Opinión

Entre atorrantes anda el juego

    La campaña electoral se está poniendo calentita. Los muchachos no pierden pisada porque está en juego el futuro del Uruguay en un momento clave para levantar la cabeza. La barra apuesta por el cambio pero hay otro país más allá de la esquina de Propios y San Martín. Hay muchos intereses en juego y dos soretes, uno blanco y otro colorado, que se ofrecen de serviciales lacayos del fracasado sistema que nos mantiene en el atraso.
Entre atorrantes anda el juego
    La campaña electoral se está poniendo calentita. Los muchachos no pierden pisada porque está en juego el futuro del Uruguay en un momento clave para levantar la cabeza. La barra apuesta por el cambio pero hay otro país más allá de la esquina de Propios y San Martín. Hay muchos intereses en juego y dos soretes, uno blanco y otro colorado, que se ofrecen de serviciales lacayos del fracasado sistema que nos mantiene en el atraso.
– Si lo agarro le rompo la jeta. Al cara cagada este apellidado Pilosoff [supongo que será un ruso menchevique] no le va a quedar un diente. Lo voz a reventar. No le permito difunda las mentiras que escribió sobre nuestro compañero Pepe Mugica.
­– Pero, Pocho, quedáte tranquilo ¿Querés? No entendés que es una orquestada campaña de la derecha bicolor blanco-colorada para ensuciar a nuestro ético senador. Pensá un poquito. No tienen armas porque es un hombre íntegro que no conoce la vanidad. Al Pepe no tenés por donde darle. Entonces la derecha utiliza todos los recursos para desprestigiarlo.
– De acuerdo don José…no me chupo el dedo. Pero hay que ser mierda para querer quemar al Pepe calificándolo de atorrante, de que nunca laburó y de que vivió siempre del Estado. Bueno, quizás se refiere a que cuando estuvo en cana lo torturaban sin cargo extra en los presupuestos de los milicos.
– Te entiendo querido Pocho y si fuese más joven lo cagaba también a piñazos. Pero si leemos bien el artículo del prof. Pilosoff vemos que el hombre no tiene argumentos. Es un peón que escribe a los dictados del amo. Antes de nada le voy a explicar que la voz “atorrante” tiene un origen catalán y porteño a la vez.  Los bichicomes nuestros y los linyeras de ellos dormían en el interior de unos tubos que se utilizaban para las obras de alcantarillado [palabra árabe, por cierto] en Buenos Aires. Los tubos llevaban en el exterior la inscripción A. Torrant que era el nombre del fabricante de calro apellido catalán. Si el Pilosoff fuese tanguero sabría del tema.
– Usted don José no tiene remedio. Todavía le proporciona información a los enemigos. ¡Déjelos nomás en la ignorancia! Un difamador se pone a largar mentiras contra el Pepe y me tengo que quedar callado. No, la verdad, si lo agarro lo hago puré. Se va a tener que tragar lo que dijo. Dice que el Pepe es un perezoso que no tiene la sensibilidad o la fuerza para peinarse o cambiarse la camisa.
– Pero, Pocho, seguís acelerado. Así no ayudás a ganar las elecciones. Tenemos que sumar a los indecisos, a ese 7% de uruguayos que no tiene decidido su voto. Si lo hacemos bien ganamos en la primera vuelta. Una manera de ayudar al Pepe es siendo tolerante. Somos democrátas del Frente Amplio, del M.P.P. y de la 609 para más señas. Nuestra razón está a la vista. Recogimos un país en la lona y lo fuimos levantando. Nuestro mensaje es el de seguir avanzando en libertad. Cada uno puede opinar libremente, aunque nos molesten las opiniones de cierta prensa totalmente falsa e interesada.
– Para usted es fácil ser comprensivo. Pero para mi no. No aguanto y me rompe las bolas que el gil del Pilosoff diga que el Pepe instauró el insulto y la ordinariez en el diario vivir  y que se le paga a la gente para ser vagos y que se destruye la dignidad con la limosna estatal. Dice que el Pepe hace de la cana un apostolado y que el Frente nos quita las ganas de trabajar.
– Bien. Lo primero es decirte que no soy comprensivo. Para nada, mi amigo, pero creo descubrir en tanto ataque sucio la debilidad de dos partidos que están a la deriva. Ni blancos ni colorados tienen brújula. Simplemente atacan lo que hizo el Frente Amplio. Creo que están debilitados. Asumen que le vamos a romper el orto en las urnas. Con los votos de la ciudadanía conseguiremos estabilizar un país que lleva muchos años en bancarrota. Sienten que pierden y critican sin ton ni son.
– Puede ser, don José. Espero tenga razón y que la mayoría de la gente no se crea los cuentos del patético dúo Bordaberry-Lacalle. Si vuelven esos atorrantes sacan al país entero a remate general. Bueno, menos sus propiedades-negocitos-joditas comprados con la guita de las comisiones recibidas de la banca internacional para tenernos en la miseria. Los uruguayos están recordando, algo que antes no hacían, y cuando lo hacen se alejan pata a fondo de las asquerosidades de los coimeros blancos y colorados que se la llevaron toda –la guita quiero decir– hasta que no quedó nada.