Opinión

Indignados

Mucho se ha intentado analizar en qué consiste el movimiento de los indignados, que ha adquirido una repercusión global con su multitudinaria manifestación en varias ciudades del mundo el pasado 15 de octubre.
Mucho se ha intentado analizar en qué consiste el movimiento de los indignados, que ha adquirido una repercusión global con su multitudinaria manifestación en varias ciudades del mundo el pasado 15 de octubre.
La pluralidad de enfoques que los ‘indignados’ muestran en sus manifestaciones da a entender un colectivo tan abierto como complejo, pero cuya principal demanda se basa en recuperar la dignidad ciudadana, una mayor participación en la toma de decisiones y un sistema económico y político más justo y solidario. Sin necesidad de ofrecer un marco teórico e ideológico elaborado, los ‘indignados’ hacen sentir sus demandas con la clásica movilización de ‘tomar la calle’.
Resulta necesaria esta rebelión de ‘indignados’, principalmente movilizados por el impacto de una crisis económica que no parece tener fin a mediano plazo, así como el rechazo a una clase dirigente cada vez menos representativa para la ciudadanía. Un sector de la opinión pública intenta banalmente ubicarlos en la rebelión de las clases medias, mientras otros sectores políticos intentan monitorearlos para posiblemente homogeneizarlos. Pero la expresión popular de los ‘indignados’ apunta de una manera inversamente proporcional a los intereses de grupos minúsculos.
Es obvio que la crisis económica actual ha logrado viabilizar este movimiento que aún se encuentra en fase embrionaria pero que ya ha demostrado su enorme capacidad de convocatoria. La utilización de las nuevas tecnologías intensifica sus demandas y su capacidad de movilización. Difícilmente las clases dirigentes actuales lograrán responder a estas demandas populares, pero hará falta saber si los ‘indignados’ lograrán convertir su lucha en una movilización política más coordinada y efectiva. Aquí se basará, básicamente, el futuro de la mayor contestación ciudadana del siglo XXI.