Opinión

Miseria en España

En diversos medios internacionales, principalmente el diario estadounidense The New York Times (NYT), vienen publicándose reportajes sobre los efectos sociales del plan de ajuste y los recortes fiscales del gobierno de Mariano Rajoy Brey, aduciendo que los mismos traerán más “hambre y miseria” a España. Los sectores más afectados por estos recortes son, según NYT, la sanidad y la educación.

En diversos medios internacionales, principalmente el diario estadounidense The New York Times (NYT), vienen publicándose reportajes sobre los efectos sociales del plan de ajuste y los recortes fiscales del gobierno de Mariano Rajoy Brey, aduciendo que los mismos traerán más “hambre y miseria” a España. Los sectores más afectados por estos recortes son, según NYT, la sanidad y la educación.
No es un panorama nuevo, por lo visto. En sus datos de septiembre, la Oficina Nacional de Empleo cifró en 4,7 millones los españoles en paro. Datos de la oficina europea de estadísticas Euroestat considera que España es el país de la Unión Europea (UE) con mayor índice de miseria, con una cifra récord del 26,4 por ciento mientras la media comunitaria es del 13,4 por ciento.
Estos datos contrastan obviamente con la marcada sujeción del gobierno de Rajoy a los designios económicos alemanes, principal motor de la Europa de los recortes. Las comparaciones de la crisis española con lo ocurrido anteriormente en Grecia y Portugal son una constante en los medios. Las protestas ciudadanas se suceden a diario mientras el gobierno refuerza el carácter represivo de las fuerzas de seguridad del Estado, tal y como ocurrió recientemente en los alrededores del Congreso de los Diputados en Madrid. Mientras los centros de asistencia social se muestran abarrotados por las colas de estos “nuevos pobres” que nadie quiere visibilizar.
Es posible que la intensificación del conflicto social se acelere en España para los próximos tiempos, a corto y mediano plazo. Una perspectiva que se observa muy similar a algunos países europeos, principalmente de la periferia mediterránea. Una crisis económica que igualmente está impulsando el debate soberanista, como es el caso de Catalunya y sus elecciones autonómicas adelantadas para noviembre con la perspectiva de realizar una consulta popular independentista. Mientras, fútbol y ‘telebasura’ siguen dominando los espacios de opinión pública española, quizás a la espera de que la crisis estalle como la burbuja inmobiliaria.