La Xunta destinó cerca de 30 millones de euros a la cooperación en los últimos cuatro años

El Gobierno gallego destinó un total de 28,9 millones de euros a iniciativas de cooperación en los últimos cuatro años, lo que supuso un total de 191 proyectos financiados que se llevaron a cabo en 34 países. Así se refleja en el informe de evaluación final del II Plan Director de Cooperación Galega para o Desenvolvemento 2010-2013, del que la Vicepresidencia de la Xunta dio cuenta en la reunión del Consello de este jueves, que precisamente presidió el vicepresidente, Alfonso Rueda, al estar el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, realizando un viaje oficial a Cuba.

El documento refleja, así mismo, que Galicia mejoró su posición en el ‘ranking’ de comunidades autónomas en cuanto a las actividades de cooperación se refiere. De hecho, logró escalar seis puestos, ya que pasó de la décimo quinta posición en 2010 a la novena en 2013.

Las inversiones gallegas se concentran sobre todo en países de América Latina y la África Subsahariana. No obstante, el mayor esfuerzo se dirige al área sudamericana, que recibe 8 de cada 10 euros concentrados principalmente en proyectos desarrollados en Guatemala, Perú, República Dominicana, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Honduras y El Salvador.

Respecto a sectores de especialización, la cooperación gallega actúa sobre todo en el campo de la agricultura y desarrollo rural, pesca y acuicultura, abastecimiento de agua y educación para el desarrollo. El informe recoge que de cada 10 euros desembolsados en el exterior, 9,3 son para financiar actuaciones de cooperación al desarrollo mientras que el resto se dedican a la acción humanitaria.

El II Plan Director de Cooperación Galega para o Desenvolvemento 2010-2013, cuando fue aprobado en 2010, incorporaba como principal reto una mayor eficacia y calidad de la política gallega de cooperación, haciéndola más selectiva, concentrada sectorialmente, con una programación mejor estructurada y con compromisos claros y concisos.

Grado de cumplimiento

A este respecto, el informe concluye un alto grado de cumplimiento de los objetivos, ya que 58 de los 68 indicadores previstos fueron ejecutados de modo pleno y satisfactorio. También se logró una mayor concentración geográfica puesto que el 90 por ciento de los recursos desembolsados en el exterior se invirtieron en los 12 países definidos como prioritarios en el II Plan.

También se destaca que el 54 por ciento de los recursos se destinaron a sectores que cuentan con claras ventajas competitivas y en las cuales Galicia puede ofrecer una experiencia y conocimientos específicos, como la pesca o la acuicultura, así como la colaboración con países de habla lusófona o aquellos latinoamericanos donde hay cultura de cooperación de los agentes gallegos.

Así mismo, el documento refleja un mayor alcance de las ayudas y una mejor coordinación. En este sentido, subraya el alto nivel de diálogo entre la Xunta y los agentes gallegos de cooperación, especialmente con las ONGD, que gestionaron el 70 por ciento de los recursos disponibles.

Otro de los aspectos positivos es el alto grado de transparencia alcanzado, con la información al alcance de la ciudadanía en la web de cooperación gallega. En ella se pueden consultar los proyectos, su planificación, los instrumentos de ayuda, las intervenciones financiadas y las memorias anuales de gestión.

Todos estos aspectos confirman que Galicia se alínea con la agenda global del desarrollo contribuyendo así al cumplimiento de los Objetivos del Milenio y al compromiso de la eficacia en las ayudas.

El II Plan Director de Cooperación Galega para o Desenvolvemento 2010-2013 fue aprobado en el Parlamento de Galicia en junio de 2010, y contó con el apoyo unánime de los tres grupos políticos que en aquel momento tenían representación en la Cámara autonómica.

Este plan que ahora se evalúa nació con el objetivo de convertirse en una herramienta útil, compartida por toda la sociedad gallega, que le permitirá a Galicia realizar una contribución eficaz y ordenada con los procesos de desarrollo de los países del sur, partiendo del reconocimiento de las dificultades que para todos representan las especiales condiciones económicas que caracterizan el momento presente.