Opinión

Juicios

En España pretendemos ir tan rápido para ser más políticamente correctos que nadie que al final nos convertimos en una caricatura de nuestras aspiraciones, como esos nuevos ricos que ponen libros de adorno para ocultar que son unos gañanes y atacan sin piedad a sus vecinos porque sus libros se leen pero no hacen juego con la estantería.
En España pretendemos ir tan rápido para ser más políticamente correctos que nadie que al final nos convertimos en una caricatura de nuestras aspiraciones, como esos nuevos ricos que ponen libros de adorno para ocultar que son unos gañanes y atacan sin piedad a sus vecinos porque sus libros se leen pero no hacen juego con la estantería. Lo que voy a decir ahora puede molestar a mucha gente, pero con la manipulación de los delitos sexuales tan en boga sucede algo parecido. Un cura de Galicia –algún defecto tenía que tener, el de ser cura– ha salido de la cárcel tras pasar cinco años en prisión por haber metido mano a unos chavales. No fue ni una violación ni eran niños pequeños, pero la Prensa local se ha propuesto vender periódicos a costa de este desgraciado convertido en un monstruo, contra el que han hecho una campaña para que cumpla la condena íntegra, pues ya ha obtenido la condicional, como si ésta no fuese una medida saludable en cualquier sistema judicial y como si cinco años no fueran suficientes. Deberíamos hacer una reflexión sobre la importancia de meter a una persona durante cinco años en una jaula, al margen de la discusión sobre las penas. Muchos periodistas se mueven por modas y por audiencias, y me producen más repugnancia que la mayoría de los delincuentes de los que escriben. Esta semana murieron tres trabajadores en la provincia de Pontevedra en diversos accidentes de trabajo y no ha pasado nada, no hay ningún clamor por esta sangría que se repite.