal motivo Cerviño le otorga su valor. Ese documento, según señala el profesor Vázquez, “carece de datación, suponiéndose que tuvo que originarse dentro del período de recopilación de certificaciones, entre mediados de 1807 y finales de 1808”. Resalta la existencia de una tensión interna entre las ideas de los monopolistas cuya bandera exhibía, sobre todo, el alcalde Alzaga; y por otra parte, el bando que propiciaba el libre comercio, en el cual sus adalides, como era notorio, sobresalían el secretario del Consulado Manuel Belgrano al igual que el director de la reconocida Escuela de Naútica Pedro Antonio Cerviño.
“La realidad de la guerra, como es de imaginar –prosigue el historiador Horacio Guillermo Vázquez–, superó las prevenciones, y más específicamente, las posibilidades de nuestra ciudad. A punto tal que, en lo relativo a uniformar, armar, y sobre todo, sostener a los 600 hombres del Tercio. Cerviño se vio en la necesidad de recurrir a los paisanos gallegos de otras provincias del virreinato, e inclusive a aquellos residentes fuera de éste. Se requerían fondos mucho más abultados de los del ‘Real Erario’ y aun los propios integrantes del Tercio habían podido oportunamente proveer”.
De igual modo, páginas más adelante, podemos leer la transcripción del texto titulado ‘El Tercio de Voluntarios Urbanos de Galicia en la Defensa de Buenos Aires en el año de 1807’. Ni que decir tiene que durante aquellas calendas era imprescindible contar con la anuencia reflejada en los méritos obtenidos. Mediante el citado documento Cerviño muestra el apoyo solicitado a los gallegos de otras regiones, con una lista seleccionada por D. Jacobo Adrián Varela. De suerte tal que no pocos españoles provenientes de familias “fidalgas”, sometidas a la desgracia económica, tuvieron la posibilidad de reconstruir y otros edificar de la nada aquello que se calificaba de “Buen Nombre y Honor”.