Opinión

Buscando a la familia del abuelo Andrés Do Barro, nacido en Barallobre

Mi nombre es Rogelio González González. Cuento en la actualidad con 35 años de edad. Graduado en el año 1995 de la Licenciatura de Economía en la Universidad Central Martha Abreu de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, me desempeño desde hace 4 años como auditor adjunto de la Unidad Central de Auditoría y Control del Ministerio de Turismo.
Buscando a la familia del abuelo Andrés Do Barro, nacido en Barallobre
Mi nombre es Rogelio González González. Cuento en la actualidad con 35 años de edad. Graduado en el año 1995 de la Licenciatura de Economía en la Universidad Central Martha Abreu de Santa Clara, en la provincia de Villa Clara, me desempeño desde hace 4 años como auditor adjunto de la Unidad Central de Auditoría y Control del Ministerio de Turismo. Mi abuelo materno se llamó Andrés Do Barro Rodeiro, hijo de Juan Do Barro y de Dominga Rodeiro Aneiros, nacido en Barallobre, Fene, provincia de A Coruña, Galicia, un 11 de noviembre de 1862. Sus padrinos fueron Andrés Do Barro y su abuela María Díaz, naturales de San Pedrodeume. Fue bautizado en la parroquia de San Santiago de Barallobre en ese mismo año, emigrando hacia Cuba alrededor del año 1900, asentándose en el poblado pesquero El Santo, municipio Encrucijada, provincia Villa Clara, casándose con Juana Morales González, natural de Canarias, de cuyo matrimonio nacieron 7 hijos. En España quedó un hermano de nuestro abuelo, nombrado Ángel María do Barro Rodeiro, del cual nunca más hemos tenido noticias, así como de sus descendientes.
Le hago esta pequeña síntesis, pues me estoy remitiendo a usted con la encomienda, de la cual espero que me dispense las molestias que le pueda ocasionar, de pedirle encarecidamente y de favor, a nombre de mi familia, que si usted pudiera publicar estos datos en el prestigioso semanario que dirige, le estaríamos eternamente agradecidos. Le pido una vez más su más absoluta cooperación y sensibilidad con lo anteriormente solicitado, comprenda que no tengo otra vía posible y nuestra familia en Cuba añora el reencuentro después de largos años, en particular mi madre enferma que implora a Dios cada día, para que éste le permita tener contacto con su familia perdida, por el paso del tiempo, antes de su muerte.
Gracias nuevamente por su atención y que conserve usted mucha salud