Opinión

Argentina sí hace la Transición

En España no sólo no se investigan los crímenes de Estado de la llamada época democrática sino que tampoco pasan factura las torturas y ejecuciones del franquismo. Los sucesivos gobiernos españoles, todos, todavía maltratan y acosan a los descendientes de los ejecutados que buscan los cuerpos de sus familiares en fosas de distintos lugares del país. Estas víctimas y su causa democrática siguen siendo perdedoras.
Argentina sí hace la Transición

En España no sólo no se investigan los crímenes de Estado de la llamada época democrática sino que tampoco pasan factura las torturas y ejecuciones del franquismo. Los sucesivos gobiernos españoles, todos, todavía maltratan y acosan a los descendientes de los ejecutados que buscan los cuerpos de sus familiares en fosas de distintos lugares del país. Estas víctimas y su causa democrática siguen siendo perdedoras. En Argentina, ese país tan despreciado por la España colonial, empieza esta semana un nuevo juicio contra casi un centenar de torturadores de la dictadura implicados en los llamados “vuelos de la muerte”. Evidentemente, y como sucede en España, este proceso no cuenta con el apoyo de toda la población, pues igual que aquí existe amplia basura nostálgica de los tiranos. La diferencia con España es que en la Casa Rosada tienen un Gobierno soberano y el de España se arruga ante la ultraderecha como hace ante los bancos que tanto sufrimiento están provocando. Existe un científico de obligada lectura, Jared Diamond, cuyos libros son un bálsamo contra el eurocentrismo y el racismo de Occidente. Explica, por ejemplo, las condiciones exclusivamente naturales que propiciaron que fueran los europeos los que invadiesen América y por qué no pudo suceder al revés. Dicho de otro modo, a los españoles nos salva estar enganchados al resto de Europa por los Pirineos, porque el día que la Península se descuelgue –como en la disparatada novela de Saramago– y derive por el Atlántico, estaremos en peores condiciones que cualquiera de nuestros hermanos americanos que tanto despreciamos.